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2020, el año de los sectores
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Juan Gómez Bada

Rumbo Inversor

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2020, el año de los sectores

Las compañías con los mejores modelos de negocio tienen ventajas competitivas que les hacen aumentar su cuota de mercado incluso si la situación es mala

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Parece que fue hace años, pero hace tan solo unos meses los índices sectoriales de las empresas cotizadas se movían generalmente en la misma dirección. Si la economía iba bien, se beneficiaban bancos, petroleras, energías renovables, aerolíneas, supermercados, farmacéuticas, constructoras, etc. Si las previsiones de crecimiento empeoraban, todos los sectores se veían más o menos resentidos.

2020 ha roto esa dinámica. Particulares y empresas han cambiado. El consumo se ha desplazado y no demandan los mismos bienes y servicios que hace un año. El motivo principal es que el nivel de actividad económica que podemos mantener durante la pandemia varía muy significativamente de un sector a otro. Esto tiene su reflejo a nivel bursátil: se ha producido una disparidad muy superior a la habitual en la evolución de los índices sectoriales.

Un ejemplo el comportamiento de los subíndices del S&P 500durante lo que llevamos de año. Nada tiene que ver la evolución del índice del sector energía (-54%) o financiero (-23%) con el de tecnologías de la información (+22%) o consumo discrecional (+21%). Otra muestra es la oferta de productos de inversión de las entidades financieras. Este año casi todas las grandes gestoras se han puesto a comercializar productos con inversiones muy focalizadas en determinados sectores al calor de los buenos resultados de los últimos meses.

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En esta situación de los mercados, los inversores tienen dos opciones: entrar en el juego y tratar de predecir los sectores que van a comportarse mejor en los próximos meses o levantar la vista e intentar identificar las empresas con los mejores modelos de negocio dentro de cada sector. La primera opción es aparentemente más sencilla y genera resultados a corto plazo. La segunda requiere un grado de análisis mayor y el rendimiento diferencial se obtiene a largo plazo.

Debemos recordar que en todos los sectores crecen y quiebran empresas. Cuando un sector va bien, atrae nuevos competidores y, con el tiempo, los márgenes disminuyen. Por el contrario, cuando un sector sufre, muchos competidores quiebran y, con el tiempo, los márgenes aumentan. Esto seguirá siendo así. No lo ha cambiado la pandemia.

Las compañías con los mejores modelos de negocio tienen ventajas competitivas que les hacen aumentar su cuota de mercado de manera sostenida y sostenible. Tanto en los buenos momentos del ciclo, como en los malos. En mi opinión, son estas las inversiones que deberían llamar nuestra atención, no los sectores.

Parece que fue hace años, pero hace tan solo unos meses los índices sectoriales de las empresas cotizadas se movían generalmente en la misma dirección. Si la economía iba bien, se beneficiaban bancos, petroleras, energías renovables, aerolíneas, supermercados, farmacéuticas, constructoras, etc. Si las previsiones de crecimiento empeoraban, todos los sectores se veían más o menos resentidos.

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