Fondos: ¿inviertes en conceptos o en personas?

¡Viva la era de las temáticas! Invertir es algo sencillo y divertido. Puedes entrar en la página web de tu entidad financiera y elegir entre miles de fondos para invertir. Ante una gama tan amplia de fondos, ¿cuáles son los destacados? Sin duda, los fondos temáticos.

Los ahorradores solamente tienen que elegir en qué conceptos de futuro quieren invertir (inteligencia artificial, blockchain, conducción autónoma, energías renovables, etc), seleccionan un fondo y se convierten en inversores. Los gestores de esos fondos invierten el dinero recibido en compañías de cualquier sector que tengan que ver con las temáticas elegidas.

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Por otro lado, sigue habiendo oferta de fondos segmentados por países (Estados Unidos, India, África, Latinoamérica…), por sectores (materias primas, agricultura, biotecnología…), por estilos de gestión (valor, crecimiento, dividendos…), por tamaño de las empresas en las que invierten (gigantes, pequeña capitalización…).

En conclusión, invertir es, para muchos, algo sencillo. Solamente hace falta elegir alguno de los atractivos conceptos que nos proponen para invertir el dinero. Otra cosa son los resultados, eso es “harina de otro costal”.

Vamos a traer esos súper conceptos hacia casa para entender lo que de verdad ocurre ¿qué opináis de un fondo que invierte en empresas españolas? Me diréis que eso no es garantía de nada porque se puede invertir bien, mal o regular eligiendo compañías españolas.

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Vayamos ahora a aquellas compañías españolas que utilizan o dicen utilizar inteligencia artificial. ¿Creéis que serán buenas o malas inversiones? Cuando las conocéis más de cerca pensaréis que “depende”, que no es oro todo lo que reluce. Vayamos ahora a los sectores y pensemos en hace 15 años para tener suficiente perspectiva temporal ¿Era similar invertir en Inditex o en Adolfo Domínguez? ¿Daba lo mismo elegir las acciones de Bankinter o las de Banco Popular? Por último, pensad en el sector en el que trabajáis. ¿Invertiríais en todas las empresas del sector o solo en algunas?

Cuando lo traemos a ejemplos más cercanos solemos ver que es mucho más importante elegir bien las empresas que elegir bien los conceptos. La verdad es que fuera y en sectores que no conocemos tanto, ocurre lo mismo.

Por estos motivos, también hay muchos otros inversores que no eligen conceptos, eligen las personas que dirigen los fondos. Lo que les convence es el criterio de Daniel, Elena o Miguel. ¿Qué tienen estas personas para confiar en ellos? Pueden ser varios los motivos: por los resultados obtenidos en el largo plazo, los criterios que utilizan para seleccionar valores, que ellos invierten en los fondos que dirigen, etcétera.

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Estas personas acertarán y se equivocarán, habrá mejores y peores profesionales, pero si algo tienen en común es que darán la cara en los resultados. Tanto si son buenos, como si son malos. En momentos malos, no podrán culpar al comité de inversiones como ente abstracto.

En estos casos a menudo se conoce más a la persona que el propio nombre del fondo o sociedad de inversión. Sin embargo, en los fondos que elegimos por conceptos no sabemos quién los dirige. ¿Es una persona, es un equipo, cuánto tiempo llevan, cuándo se marchan a otras gestoras? Todo esto es desconocido por la inmensa mayoría de los partícipes. Y es así porque las entidades financieras no quieren dar mucha visibilidad a sus empleados, no se vayan a ir a otra entidad y llevarse los clientes. Por ello, el esfuerzo se centra en vender conceptos atractivos e intercambiables según el momento de mercado. Sencillo y rentable.