Rumbo Inversor
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En la situación actual, ¿renta fija o renta variable?
En la situación actual de inflación, ¿cuál es la mejor estrategia inversión de bonos? ¿Es mejor invertir en renta fija o variable?
En abril de 2020, realicé un webinar con inversores para explicar cómo se había adaptado la cartera de Avantage Fund al parón de la actividad provocado por la pandemia.
En el turno de preguntas, llegó una muy interesante: ¿es el momento de invertir en renta fija privada? Era una pregunta muy apropiada porque no solo la bolsa se había pegado un batacazo, sino también los bonos con peor calidad crediticia ante la mayor probabilidad de que el brusco frenazo de la economía generase una ola de quiebras.
Avantage Fund es un fondo mixto que apenas invertía en renta fija debido a los bajos rendimientos de los bonos y así lo había explicado desde que nació el fondo en 2014. Sin embargo, en ese momento, las rentabilidades de la renta fija privada ya no eran tan bajas y podría tener sentido incluir algunos bonos en cartera.
La respuesta me salió de dentro: “más oportunidades que en renta fija, hay en renta variable”. Expliqué que si las empresas sobrevivían a aquella situación habría mucho más que ganar con las acciones que con los bonos. Y así fue. Considero un acierto en aquel momento haber seguido centrado en el análisis de empresas desde el punto de vista del inversor en el capital y no haber dedicado mi tiempo en ese momento al estudio de oportunidades en deuda.
En la situación actual, los bonos y las acciones también han sufrido fuertes caídas en precio. Esta vez por la expectativa de subidas de tipos de interés.
La rentabilidad de una parte significativa de los activos de renta fija vuelve a generar retornos positivos, después de gastos, si se invierte a largo plazo. Por lo tanto, es razonable plantearse la misma pregunta: ¿es el momento de invertir en bonos?
Hay dos grandes diferencias respecto a 2020: La primera es que los bonos han caído en media mucho más que hace dos años y las bolsas menos que en el parón de la actividad provocado por la pandemia.
En la situación actual, los bonos y las acciones también han sufrido fuertes caídas en precio. Esta vez por la expectativa de subidas de tipos
La segunda diferencia es que ahora tenemos inflación.
Teniendo en cuenta que nuestro objetivo es proteger y aumentar en poder adquisitivo de nuestro patrimonio, ya no nos vale con encontrar rendimientos nominales positivos. Debemos ir a por rentabilidades reales, descontada la inflación, positivas.
Por este último motivo, en mi opinión, todavía no es el momento de invertir una parte significativa de la cartera en renta fija. La inmensa mayoría de bonos están muy lejos de ofrecer rentabilidades reales positivas.
Es cierto que ahora hay mejores opciones de inversión en bonos que hace seis meses, pero también debemos señalar que, comparativamente, sigue siendo mucho más probable que obtengamos unos rendimientos satisfactorios a largo plazo en renta variable que en renta fija. Hay que tener en cuenta que los bonos comprados hoy no aumentarán su rendimiento a medida que los precios sigan subiendo, sin embargo, los dividendos de las acciones que hoy podemos adquirir sí suelen subir en media por encima de lo que aumenta la inflación.
En otras palabras, las buenas inversiones siguen siendo muy escasas en el mundo de la renta fija y mucho más habituales en renta variable. No digo que no se puedan encontrar oportunidades en bonos, digo que, si hay que elegir donde centrar los esfuerzos de búsqueda, creo que es mejor hacerlo en renta variable.
Más adelante, volverán los tiempos en los que las oportunidades abunden en los dos subconjuntos de activos, y las carteras equilibradas con renta fija y renta variable vuelvan a tener todo el sentido.
Puntualmente, también llegarán esos momentos excepcionales en que categorías enteras de bonos sean calificados como “basura” o “activos tóxicos” por los medios de comunicación y muchos inversores. En esos momentos, a diferencia del actual, será más probable encontrar excelentes oportunidades de inversión en renta fija que en renta variable.
En abril de 2020, realicé un webinar con inversores para explicar cómo se había adaptado la cartera de Avantage Fund al parón de la actividad provocado por la pandemia.