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Rato dice adiós al FMI con un fondo de miedo a la crisis americana y un PP burbujeante
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Jesús García

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Rato dice adiós al FMI con un fondo de miedo a la crisis americana y un PP burbujeante

Rodrigo Rato se despide esta semana del Fondo Monetario Internacional con un panorama de crisis subyacente en la economía estadounidense y unas bolsas burbujeantes por la

Rodrigo Rato se despide esta semana del Fondo Monetario Internacional con un panorama de crisis subyacente en la economía estadounidense y unas bolsas burbujeantes por la esperanza de que la Reserva Federal baje de nuevo el precio del dinero.

Un FMI en plena reforma que no ha olido la crisis de las subprime, ni las consecuencias de una abrasiva política de tipos de interés bajos, obnubilado por el crecimiento económico americano. Lo mismo que las agencias de calificación, siempre ajenas a los shocks financieros. Parece como si no fuera con ellas.

De puertas para dentro, en el PP se niegan a perder a Rato como banderín de enganche de muchos adeptos que recuerdan los mejores momentos de la política económica de la era Aznar y se olvidan ahora de que el todavía dirigente del FMI fue desterrado por el líder espiritual como posible sustituto por que, entre otras cosas, estaba en contra de la intervención en Iraq.

El asunto ahora es una anécdota, pero Aznar hizo de él bandera propia hasta perder el norte creyéndose su propio cuento chino de las armas de destrucción masiva. Había entrado en esa fase en la que los políticos manifiestan su lejanía de la realidad cotidiana. Entre el síndrome de La Moncloa, la revolución del superego y el “nunca me ha hecho falta nadie para ser el mejor y servir a España”. Además, Rajoy le necesita más que nunca, otra cosa es que Rato quiera quemar cartuchos en una empresa baldía.

Rato, aunque no abiertamente, ha sido muy criticado en ámbitos empresariales y bancarios españoles al dejarnos huérfanos de representación en semejante organismo internacional. Un español menos en el escenario global. En un momento en el que las grandes empresas españolas son más multinacionales que nunca. Santander, BBVA, Iberdrola, Ferrovial, FCC, Acciona, Telefónica, son sólo algunas de las compañías con presencia abierta en Estados Unidos.

Se va Rato en un momento en que Europa se muestra abiertamente dividida no sólo sobre las funciones del FMI y del Banco Mundial, sino sobre su propia existencia y supervivencia con una política monetaria dictada por el Banco Central Europeo.

Los 25 han sido incapaces de llevar al G-7 una línea común de entendimiento sobre la necesidad de un euro fuerte o débil mientras que Estados Unidos ha apostado claramente con los hechos por una moneda débil. Sus exportaciones se van a convertir en el motor de la economía en caso de que el consumo falle.

Francia e Italia son ahora adalides de un euro menos fuerte frente a otros países como Alemania que persiste en la vieja idea de que un gran bloque no puede ser nada sin una divisa fuerte.

Rato se va del FMI en un delicadísimo momento de los mercados financieros y de la economía americana, sin haber solucionado algunos grandes problemas como Argentina, con el rechazo latente de la alocada revuelta chavista que va camino de llevar a Sudamérica hacia zonas de perdición económica y social sin límite. Con el yuan preso de las autoridades chinas y unas economías emergentes y BRICS poco preparadas para tomar el relevo de Estados Unidos.

Regresa a España tras un mandato quebrado por una crisis que dobla la esquina, con unos compañeros de partido que han entrado en un camino sin retorno y de fondo la voz que susurra a los Centaurus actuando como una especie de conciencia colectiva, por encima del bien y del mal.

Si entra en la empresa daría un gran paso al frente y si vuelve a la política sólo tiene cabida haciéndose un hueco a codazos como líder en el gallinero de los barones que es siempre cualquier partido de la oposición. Gallardón, Aguirre, Zaplana, Ana Botella llevan años batiéndose el cobre por un lugar en la gloria, que ninguno de ellos –seguro- querrá compartir.

Rato dice adiós a la vida global para volver al terruño. Sólo se comprende una elección así por motivos muy personales.

Rodrigo Rato se despide esta semana del Fondo Monetario Internacional con un panorama de crisis subyacente en la economía estadounidense y unas bolsas burbujeantes por la esperanza de que la Reserva Federal baje de nuevo el precio del dinero.

Rodrigo Rato