Pizarro ataca a Acciona mientras que La Caixa engorda su zurrón al hacer caja con Sabadell

Manuel Pizarro, en su línea beligerante habitual con todo aquel que no le ofrece lo mejor a sus accionistas, ha atacado duramente lo que considera una operación meramente de carácter financiero por parte de los Entrecanales en Endesa y ha recordado que las únicas OPAs vivas son las de Gas Natural y E.ON.

Gas Natural, lejos de haber retirado su oferta, que ha quedado totalmente obsoleta, se refuerza en su línea de actuaciones contra E.ON y Endesa porque, entre otras cosas, la alemana recibió mucha más información sobre la realidad de la eléctrica que la empresa gasista, tal y como se desprende de las últimas actuaciones judiciales en Estados Unidos.

Lo cierto es que la justicia americana y la SEC estadounidense están permitiendo a los accionistas españoles enterarse de muchos más detalles de la realidad de la pugna y los contactos entre E.ON y Endesa que si sólo contáramos con la CNMV. Cosas de la regulación, que al ser global acaba resultando positiva para los accionistas que quieren estar al tanto de las cosas.

Pues bien, en esta tesitura, La Caixa, como accionista esencial de Repsol y de Gas Natural, gana protagonismo cada vez que se produce la venta de una participación. En este caso está soltando lastre en Sabadell y ya ha vendido un 7,9% del capital -con una plusvalía de 650 millones-, con ánimo de abandonar la participación total en el banco, que alcanzaba el 12,45%, donde últimamente han entrado accionistas variados de la nueva hornada de los ricos inmobiliarios y promotores de la última etapa bursátil.

Esto sin perder de vista en el Sabadell a José Manuel Lara, que amplía su participación, así como Isak Andic, el que llaman hombre más rico de España, el dueño de la cadena Mango, y al mismísimo Josep Oliú, sin olvidarnos de Joaquín Folch- Rusiñol Corachan.

La Caixa se embolsa ni más ni menos que 813 millones de euros en una operación que refuerza el músculo de la entidad y da pie a todo tipo de interpretaciones, a la vista de que el melón de la OPA sobre Endesa está más abierto que nunca.

Los expertos creen que Gas Natural mantiene la oferta para seguir al tanto de todo lo que ocurre en torno a la operación y defender sus intereses, aunque hay quien insiste en que si quiere pujar por Endesa contra E.ON encontraría apoyos suficientes, independientemente de esa vía surgida por el lado de los Entrecanales dispuestos a comprar, como han dicho, siempre y cuando influyan en la gestión de la empresa, algo que se torna realmente difícil.

No parece que los de Pizarro estén por la labor de dar alegrías a los Entrecanales, entre otras cosas porque una OPA a 35 euros es mejor que nada y, sobre todo, porque, además, el mercado sigue insistiendo en que la eléctrica vale algo más.

Endesa cerró ayer en bolsa a 35,43 euros, es decir por encima de los 35 iniciales que quiere pagar E.ON. Los alemanes se movilizan estos días en España para tratar de ganar la batalla de la opinión publica, hasta ahora aparentemente abandonada mientras que en el mercado existe el convencimiento de que acabarán pagando hasta 38 euros la acción por lo menos.

Algunos analistas estiman que si Gas Natural no se ha retirado podría dar alguna sorpresa en el caso de que se produzca la puja a través de los famosos sobres, de otra forma no se entiende muy bien su posición actual. El papel que pudiera jugar en todo este entramado La Caixa es esencial. Lo cierto es que la venta de participaciones le ha permitido acumular un enorme zurrón de recursos propios que bien podrían ser usados en el asalto a la eléctrica, aunque también en el desarrollo en el Este y otros lugares de crecimiento futuro e imprevisible.

De paso, el Sabadell queda liberado en un doble sentido. Sin la presencia de La Caixa tiene más margen de maniobra, pero pierde el apoyo financiero y el sustento que supone tener dentro a la primera caja de España. Se abre auténticamente la veda para que el Banco que preside Josep Oliú pueda plantearse una operación de mayor calado que las últimas llevadas a cabo, aunque ellos siempre han dicho que para sumar les gusta mandar, como a casi todos en el ámbito de la banca mediana.

Mientras tanto Acciona sigue a la expectativa de ver si se produce algún cambio de opinión en entidades como Caja Madrid, que continúa encastillada en Endesa sin mostrar sus cartas, que seguramente pasarán por acudir a la OPA de E.ON. Si la política no vence finalmente, la realidad de las finanzas llevaría a una venta, pero esto es algo absolutamente imprevisible, quien sabe si ciclotímico. Depende más de las personas que de los beneficios reales, como siempre ocurre cuando en el fondo está en juego la españolidad de la mayor empresa del país, algo que pesa mucho más de lo que siempre se dice tanto en el Gobierno como en la oposición, al menos en una parte.

Los contendientes en la OPA sobre Endesa juegan sus bazas sin enseñar del todo sus cartas porque será en 2007 cuando todos tengan que sentarse de nuevo a la luz del brasero a jugar de verdad. Con dinero y quien sabe sí con acciones también sobre el tapete. Mientras que la acción aguante por encima de los 35 euros, la vida es bella y ahí está sólo E.ON como garante de eso dinero, salvo sorpresas de penúltima hora.