Es noticia
Una bolsa esquizoide se pone la crisis por montera. ¿Hasta cuándo?
  1. Mercados
  2. Punto de Vista
Jesús García

Punto de Vista

Por

Una bolsa esquizoide se pone la crisis por montera. ¿Hasta cuándo?

La bolsa mantiene un comportamiento esquizoide. Es capaz de vivir en una semana el mejor y el peor día del año. Ha oscilado 2.000 puntos de

La bolsa mantiene un comportamiento esquizoide. Es capaz de vivir en una semana el mejor y el peor día del año. Ha oscilado 2.000 puntos de junio -máximos del año- a septiembre, mínimos del ejercicio. Y pese a la crisis, hay quien piensa ya en los 15.000.

Ha habido una rotación de carteras impresionante. Una salida, pies en polvorosa, de los fondos de inversión extranjeros que han abandonado a la banca mediana y al sector constructor e inmobiliario en bloque. En la banca empieza a haber más de una bicoca. El PER más alto entre los bancos medianos es 12, el del Popular, frente al 5,9 de Banesto.

Hay quien ha llegado a plantear que Telefónica se había convertido en el ariete de la subida, apoyada institucionalmente como única alternativa frente a los bancos sacudidos por esa fiebre vendedora irracional internacional. Pesa mucho en el Ibex y no parece estar expuesta. Pese a su alto endeudamiento, destaca su capacidad para generar caja.

Santander tiene mucho que explicar sobre las posiciones de Abbey y BBVA también respecto a sus últimas adquisiciones en Estados Unidos. Lo cierto es que no se esperan sustos, pero hay que ver sus números con lupa. Tampoco pueden estar tanto tiempo sin ofrecer información las cajas, primero sobre sus participaciones industriales, y después respecto a los créditos a promotoras inmobiliarias.

El Banco de España utiliza el silbo para estos casos y se ve que en el sector no hablan el idioma de la isla del Hierro. Tres meses para saber qué ha ocurrido con el sector es mucho tiempo.

Igual ocurre con los grandes créditos solicitados por las grandes fortunas para comprar grandes paquetes de acciones de bancos, eléctricas y energéticas. El proceso de penalizaciones está siendo arduo, duro y complicado. El silencio es cómplice, pero se notará en las rentabilidades de sus sicavs y en la capacidad de unos y otros para realizar activos con el fin de cubrir pérdidas.

De todos modos, son muchos los que con esos cinco por ciento que compraron mantienen ganancias superiores a lo que les hubiera costado el pago de impuestos, así que no pierden la esperanza de que el susto se quede en el interbancario y no profundice más en los mercados de deuda privada.

Lo cierto es que la rebaja de tipos de interés llevada a cabo por Estados Unidos sólo invita a pensar que la mayor economía del mundo está a punto de pinchar y que Bernanke seguirá bajando el precio del dinero como señalan algunos hasta el 4,25% cuando antes. Debería ser un alivio para todos, aunque el dólar puede sufrir un hundimiento que sitúe a la nación más rica del mundo al borde del impago de su enorme deuda.

Tampoco parece que se haya solucionado la crisis de confianza existente, ni mucho menos que el sector inmobiliario haya dado muestras de andar. Está seco el interbancario, algunas emisiones de deuda arrancan pagando un potosí y el sector inmobiliario vive días de penuria que empiezan a trasladarse a los consumidores. La economía americana, a punto de arder, y los índices americanos, alemanes y españoles cada vez más cerca de los máximos, debería resultar cuando menos preocupante.

Igual la bolsa se convierte en el único refugio de todos y la calidad se encuentra en los beneficios y la solidez de una veintena de compañías en el mundo. Los mercados no paran de enseñarnos cada día, de darnos alegrías y sobresaltos en un río continuo de acontecimientos inicialmente incomprensibles. Ahora mismo, los mercados son pura confusión, irracionalidad a espuertas y comportamientos que rozan la esquizofrenia ¿Será el futuro?

La bolsa mantiene un comportamiento esquizoide. Es capaz de vivir en una semana el mejor y el peor día del año. Ha oscilado 2.000 puntos de junio -máximos del año- a septiembre, mínimos del ejercicio. Y pese a la crisis, hay quien piensa ya en los 15.000.

Salidas a bolsa