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Necesitamos empresas como Ferrovial, ¿qué necesitan las empresas?
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Juan Gómez Bada

Rumbo Inversor

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Necesitamos empresas como Ferrovial, ¿qué necesitan las empresas?

El traslado de sede de Ferrovial ha provocado que gran parte de la opinión pública y los políticos valoren la relevancia de tener empresas grandes y competitivas a nivel mundial

Foto: Ferrovial. (Reuters/Susana Vera)
Ferrovial. (Reuters/Susana Vera)

El cambio de sede de Ferrovial ha provocado que gran parte de la opinión pública y los políticos vuelvan a valorar la importancia de contar con empresas grandes y competitivas a nivel global. En esta vida, a menudo hay que perder algo para valorarlo.

¿Por qué necesitamos las empresas?

La verdad es que sorprende y entristece ver que lo que más destacan los medios de comunicación y los políticos es la recaudación de impuestos. Las empresas aportan mucho más a la sociedad, incluidas aquellas que hoy no generan beneficios y que no tienen la seguridad de generarlos en el futuro.

Las empresas generan también conocimiento; oportunidades de desarrollo profesional; demanda a proveedores locales y empleo directo. Tras esta afirmación seguro que el foco de la mayoría vuelve a centrarse en el empleo directo e indirecto y en las cotizaciones a la Seguridad Social que pagan las empresas.

Sin embargo, lo más relevante, lo que saca de pobre a una sociedad, no son pagos (impuestos, cuotas sociales o nóminas) pasados o presentes sino las posibilidades de aportar valor en el futuro. Esas posibilidades dependen del conocimiento y de las oportunidades de desarrollo profesional de trabajadores de todo tipo de cualificación y nivel social.

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Sin conocimiento no se puede acceder a la mejor parte del pastel en ningún sector y, sin oportunidades laborales, se dificulta el ascensor social de aquellos que han nacido en hogares más humildes. Ferrovial ha permitido aprender y crecer a muchos profesionales que emprenderán nuevos negocios y que tendrán otras responsabilidades de mayor nivel en otras empresas. Esto se lo ha ofrecido a profesionales principalmente españoles. Ese es el mayor valor que ha aportado y que sigue aportando a la sociedad.

Precisamente, una de las organizaciones que claramente es consciente de la importancia de la sociedad del conocimiento es la Fundación Rafael del Pino, cuya sede y actividad continuará en España. Fomentar el conocimiento de emprendedores y dirigentes es su objetivo principal y para ello dedica muchos recursos a fondo perdido, desinteresadamente.

¿Qué necesitan las empresas?

Para que vengan más empresas de las que se marchan debemos conocer qué necesitan las empresas para nacer, crecer y querer seguir trabajando en un determinado país.

Lo primero que necesitan es libertad para constituirlas; contratar; desempeñar su actividad; despedir (aunque sea pagando un coste elevado); cambiar su sede o liquidar la empresa. Si no hay un marco jurídico que genere confianza al empresario y/o inversores las empresas elegirán otro lugar. Por ello, lo último que debe hacer un país es poner trabas a las decisiones empresariales.

Foto: El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura. (Europa Press/David Zorrakino)

Veámoslo desde fuera para coger perspectiva: Este fin de semana ha corrido como la pólvora en el mundillo de los inversores que el inversor Mark Mobius no puede sacar su dinero de China. China se ha desarrollado y ha crecido en las últimas tres décadas a ritmos espectaculares gracias a la inversión extranjera llegada de todos los rincones del planeta. La simple posibilidad de que los inversores no puedan recuperar su dinero lanza un mensaje nítido a la comunidad inversora: “Ni un euro más. Tonto el último en salir”.

No dejar recuperar su dinero a los inversores es como pactar un salario con un trabajador y no pagarle a final de mes. La confianza se desvanece muy rápidamente.

Volvamos al tema de Ferrovial. Los motivos que ha dado la empresa para cambiar la sede a otro país son el acceso a una financiación más barata, por tener Holanda mucho mejor rating que España, y el acceso al principal mercado de capitales del mundo, Estados Unidos, entrando en sus índices para que los fondos indexados puedan invertir en la compañía.

No dejar recuperar su dinero a los inversores es como pactar un salario con un trabajador y no pagarle a final de mes

Son argumentos muy racionales. La empresa quiere seguir creciendo y para ello necesita más capital, más barato. La sorpresa llega cuando nos damos cuenta de que no hemos prestado suficiente atención a este asunto. No era una prioridad facilitar a las empresas españolas que puedan cotizar en Estados Unidos entrando en sus índices.

Tampoco parece una prioridad desarrollar los mercados de capitales en España para aquellas otras empresas que tienen un tamaño menor al de Ferrovial. Faltan más recursos y más voluntad política para trabajar en esa dirección. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene que profesionales españoles creen, desde España, gestoras de fondos en Luxemburgo para ofrecer fondos luxemburgueses a inversores españoles y extranjeros? El motivo no son los menores impuestos, los costes totales son mayores; ¿Nos hemos preocupado por el pasaporte real de los fondos nacionales como sí han hecho en Luxemburgo?; ¿Nos hemos preguntado por qué los extranjeros apenas invierten en fondos españoles? Sin embargo, muchos españoles sí invierten en fondos americanos, en esos a los que Ferrovial quiere acceder trasladando su sede a Holanda y cotizando en Estados Unidos.

La parte positiva del cambio de sede de Ferrovial es que representa una oportunidad para darnos cuenta de ciertos aspectos que debemos mejorar. No vivimos aislados del mundo.

El cambio de sede de Ferrovial ha provocado que gran parte de la opinión pública y los políticos vuelvan a valorar la importancia de contar con empresas grandes y competitivas a nivel global. En esta vida, a menudo hay que perder algo para valorarlo.

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