La reestructuración del sector bancario español

Se ha  celebrado el  interesante Seminario Ivie-Universidad de Valencia sobre la situación, perspectivas y reestructuración del sector bancario español.

Todos sabemos al cabo de dos años del comienzo de la crisis, a los retos a los que se enfrenta el hasta hace pocos meses de los más solventes sistemas financieros, según nuestras autoridades, y hoy, al igual que otros, en el punto de mira  de la opinión pública. Algunos ponentes resaltaron los siguientes  problemas a los que nos enfrentamos:

a) Elevados vencimientos  en los próximos años, (265.000 millones hasta 2012), con  mercados financieros  internacionales que en el caso de que nos presten exigirán primas mayores. De ahí nuestra dependencia del BCE superior al peso de nuestra economía. A pesar de las recomendaciones por disminuirla, las entidades siguen yendo al BCE a captar dinero al 1%, y compensar la guerra del pasivo.

b) Altas  tasas de mora cuyo monto total real desconocemos, principalmente en el sector construcción  ¿10% -12%?, derivadas principalmente de la exposición al sector inmobiliario que acapara más de mitad del crédito.

c) Necesidades de capital tanto para reforzar los actuales ratios como para  prepararse para los nuevos requisitos de Basilea III, con la desaparición de las famosas participaciones preferentes, cuyo precio está subiendo curiosamente en el mercado estos días con el convencimiento que las entidades las recomprarán.

De la tesis más común se desmarcó el ex gobernador del Banco de España Aristóbulo de Juan, partidario de un banco malo, que  hizo hincapié en la dificultad de valorar los activos inmobiliarios  y cuestionó la suficiencia de las provisiones actuales y de las medidas ya tomadas, insistiendo en  que cuando “la gestión es mala, las entidades ocultan sus problemas mediante el maquillaje de sus cuentas, pudiéndose emprender una  huida hacia adelante”, poniendo como ejemplo la multiplicación de pérdidas en entidades que antes de ser intervenidas lucían beneficios, y  pronunciándose a favor de la sustitución de los malos gestores.

Según su opinión la prueba de fuego,  para nuestro sistema  financiero es la vuelta al crecimiento del crédito y la existencia de inversores que estén dispuestos a comprar capital de las entidades financieras.

Ante tal disparidad de criterios, mi opinión personal es que cuando la banca alemana y francesa se recupere y lo hará antes que la nuestra  tanto por las  elevadas inyecciones de capital como por la marcha de su economía, menos dependiente del crédito, veremos quién nada desnudo y las verdaderas consecuencias de nuestras burbujas y despilfarros.

Les voy a contar dos hechos acontecidos recientemente que me impulsan a ver las cosas así:

a) Conozco varios comerciantes que  jamás han  devuelto un efecto y  ni dejado de atender un pago. Sin embargo a la hora de expandir el negocio, le niegan un crédito, mientras las Administraciones Públicas, principalmente las autonómicas, no tienen problema  para endeudarse. Todos sabemos el ajuste realizado por nuestro sector privado y el despilfarro  de nuestro sector público empezando por nuestros políticos  que incrementa el número de funcionarios  cada segundo.

b) Miren las webs  de las entidades para venta de viviendas y verán que el precio de venta sigue siendo  el importe de las deudas que parten de tasaciones elevadas y no reales. ¿Y qué decir de las procedentes en suspensiones de pagos y de la valoración del suelo?

No todas la entidades están igual, y me hubiera gustado en profundizar mediante un análisis discriminante saber ¿qué factores han incidido para estar en una determinada posición de liderazgo  real y cuáles  no? Me hubiera encantado contar en este seminario con algún representante del regulador, de los principales partidos y de algún alto  ejecutivo de las entidades financieras para saber lo que han hecho y lo que no, (mucho), en esta crisis.

Para  solventar estos problemas ¿qué se les ha ocurrido a nuestros dirigentes? Pues lo de siempre y lo más fácil: ya que el origen de la crisis era algo imprevisible y desconocido, recortemos el gasto y racionalicemos la estructura que habíamos creado en los años anteriores: la  “feina  del matalafer , fer i desfer ”. (La faena del colchonero hacer y deshacer).Para ello contamos  con la ayuda del FROB, los mismos dirigentes y de varios despachos y consultoras, (esos que salvo honrosas excepciones te preguntan por la hora, se quedan con el reloj y cobran elevados emolumentos por hora a cargo de …?)

La solución no es únicamente  cerrar unas cuantas oficinas y crear entes nuevos. Todo pasa porque  las entidades  ganen  dinero los próximos años  y esto va ineludiblemente unido a la situación macroeconómica del país y especialmente ligada a nuestra productividad y a la tasa de paro. La interdependencia entre sector financiero y la marcha de nuestra economía es muy grande debido al mayor grado de bancarización de nuestra economía.

En un país en el que necesita el crédito para crecer, es lamentable que la ministra Salgado ruege a las entidades financieras que le faciliten cifras del crédito real (seguimos trabajando para las estadísticas).

¿Cómo es posible que según las entidades se incremente el crédito y según otras fuentes disminuya? ¿Se tiene en cuenta las refinanciaciones que cubren el saldo pendiente, más comisiones, diferenciales más altos, primas de seguros, y demás gastos notariales y registrales? ¿Por qué se piensa que se podrán pagar estos préstamos cuando no se han podido pagar los anteriores? ¿Y qué me dicen de los créditos a promotor  que se siguen dando importes sobre valores del 2007,convirtiendo cuentas de crédito en hipotecarios, contabilizando los impagos de forma muy curiosa y al final cuando no hay más remedio para cuadrar la mora aparecen las daciones de pago?

El ahorro y los recursos son limitados y mientras la actual legislación prime independientemente de la solvencia el conceder préstamos al sector público, éste no irá al privado, salvo para compra de activos en manos de la banca.

El siguiente paso, Sra. Salgado, piénselo, es muy fácil: fijar el tipo de interés de los depósitos máximo  por decreto en el Euribor +1 y ya tiene solucionado las cuentas de resultados para los próximos años.

El reordenamiento de nuestro sector financiero, sólo ha hecho que empezar y es solo una parte de la lucha para que los de siempre paguemos la crisis y los de siempre, también sigan enriqueciendo mediante la socialización de las pérdidas.

Las declaraciones de  personalidades y  ex directivos van a pescar en rio revuelto y mueven sus peones para una segunda fase, pero si los accionistas, impositores, inversores, trabajadores, empresarios,   no vigilamos y controlamos  a nuestros dirigentes, éstos continuarán llenándose los bolsillos a nuestra costa y conducirán nuestro sistema financiero a un oligopolio.

No deja de sorprenderme la falta de coherencia en nuestro  país donde un huelguista es nombrado Ministro de Trabajo para desarrollar una Ley a la que se opuso y un presidente del principal partido de la oposición es incapaz de limpiar su partido lleno de corrupción, y que allí donde gobierna hace exactamente lo contrario de lo que preconiza. Así no podemos trazar ningún plan  B y ello es ineludible para no seguir perdiendo más tiempo. Esperemos que   todos realicen bien y pronto su cometido y que el mercado  no nos depare nuevas realidades  negativas pues la poca credibilidad que tenemos  la perderíamos, afectándonos tanto a los sanos como a los enfermos.