Rumbo Inversor
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Dónde debe invertir un inversor conservador a largo plazo
Cuanto mayor sea el plazo de la inversión mayor será la parte que deberá invertir en acciones, aunque le incomode la volatilidad que sufra la valoración de su patrimonio
La semana pasada expliqué por qué la inmensa mayoría de los inversores que invierten en renta fija van a perder dinero. En esta tesitura muchos ahorradores conservadores están optando por mantener todo o gran parte de su patrimonio en cuenta corriente. ¿Hacen bien?
Depende del tiempo que transcurra. La principal amenaza del dinero improductivo es la inflación. Hace unas décadas éramos muy conscientes de ello, pero ahora casi nadie la tiene en cuenta porque el nivel de crecimiento de los precios de los últimos diez años ha sido muy modesto.
Sin embargo, aunque se mantenga en niveles reducidos, a largo plazo sigue siendo muy relevante. Si el BCE consiguiera mantener el crecimiento de precios en su objetivo del 2% anual, en los próximos 10 años el dinero habrá perdido un 18% de su poder adquisitivo, en 20 años un 33% y en 30 años un 45% de su valor real.
Esto es con la tasa oficial de inflación, que cada vez es más difícil de estimar porque las horquillas de precios de casi todos los productos y servicios se están ampliando. Ya no hay un precio “estándar” para un kilo de tomates, ni para un bolso, ni para una cena en un restaurante, etc. Por ello, lo mejor es que cada consumidor o familia analice en qué se gasta el dinero y valore a qué ritmo suben los precios de los bienes y servicios que adquiere. Probablemente sus ahorros estén perdiendo poder adquisitivo más rápidamente de lo que indica la tasa oficial de IPC.
Los ahorradores deben tener muy en cuenta cómo varía el nivel de riesgo de las inversiones en función del tiempo que transcurra. A tres meses hay muchísimas más posibilidades de perder poder adquisitivo de manera significativa invirtiendo en una cartera de acciones que dejando el dinero en cuenta. Sin embargo a 20 años ocurre todo lo contrario. Una cartera razonablemente diversificada de acciones protege el patrimonio mucho mejor que la cuenta corriente en prácticamente cualquier escenario.
Por lo tanto, para todo inversor es fundamental considerar el horizonte temporal en el que realmente prevea que vaya a necesitar el dinero. Cuanto mayor sea el plazo de la inversión mayor será la parte que deberá invertir en acciones, aunque le incomode la volatilidad que sufra la valoración de su patrimonio. A ningún inversor le gusta sufrir vaivenes en el valor de su capital, pero si invierte a largo plazo debe convivir con ellos para proteger mejor el poder adquisitivo de su patrimonio.
Si usted es un inversor conservador y pide consejo en su entidad financiera probablemente le recomendarán una cartera de activos con la que usted esté tranquilo, pero el objetivo no debería ser su tranquilidad, sino rentabilizar y proteger el patrimonio durante el tiempo que transcurra hasta que necesite disponer de él.
Por otro lado, si usted es un inversor agresivo y quiere invertir a corto plazo, probablemente le recomienden una cartera de activos volátiles. En mi opinión esto tampoco es apropiado. La naturaleza de las inversiones es la que es. No se le puede pedir a una semilla de manzano que crezca y de fruto en tres meses. Sea quien sea el que la plante.
La semana pasada expliqué por qué la inmensa mayoría de los inversores que invierten en renta fija van a perder dinero. En esta tesitura muchos ahorradores conservadores están optando por mantener todo o gran parte de su patrimonio en cuenta corriente. ¿Hacen bien?