Es noticia
ZP convierte a Endesa con Enel en un estrambótico laboratorio energético europeo
  1. Mercados
  2. Punto de Vista
Jesús García

Punto de Vista

Por

ZP convierte a Endesa con Enel en un estrambótico laboratorio energético europeo

Manuel Pizarro aprieta los dientes ante la última andanada del Gobierno a la OPA sobre Endesa. La aparición de Enel pone de manifiesto las debilidades de

Manuel Pizarro aprieta los dientes ante la última andanada del Gobierno a la OPA sobre Endesa. La aparición de Enel pone de manifiesto las debilidades de la operación de E.On, que, pese a contar con el apoyo de Merkel, ha confiado en las reglas del mercado. Pero éstas son insospechadas, maleables e interpretables, según el caso y el lugar.

La Comisión de Valores se sacó de la manga la obligación de ir al sobre cerrado cuando ya no existía competidor alguno, porque los de Gas Natural se habían retirado. Y poco justificable puede resultar una norma hecha, se supone, para defender a los accionistas que impide elevar el precio.

Es simplemente un despropósito, como lo está siendo la gestión de la crisis por E.On, que debería haber comprar el 25% de Endesa y luego haber lanzado la OPA. Ahora es posible que haga caso a Goldman Sachs y se lance por el 25% de Enel, aunque nadie le garantiza la neutralidad del Gobierno de Prodi, tan dado a los escarceos políticos y los episodios de nacionalismo empresarial. Un 32% de Enel en manos del Estado podría dar lugar a un defensa férrea de sus intereses frente a los ‘tedescos’.

Dice Jonathan Todd que las empresas públicas pueden comprar privadas, por supuesto, pero sus argumentos son tan vanos como contradictorios en la realidad práctica. Enel quiso hacerse con Suez y los galos lo impidieron con una fusión organizada. Endesa quiso hacerse con Edison, pero el gobierno italiano de Berlusconi ya tenía organizada la puja.

Lo más difícil para Wulf Bernotat es justificar ante sus accionistas lo mal que lo está haciendo en España, aunque sea por esos elementos endógenos que surgen como setas en su camino y brotan como arbolitos monclovitas impidiendo el desarrollo de los acontecimientos. Enel, igual que Acciona, quieren mandar en Endesa pero sin lanzar OPA alguna, lo que resulta en sí mismo una contradicción.

Las tesis del troceo en tres partes procedente de JP Morgan en Italia es para España otra muestra de su desconcierto energético, aunque respondería a esa nueva fórmula de Joan Clos -aquí cada cinco meses cambiamos de estrategia- de que ninguna empresa tenga más del 30% del mercado. Al final, logramos poner en marcha una empresa en la que producción y distribución estén separadas, mientras que los demás mantiene intactos sus monopolios, ahora de gas y electricidad.

José Luis Rodríguez Zapatero, con sus actuaciones compulsivas en el sector, está dando muestras de la inexistencia de una política energética concreta y de una ausencia de dirección que amenaza con convertir a nuestro país en laboratorio de Europa. Todos vienen a hacer aquí lo que en sus países no se puede y ZP, con su equipo gestor, sonrisa en ristre y con sus cambios de humor constantes, abre el campo hacía no se sabe dónde.

Esta semana se verá con Angela Merkel en el foro energético europeo para darle cuenta de ese nuevo eje empresarial Madrid- Roma, una línea vertical que se pierde cuando empezamos a analizar operación por operación. Quién sabe si, como pidió Durao Barroso, se ponen en ese cónclave las bases para iniciar una política energética común, aunque las empresas van por delante de los políticos, que nunca pueden vivir sin inmiscuirse.

Hoy el PP denuncia ante la CNMV el intervencionismo del Gobierno en el asunto Enel- Endesa. Probar la concertación es realmente tan difícil que permite ver cómo unos y otros hacen comunicados que provocan rechifla y resignación.

Si el resultado de la entrada de Enel en Endesa es el troceo, será un fracaso más. El acuerdo con E.On hará una empresa ingobernable -como EADS- y los argumentos industriales de la entrada de Acciona siguen sin conocerse, así que no parece que pinte bien la mezcla que se está haciendo en el tubo de ensayo español. Puede resultar explosiva o, cuando menos, estrambótica.

Manuel Pizarro aprieta los dientes ante la última andanada del Gobierno a la OPA sobre Endesa. La aparición de Enel pone de manifiesto las debilidades de la operación de E.On, que, pese a contar con el apoyo de Merkel, ha confiado en las reglas del mercado. Pero éstas son insospechadas, maleables e interpretables, según el caso y el lugar.

Endesa Manuel Pizarro