Conthe, las conjuras y los minoritarios que, por si faltaba algo, tendrán pronto un Libro Blanco

Entre los 13 expertos del famoso Código Conthe, los minoritarios brillan por su ausencia, a pesar de que muchos de los preceptos del citado códice tratan de darles voz y voto en las juntas y en otros momentos esenciales de la vida de las compañías cotizadas.

Manuel Conthe, que presentó ayer en Barcelona su Código, rodeado de algunos de los amanuenses a los que las empresas cotizadas no reconocen cómo representantes, insistió ante las preguntas de un asociado de Accter que los tendría en cuenta en sus alegaciones, lo que no está nada mal. Nunca es tarde, por inaudito que resulte.

El presidente de la comisión de valores, que habitualmente no se muerde la lengua, dice que es “muy poco temeroso de conjuras y conspiraciones, y que sean varias no tiene más valor”. También, opina que lo importante es que lleguen los puntos de vista de las sociedades, no de los ejecutivos.

Sería un evento en este país que ocurriera algo así porque los minoritarios y las asociaciones de accionistas prácticamente ni pinchan ni cortan en la vida de las empresas, pero tampoco en la de la CNMV, a no ser que estemos hablando de otro mercado de valores hipotético, que todo es posible.

Suele ser recurrente que cuando casi todo está en contra, se acude al minoritario, pero no hemos visto a la CNMV a saliendo rebatir planteamientos peregrinos de algunos de los representantes de grandes empresas en los últimos tiempos, ni rechazando transacciones que no pasaban la prueba del algodón.

Poco o casi nada han hecho los últimos presidentes del organismo en situaciones similares. Ahí están las OPA sobre las constructoras, que se quedarán en una mayoría de casos en el aperitivo del 10%.

Por cierto, que tres ex presidentes de la CNMV forman parte del Comité Científico de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas, que ha presentado a Conthe el proyecto de libro blanco del accionista minoritario.

Igual hay suerte y en esta ocasión ponen toda la carne en el asador a favor de los accionistas minoritarios. Seria todo un evento. Por cierto, también hay bufetes de abogados en el comité científico de la citada asociación, bajo el amparo de Cremades. Tanta independencia nos sublima.

Lo bueno de los libros blancos es que están ahí para ser leídos, comentados y, como mucho, se convierten en materia de controversia y conferencia. Ahí están los últimos libros blancos de la televisión pública o el mismísimo del sector eléctrico, tan esperado como vituperado en la penúltima OPA. Sirvieron para mantener el sector parado durante el parto de los montes que finalmente parió un ratón.

Por cierto, esa idea de las conspiraciones esgrimida por Manuel Conthe debe ser nueva ¿Habrá releído a John Kenney Toole y a Ignatius J. Really?

Hasta ahora, sólo hemos asistido a críticas a un código que a fuerza de controlar situaciones bordea la intervención pura y dura. Eso sí, sólo con recomendaciones.