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Valores buenos, bonitos, baratos y pequeños
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Juan Gómez Bada

Rumbo Inversor

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Valores buenos, bonitos, baratos y pequeños

Las compañías de pequeña y mediana capitalización que no están directamente beneficiadas por los factores macro. Ahí es donde abundan las empresas de calidad.

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Valores buenos, bonitos, baratos y pequeños

No hace mucho tiempo las compañías que más valían en bolsa eran las grandes petroleras. Después, en la época de la burbuja puntocom, el sector con mayor capitalización era el de las “Telecos”. Posteriormente, en los años previos a la crisis de 2008, el mayor peso en los índices bursátiles era para los bancos. Hoy en día son las FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) y sus equivalentes Chinas (Alibaba, Tencent, etc) las compañías que lideran los rankings de capitalización bursátil.

Los tiempos cambian y los sectores que atraen la atención de los inversores también. La primera lección que podemos aprender de las épocas de las grandes petroleras, de los gigantes de telecomunicaciones y de los bancos, es que nada es para siempre. La mayoría de quienes compraron las acciones de estas compañías en sus años de esplendor han obtenido pérdidas o unas rentabilidades muy inferiores a las de la media del mercado.

Además del sector más “caliente”, hay otros factores macroeconómicos (inflación, guerras, grado de apalancamiento financiero, globalización, etc) que determinan el comportamiento los inversores. Estas circunstancias harán que estén dispuestos a pagar más o menos por determinados activos.

Las principales señas de identidad de la época actual son, en mi opinión, el proteccionismo (guerra comercial) y los tipos reales negativos en divisas fiduciarias (sin garantía ni límite de oferta). La política monetaria ultraexpansiva que están implementando los bancos centrales está provocando una elevada inflación de activos en gran parte de los valores cotizados (deuda pública, bonos privados y acciones de las grandes compañías más beneficiadas por el bajo coste de la deuda) que han hecho subir fuertemente a los mercados.

En este contexto, y al igual que en otras épocas de alzas bursátiles, quedan huérfanas muchísimas compañías de pequeña y mediana capitalización que no pertenecen a los sectores calientes y que no están directamente beneficiadas por los factores macro trending topic del momento. Ahí es donde abundan las empresas de calidad, que crecen de manera sostenida y que cotizan a precios muy razonables comparados con sus beneficios. En ese tipo de empresas es donde los inversores suelen obtener mejores retornos para su capital.

El problema es que normalmente estos valores no acaparan grandes titulares y permanecen en el olvido durante mucho tiempo. En esta tesitura, la tentación para comprar las compañías que no dejan de subir en bolsa es muy elevada. Por ello, es importante que los inversores no nos cansemos nunca de invertir en los activos que consideremos que tienen valor a largo plazo.

No hace mucho tiempo las compañías que más valían en bolsa eran las grandes petroleras. Después, en la época de la burbuja puntocom, el sector con mayor capitalización era el de las “Telecos”. Posteriormente, en los años previos a la crisis de 2008, el mayor peso en los índices bursátiles era para los bancos. Hoy en día son las FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) y sus equivalentes Chinas (Alibaba, Tencent, etc) las compañías que lideran los rankings de capitalización bursátil.

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