Es noticia
Los eléctricos cruzan los dedos a la espera de la decisión del todavía ministro
  1. Mercados
  2. Punto de Vista
Jesús García

Punto de Vista

Por

Los eléctricos cruzan los dedos a la espera de la decisión del todavía ministro

“Cuando un amigo se va, algo se queda en el alma”, cantan por lo bajini los eléctricos de pro, después de ver el embrollo en Cataluña

“Cuando un amigo se va, algo se queda en el alma”, cantan por lo bajini los eléctricos de pro, después de ver el embrollo en Cataluña y tras los resultados del referéndum que no sabemos si une, como en el caso de los alemanes -González dixit-, o desune. En el PSC, por lo pronto, ha habido un terremoto, que en esta ocasión no es una maragallada. Juzguen ustedes.

Lo que parece claro es que en el sector eléctrico, unos por unas cosas y otros por otras, están a punto de descorchar cava catalán. No hay mejor ocasión y todo por un motivo común, algo muy poco habitual desde que se desató la OPA de Gas Natural sobre Endesa e Iberdrola empezó a jugar el partido por su cuenta.

Con el PP no hubo titular de Industria y realmente fue un desastre porque el Ministerio es necesario, aunque con Montilla hemos pasado de cero a cien, de la inexistencia de una cartera a la omnipresencia del titular de la misma en todas y cada una de las operaciones habidas y por haber. Hay que recordarle diciendo que se mostraría en contra de una OPA sobre Repsol, en caso de que se produjera.

Igual ha hecho en todas y cada una de las operaciones importantes que se han producido en los últimos dos años. Los de Gas Natural han quedado saturados de las declaraciones de Montilla a favor de la operación. Tanto apoyo ha acabado por volverse en contra. Tres cuartos de lo mismo en La Caixa, bueno al menos eso piensan algunos.

El caso es que cuando se vaya dejará en manos de otros la capacidad de intervenir en la oferta de Gas Natural sobre Endesa y especialmente en la de E.ON, a 27,5 euros la acción. Montilla nombró a Maite Costa en la presidencia de la Comisión Nacional de la Energía y, si ahora se fuera a Cataluña, la verdad es que los apoyos empezarían a ser mucho más débiles, por encima de la independencia del organismo en la que a estas alturas nadie cree, como nadie ha creído con anteriores gobiernos.

No es cosa sólo de Montilla, todo hay que decirlo, eso de la intervención. A los políticos, por lo general, les basta estar en el machito para intervenir en todo aquello que tenga que ver con su cartera. El anterior equipo del PP hizo de las suyas en el ámbito económico y hay testimonios por doquier que en su día callaron y que ahora siempre recuerdan en los off the record.

Pero el caso de Montilla es especial porque ha conseguido también mantener durante más de nueve meses al sector semiparalizado por la espera a la publicación del famoso Libro Blanco, que después sirvió para poco y, además, al cabo del tiempo, tras la publicación de aquellos dos decretos, uno para E.ON y otro contra la “especulación” en el mercado, ha conseguido poner más levantisco aún al sector. Iberdrola, con su rebelión en toda regla en el mercado del pool, se ha convertido en el escaparate de esa pugna un tanto particular puesto que el resto más bien calla y otorga, al menos públicamente.

El Ministerio de Industria, esté o no Montilla, tiene que poner orden en el sector, entendiéndose con los distintos operadores. Y poner orden no significa necesariamente intervenir sino probablemente desregular allá donde sea necesario y poner en su sitio a quien corresponda. En los últimos tiempos Montilla ha estado probablemente pensando más en Cataluña que en el sector.

Lo dicho, los eléctricos están a punto de hacer una fiesta y brindar con cava, aunque cruzan los dedos, no vaya a ser que el que venga haga bueno a José Montilla.

Cuando un amigo se va, algo se queda en el alma, cantan por lo bajini los eléctricos. Si cuando llame a una eléctrica, la música de espera es una Sevillana, ya saben.

“Cuando un amigo se va, algo se queda en el alma”, cantan por lo bajini los eléctricos de pro, después de ver el embrollo en Cataluña y tras los resultados del referéndum que no sabemos si une, como en el caso de los alemanes -González dixit-, o desune. En el PSC, por lo pronto, ha habido un terremoto, que en esta ocasión no es una maragallada. Juzguen ustedes.

José Montilla