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Rumbo Inversor
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Cómo ganarle la partida al banco
En la misma entidad, unos clientes no pagan comisiones de servicio (mantenimiento de cuentas, tarjetas, transferencias, depósito de valores, etc) y otros sí
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Un banco no es un comercio en el que todos los clientes pueden comprar los mismos productos a los mismos precios (PVP, precio de venta al público). Conviven productos de precios y calidades muy diferentes dirigidos al mismo tipo de cliente.
En la misma entidad, unos clientes no pagan comisiones de servicio (mantenimiento de cuentas, tarjetas, transferencias, depósito de valores, etc) y otros sí. Dos clientes similares en capacidad de pago que contraten en el mismo banco, el mismo día, una hipoteca del mismo importe, al mismo plazo y con las mismas vinculaciones, pueden tener una diferencia del 1% en el tipo de interés que pagan a 30 años. El 1% anual del saldo vivo de una hipoteca es mucho dinero. Hagan números.
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En depósitos no todos los clientes obtienen tampoco el mismo tipo de interés. Unos no reciben nada o casi nada por el ahorro y otros obtienen en el mismo banco rendimientos que superan el 2%.
En cada fondo de inversión, todos los partícipes que cumplan las mismas condiciones obtienen el mismo rendimiento; se ha encargado el supervisor de que eso sea así. Sin embargo, como las entidades comercializan miles de fondos, unos clientes invierten en productos que objetivamente son mucho mejores que otros, tanto en calidad como en comisiones. En esta situación, ¿eres de los que ganan o de los que pierden? ¿Qué se puede hacer para conseguir las mejores condiciones de los bancos? Dejo aquí mis consejos por tipo de producto:
Cuentas corrientes y comisiones de servicio. Lo más fácil es elegir una de esas entidades que no cobran a nadie las comisiones de servicio más simples. Otra opción es leer la letra pequeña y cumplir las condiciones más sencillas para que no nos cobren, como domiciliar la nómina o utilizar las tarjetas. Debemos olvidarnos de esos bancos que nos obliguen a contratar algo que no buscamos como un seguro, plan de pensiones o fondo de inversión para que nos quiten las comisiones.
En cada fondo de inversión, todos los partícipes que cumplan las mismas condiciones obtienen el mismo rendimiento
Hipoteca. Consejo número uno: en tu banco habitual, ni preguntes. Lo normal es pensar que por ser un cliente antiguo te van a dar mejores condiciones. La realidad es que por ese mismo motivo van a ser peores que para un cliente nuevo.
Lo mejor es utilizar comparadores por Internet. Al igual que ocurre en los seguros, es mejor comenzar la búsqueda de hipoteca a través de un comparador como iahorro, Gibobs, Rastreator o similar que acudir directamente al banco. Lo lógico es pensar que si me ahorro un intermediario obtendré mejores condiciones, pero no es así. Internet y las sucursales son dos canales de venta diferentes y los precios que aplican por los mismos productos son también diferentes. La diferencia de tipo de interés entre ambos canales ronda el 1% anual durante toda la vida del préstamo. ¡Por la misma hipoteca!
Otra opción es pedir a un amigo que haya obtenido un buen tipo de interés por su hipoteca el contacto de la persona (empleado de banca) que se lo haya tramitado. Pidiendo "yo quiero lo mismo que él" y teniendo habilidades de negociación, para que no te justifiquen un tipo mayor y lo aceptes, también se puede obtener un buen tipo de interés. No obstante, el tipo normalmente es peor que si vas directamente al mejor postor por Internet. Una vez formalizada la hipoteca eres un cliente más de esa entidad. Puedes utilizar sus sucursales, web y servicios en las mismas condiciones que los demás.
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Depósitos. Conviene estar atento a las promociones que veas en prensa o publicidad y leer la letra pequeña porque muchos ofrecen buenos tipos solamente a plazos muy cortos o por importes muy pequeños. Actualmente, la mejor alternativa a los depósitos son los fondos monetarios.
Fondos de inversión y planes de pensiones. Tienes que llegar al banco sabiendo dónde quieres invertir. Nada de que ellos te ofrezcan opciones porque te van a ofrecer lo malo y lo peor. Lo mejor es informarse previamente y pedir consejo a familiares, amigos o asesores independientes. Páginas web como Morningstar o Quefondos son también muy útiles para conocer detalles de los productos que vamos a contratar y compararlos con otros.
Después elegiremos el banco que tenga el fondo o fondos en los que queramos invertir. Si la cantidad es relevante para nosotros, merece la pena abrir cuenta en otra entidad que comercialice el que buscamos. No debemos conformarnos con un producto peor sabiendo que podríamos elegir uno mejor en otro banco. Una vez elegido el fondo o el plan, lo mejor es contratarlo por Internet. Cuanto menos contacto tengamos con el comercial de turno, menos tiempo perdemos y menos posibilidades de que nos traten de colocar otros productos.
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Termino destacando que las estrategias de los bancos consisten en darte las comisiones de servicio gratis con el objetivo de que dejes un saldo en cuenta sin remuneración o acabes contratando la hipoteca con ellos. Otro enfoque es darte buenas condiciones en la hipoteca esperando que contrates allí sus fondos de inversión o planes de pensiones. Cada banco tiene su estrategia y tú debes tener la tuya. Los bancos ganan principalmente con la masa de clientes perezosos que no se preocupan mucho por sus finanzas y hacen todo en la misma entidad. Los clientes ganan si ejercen su libertad y utilizan varias entidades, obteniendo en cada una aquello que ofrecen mejor y más barato. Si eres de los que ejercen esa libertad, no serás un buen cliente para el banco.
Por el contrario, si entras en una sucursal y dices: "Quiero abrir una cuenta, una hipoteca, contratar un depósito o invertir unos ahorros" sin saber previamente exactamente a por lo que vas, has perdido. Eres un corderito que entra en el matadero. Eres el bocado más sabroso para el banco.
Un banco no es un comercio en el que todos los clientes pueden comprar los mismos productos a los mismos precios (PVP, precio de venta al público). Conviven productos de precios y calidades muy diferentes dirigidos al mismo tipo de cliente.