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Mittal-Arcelor: “La colonia se hace con el perfume” para enfado de los oligarcas rusos
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Jesús García

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Mittal-Arcelor: “La colonia se hace con el perfume” para enfado de los oligarcas rusos

“La colonia se ha hecho con el perfume” contrariamente a lo que pensaba Guy Dollé, el consejero delegado de Arcelor, que se había convertido en el

“La colonia se ha hecho con el perfume” contrariamente a lo que pensaba Guy Dollé, el consejero delegado de Arcelor, que se había convertido en el principal azote de la empresa anglo india.

Dollé no se arrepiente de nada porque, entre otras cosas, su actitud contraria a los indios y dispuesta a dejar la empresa en manos de un caballero blanco, ruso para más señas, ha provocado la efervescencia de la acción. También tendrá un sobrecoste para Mittal, que acabará pagando los platos rotos de 140 millones de euros como indemnización a Severstal. Alexei Mordashov se plantea denunciar a Arcelor para subir la compensación.

Los rusos han montado en cólera. La prensa rusa considera una jugarreta la posición de Arcelor. Califican de deshonesto el comportamiento del consorcio europeo porque creen que ha usado a Severstal para su propio interés. Algunos políticos rusos consideran que es una mala noticia para las relaciones entre la Unión Europea y Rusia, a pocos días de la celebración del G-8 en San Petersburgo.

La estrategia del francés, quien calificó a Mittal como la “colonia” frente al “perfume” de Arcelor, ha provocado enormes dosis de confusión que al final han doblado el brazo a Laskhmi Mittal, el empresario hecho a sí mismo, que representa la llegada a Europa de una nueva casta de hombres que ha forjado su fortuna en un modelo basado en los bajos costes salariales y la competitividad.

Laskhmi paga la fiesta y va a tener que hacer frente a una compañía surgida de las tres siderúrgicas más antiguas de Europa: de la Ensidesa española, de la luxemburguesa Arbed y de la francesa Usinor Sacilor, con sus correspondientes situaciones laborales ajustadas al conocido estado del bienestar. Un choque de modelo empresarial, con la marca India Inc., muy distinto al de las civilizaciones que prometía el politólogo americano Samuel Huntington y al que en Europa y Estados Unidos vamos a tener que acostumbrarnos.

Los empresarios anglo-indios han tenido que acordar la no agresión a las plantillas de Arcelor, aunque en un periodo de tres años. Aun así, tendrán que enfrentarse también a opiniones como la de la BBK, que tiene un 10% de la filial vasca de Arcelor ACB, un porcentaje similar al del Gobierno vasco.

Laskhmi Mittal ha logrado superar uno a uno todos los obstáculos surgidos de esta operación, politizada hasta la médula por el Ejecutivo luxemburgués y, cómo no, por el francés, y acogida con recelo por el ejecutivo español. Mittal ha cedido en lo más íntimo de su negocio y ha aceptado como plan industrial el defendido por Arcelor. Probablemente porque jugó al póquer sin plan alguno, algo que los hombres de Dollé intuían.

Europa, consciente de su capacidad limitada para competir, se ha rendido finalmente a ese nuevo modelo por encima de la endogamia prometida con los rusos, que ofrecían una forma de hacer negocios muy distinta y distante, aunque los de Severstal -cuya oferta tiene vigencia- van a pelear al menos por la indemnización.

La acción ha subido un 7% respondiendo a la oferta mejorada, pero aún quedan pendientes algunas incertidumbres que unos y otros deberán aclarar. Todavía no se sabe qué va a ocurrir con el acuerdo de Mittal con Thyssengroup, al que iban a vender la canadiense Dofasco a un precio inferior al que había pagado Arcelor. Ese asunto queda por ver y resultaba esencial como elemento de financiación de la transacción inicial y ésta es un 49% superior la oferta de enero.

La cotización de Arcelor es la mejor del Ibex. Se ha revalorizado casi un 80%. Y todo gracias a Dollé, que no quería ni ver a Mittal y se echó en brazos de Mordashov. Mittal pagará los platos rotos pero ha inaugurado una época en la empresa europea. Un empresario indio será el principal accionista de la primera siderúrgica del mundo, nacida del consorcio Arcelor.

“La colonia se ha hecho con el perfume” contrariamente a lo que pensaba Guy Dollé, el consejero delegado de Arcelor, que se había convertido en el principal azote de la empresa anglo india.

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