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Villar Mir y la meditada osadía de lanzar una OPA obsoleta
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Jesús García

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Villar Mir y la meditada osadía de lanzar una OPA obsoleta

Juan Miguel Villar Mir, ingeniero de Caminos, ex ministro de Economía, es un innovador. Ya lo habíamos visto con su presencia en el sector eléctrico, con

Juan Miguel Villar Mir, ingeniero de Caminos, ex ministro de Economía, es un innovador. Ya lo habíamos visto con su presencia en el sector eléctrico, con aquella participación bien vendida de Ferroatlántica en Hidrocantábrico que fue el primer paso para que la asturiana acabara en manos portuguesas, con el beneplácito del PP más liberal de los últimos tiempos. Vendió una empresa privada a una pública.

Pues bien, llevaba tiempo anunciando su interés de lanzar una OPA, e incluso en alguna ocasión había insinuado que la idea de vender tampoco le resultaba extraña y quién sabe si acabará haciendo ambas cosas. Que haya hecho una OPA a un precio, de recochineo, por debajo de mercado, alimenta la idea de una próxima venta con el mínimo esfuerzo una vez superado el 50%.

El caso es que cada vez que hablaba de este asunto de la oferta, y lo ha hecho en varias ocasiones en los últimos meses, daba ánimos a un valor que capitaliza poco más de 1.660 millones de euros. No en vano, en un año ha ganado un 59%.

Quizá por hablar de modo tan relevante, con la CNMV silbando, los famosos fondos de capital riesgo han colocado el valor muy por encima de mercado y han dejado obsoleta la operación nada más nacer.

Obrascón Huarte Laín (OHL) es la sexta constructora española y cotiza en 18,50 euros, casi 3 euros por encima del precio que tiene previsto pagar el empresario en su oferta sobre el 100% de la compañía -a 15,61 euros- y sobre la que la CNMV todavía no se ha pronunciado. Hace un mes que está por encima de ese precio.

La obligación de lanzar la OPA se produce después de haber situado su participación en el 50,74 por ciento de la compañía gracias a un plan de compra de autocartera por el que adquirió un 2,3%.

Por cierto, que el mismo día que anunciaba la OPA alguien adquirió en mercado un 3% de la compañía a un precio también superior al ofrecido, a 15,90 euros la acción. Ese mismo día subió un 7% hasta los 17 euros y después ha vuelto a mejorar.

En el mercado se especula con la presencia de un fondo de capital riesgo, que habría apostado en OHL a la espera de algún movimiento corporativo.

Si con más del 50% se obliga a lanzar una OPA sobre el 100% y el que hace la oferta paga menos que el mercado, tiene garantizado el fracaso pero se garantiza también el cumplimiento de la norma.

Es una triquiñuela que tiene visos de ser aprobada por la CNMV. Ya lo ha hecho en operaciones similares, incluso en exclusiones de valores, porque estamos ante el precio medio de los últimos seis meses.

Pero supone una auténtica burla para el pequeño inversor y, si es aprobada, una muestra de cómo la norma puede ser superada echándole imaginación por no decir otra cosa.

Sería muy extraño que alguien acudiera a la oferta teniendo en cuenta que puede vender en el mercado a tres euros por encima, y quién sabe si pronto a un precio superior. Es un caso claro de oferta que nace obsoleta, inútil.

Villar Mir, que ya tenía una posición preeminente en la compañía, podrá mantener el control con un coste mínimo y vender si así lo desea, aunque si la OPA va adelante habrá creado una escuela de cómo ningunear a todos sin despeinarse. Y lo que es mejor, la nueva norma de OPA tampoco parece que pueda hacer mucho en este sentido.

Juan Miguel Villar Mir, ingeniero de Caminos, ex ministro de Economía, es un innovador. Ya lo habíamos visto con su presencia en el sector eléctrico, con aquella participación bien vendida de Ferroatlántica en Hidrocantábrico que fue el primer paso para que la asturiana acabara en manos portuguesas, con el beneplácito del PP más liberal de los últimos tiempos. Vendió una empresa privada a una pública.

Juan Miguel Villar Mir