Es noticia
¿Caducan los criterios de inversión 'value'?
  1. Mercados
  2. Rumbo Inversor
Juan Gómez Bada

Rumbo Inversor

Por

¿Caducan los criterios de inversión 'value'?

Cada inversor utiliza unos criterios específicos para determinar si una oportunidad de inversión es adecuada o no

Foto: Inversión. (Getty Images)
Inversión. (Getty Images)

Cada inversor utiliza unos criterios específicos para determinar si una oportunidad de inversión es adecuada o no. Lo racional es seguir esos mismos criterios cuando se toma la decisión de vender. Si una inversión ya no cumple con las circunstancias que motivaron la inversión inicial, lo lógico es desinvertir, siempre que el activo sea líquido.

Por ejemplo, un inversor que se basa en el análisis técnico observará atentamente las señales de compra y venta que se desprendan de sus gráficos. Por otro lado, un inversor cuyo único objetivo es comprar a precios bajos (estrategia deep value) optará por vender cuando la empresa en la que ha invertido deje de cotizar a precios que considere atractivos, con el fin de invertir en otra compañía que perciba como más económica.

Cabe destacar que cada criterio de inversión tiene un horizonte temporal asociado. Mientras que los inversores que se basan en el análisis técnico suelen optar por estrategias intradía o de corto plazo, aquellos que siguen la estrategia deep value tienden a mantener sus inversiones durante meses o incluso años.

Fuera de su horizonte temporal específico, los criterios de inversión pierden su utilidad. Para un inversor deep value, la cotización diaria de una acción es impredecible, mientras que, para un analista técnico, la cotización de una compañía en un año es igualmente incierta y el criterio de inversión queda «pasado de fecha».

Foto: Foto: Unsplash

Algo que no muchos conocen es que el criterio de comprar barato (criterio value por excelencia) también se pasa de fecha. No funciona cuando aparece un competidor que disrumpe el mercado o los clientes cambian sus preferencias de manera abrupta. Por eso los inversores value necesitan que las cotizaciones reflejen el valor que ellos han identificado lo antes posible. Antes de que cambie el entorno competitivo. Por ello, cada vez son más los inversores de este tipo que tratan de presionar a la dirección para que tome medidas para que el precio de la acción suba.

No obstante, esta urgencia contrasta con la imagen que los inversores value proyectaron en el pasado, donde se percibía que invertir era sinónimo de paciencia. Por otro lado, los intereses de estos inversores que buscan que se revalorice la acción en el medio plazo para hacer caja, y continuar su viaje yendo de flor en flor, no necesariamente ayuda a las empresas o a los empresarios que permanecen décadas invertidos en las compañías.

Por ejemplo, a veces se dedican recursos desproporcionados para tratar de hacer subir la cotización (contratación de analistas externos, campañas de comunicación, etc.) o se recompran acciones propias con el objetivo de hacer subir la cotización por la vía rápida en lugar de utilizar esos recursos para desarrollar más el negocio y fortalecer las ventajas competitivas que a largo plazo defenderán los beneficios futuros de la compañía.

Los inversores que invertimos a más largo plazo nos fijamos en esto último (ventajas competitivas) para seleccionar inversiones. Sin embargo, no podemos simplemente esperar a que los beneficios florezcan, sino que debemos seguir de cerca las decisiones y resultados de las compañías para evaluar el progreso de su modelo de negocio y el desarrollo de sus ventajas competitivas.

Además, para asegurarnos de que la empresa esté siempre buscando la manera de generar valor para los accionistas, y no se duerma en los laureles, es importante fijarse en una cosa más: la alineación de intereses entre directivos y accionistas. Este último criterio de inversión, que para nosotros es el más importante, es el que nos permite confiar en que las decisiones que tomen los directivos en el futuro serán, con mayor probabilidad, las adecuadas para proteger los intereses de los inversores.

En resumen, si queremos que el tiempo juegue a nuestro favor, debemos adaptar nuestro horizonte temporal al del negocio e invertir de una manera más acorde con la perspectiva de los empresarios, optando por criterios de inversión que no caduquen, como la alineación de intereses entre directivos y accionistas, o que tengan una durabilidad prolongada, como un modelo de negocio con ventajas competitivas.

Cada inversor utiliza unos criterios específicos para determinar si una oportunidad de inversión es adecuada o no. Lo racional es seguir esos mismos criterios cuando se toma la decisión de vender. Si una inversión ya no cumple con las circunstancias que motivaron la inversión inicial, lo lógico es desinvertir, siempre que el activo sea líquido.

Inversiones
El redactor recomienda