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La inversión extranjera observa estupefacta los delirios del Gobierno ZP
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Jesús García

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La inversión extranjera observa estupefacta los delirios del Gobierno ZP

Que la Bolsa española haya ganado un 5,27% desde enero y sea la peor de Europa no es una casualidad. Los inversores foráneos se tientan la

Que la Bolsa española haya ganado un 5,27% desde enero y sea la peor de Europa no es una casualidad. Los inversores foráneos se tientan la ropa cuando les hablas de España porque temen un impacto negativo en el crecimiento económico por los coletazos de la situación inmobiliaria, que ha empezado a mostrar sus fauces no sólo con la crisis de valoraciones en la bolsa, sino también por el inicio de la caída del precio de los activos.

Los grandes bancos de inversión internacionales, además, toman nota de escándalos como el vivido en la CNMV tras la OPA de Endesa y la dimisión de Manuel Conthe, la intervención descarada del Gobierno y un erre que erre constante con notas de color como el coitus interruptus de la subida de la luz. En esta tesitura, que la oposición solicite la dimisión de Joan Clos, ministro de Industria, por el cambio y marcha atrás del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la subida de la luz, es como lanzar fuegos de artificio en una noche nublada.

Si la tarifa iba a subir un 1,8% y, además, quedaban dos subidas tal y como se había vendido a los cuatro vientos poco después del debate presupuestario usando criterios fundamentados en la marcha de los mercados internacionales -el crudo sigue al alza-, y de repente se da marcha atrás, resultan necesarias explicaciones más allá de una declaración solemne de María Teresa Fernández de la Vega tras la reunión del Consejo de Ministros. Unas palabras que venían a subrayar algo así como que Zapatero no miente en sede parlamentaria y que por eso dijo que la luz no subiría más que el IPC. Es un despropósito tras otro después de aquella sesión de control en la que ZP decía lo de la luz y el IPC, y Rajoy le echaba en cara que subía la tarifa para alegrar los ingresos de sus amigos los Entrecanales tras la OPA de Enel y Acciona sobre Endesa.

Vino después una opinión que suele pintar lo justo cuando las decisiones están tomadas, pero que ganó en relevancia a la vista de los últimos acontecimientos. La CNE le decía al Gobierno que no entendía los números usados por Industria para justificar la subida. Maite Costa, nombrada por José Montilla, le daba un revés al Ministerio de Industria de Joan Clos y codirigido por Ignasi Nieto. Clos sabe poco, pero Ignasi Nieto se supone que es el experto. A ver si va a pasar como con Folgado.

El Ejecutivo cabalga a sus anchas en este sector regulado y no quiere enemistarse con los 23 millones de consumidores domésticos de luz y electricidad. Prefiere, como siempre, sacudirle de cara a la galería a las eléctricas a las que finalmente arregla el déficit tarifario. El sector está que trina porque sabe que sus cuentas no le salen, y mucho menos en etapa pre electoral. ¿Habrá adelanto? Ellos llevan años pidiendo subidas de más del 20% como se han producido en otros países, pero Spain is diferent, igual que lo ha sido con la moratoria nuclear o los CTCs. El sector es experto en ese llanto continuado y, finalmente, suele conseguir recompensa, aunque ahora se han topado con personajes como Clos o Nieto, que abiertamente insisten en que las eléctricas no deberían ganar tanto.

Es curioso mantener un sector aparentemente abierto a los mercados de valores en el que no se mueve un dedo o una acción -si hablamos de cambios de propiedad- sin el beneplácito del Gobierno de turno. Esta alocada decisión del Ejecutivo -como otras tantas- son fruto de esa especie de histeria compulsiva que viven los dirigentes del Ejecutivo cuando saltan de un caballo a otro sin avisar. Un comportamiento que, sin embargo, tiene resultados radicales. Aquí no se entra si no es con su permiso. Lo hicieron en la OPA de Endesa. Saltaron de Gas Natural a Enel y Acciona, y han dejado en la cuneta a E.On y otros tantos que quisieron entrar. Ahora les crece el pelo de la dehesa con Suez, que se quiere colar de rondón en Gas Natural.

El futuro se tuerce. El Gobierno participa en todas las decisiones con criterios cambiantes que hacen pensar en episodios de inseguridad jurídica y, lo que es peor, en un momento que apunta a cambio de ciclo con el sector inmobiliario en el foco y los mercados mundiales bullendo, subidos en la cresta del apalancamiento, en una carrera loca de operaciones corporativas.

Y una parte del Gobierno vendiendo que el presidente coarta u obstaculiza las decisiones de uno de sus ministerios más ciclotímicos. La preocupación extranjera empieza a tomar dimensión mientras la política cotidiana ofrece retazos de desconcierto gubernamental. Ya te digo. De sainete.

Que la Bolsa española haya ganado un 5,27% desde enero y sea la peor de Europa no es una casualidad. Los inversores foráneos se tientan la ropa cuando les hablas de España porque temen un impacto negativo en el crecimiento económico por los coletazos de la situación inmobiliaria, que ha empezado a mostrar sus fauces no sólo con la crisis de valoraciones en la bolsa, sino también por el inicio de la caída del precio de los activos.

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