:format(png)/f.elconfidencial.com%2Fjournalist%2F768%2F0c2%2Fcd0%2F7680c2cd06490493ef111dbc0e63a68e.png)
Rumbo Inversor
Por
¿Cómo y por qué ha cambiado mi percepción sobre Nvidia?
La llegada de competidores que puedan desafiar la posición de Nvidia parece mucho más compleja de lo que pensaba hace unos meses
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F815%2F6b1%2F7fd%2F8156b17fdb8ce56683aad79f627cdf21.jpg)
En plena carrera para desarrollar los mejores modelos de Inteligencia Artificial generativa, Nvidia se ha convertido en un proveedor clave de tarjetas gráficas o GPU (Graphics Processing Units) para las grandes tecnológicas y la inmensa mayoría de desarrolladores de software a nivel global.
Hasta hace unos meses, pensaba que la valoración de Nvidia reflejaba un negocio comparable al de una empresa que, en plena fiebre del oro, vende herramientas como picos, palas y sartenes de bateo a quienes buscan riquezas. En este escenario, la explosiva demanda y los altos márgenes de beneficio de Nvidia parecían ser una consecuencia temporal de la elevada demanda y escasez de sus productos. Parecía que Nvidia había alcanzado su «momento dorado» a la espera de que eventualmente llegaran competidores ofreciendo productos similares a precios menores.
Sin embargo, mi percepción cambió cuando un directivo de una empresa de software me explicó que su organización no podía usar tarjetas distintas a las de Nvidia. Además, mencionó que esta situación era común para la mayoría de los desarrolladores de software a nivel global, independientemente de su tamaño. Esto es, en esencia, una definición funcional de monopolio.
Además, ese monopolio no solamente está protegido por la escala y desarrollo tecnológico necesario para poder ofrecer tarjetas competitivas a los clientes, sino que, sobre todo, por efectos de red (desarrollo de software que solo funciona con tarjetas Nvidia) y por enormes costes de cambio de proveedor: si una gran tecnológica o compañía de software quiere dejar de utilizar las tarjetas de Nvidia para utilizar las de otro proveedor tiene que reescribir el software en un nuevo ecosistema (empezar de nuevo) o implementar costosas migraciones que tardarían tiempo en ajustarse a las características del nuevo hardware.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F72f%2F78f%2F9d9%2F72f78f9d9cc63d70efe8dfcd95766461.jpg)
En el contexto de una carrera competitiva para desarrollar las mejores herramientas de inteligencia artificial generativa, el principio «Winner Takes All» (el que gana se lo lleva todo) cobra gran relevancia. En este tipo de negocios el primer actor en ofrecer un servicio útil a escala global suele obtener unas ventajas competitivas de escala y efectos de red frente a los demás que cuesta mucho superar. Ejemplos como Meta, Netflix o Amazon ilustran cómo esta dinámica ha beneficiado a líderes pioneros en sus respectivos sectores. Por este motivo, los clientes de Nvidia, deseosos de ser los ganadores en lo que ofrecen, no pueden permitirse el lujo de reescribir su software o asumir los altos costes asociados con la migración a otro proveedor.
Por esta razón, la llegada de competidores que puedan desafiar la posición de Nvidia parece mucho más compleja de lo que pensaba hace unos meses. Si ocurre, será más por errores estratégicos de Nvidia que por aciertos de sus rivales. Mientras Jensen Huang, fundador, CEO y uno de los principales accionistas, siga al frente, resulta difícil imaginar que alguien con menos recursos y una visión superior pueda amenazar la posición dominante de la empresa. En conclusión, el éxito de Nvidia no es un boom temporal sino que responde a una posición competitiva excepcional. Esto le permitirá capturar una parte significativa del valor generado por la inteligencia artificial a nivel global, similar a lo que lograron Intel y Microsoft con el desarrollo de los ordenadores personales hace décadas.
Tras analizar la situación competitiva de la empresa, confirmo que Nvidia cumple con los tres criterios de inversión que exigimos a nuestras inversiones:
- Alineación de intereses: Bajo la dirección de Jensen Huang, existe una gran sintonía entre los intereses de los directivos y los de los accionistas.
- Modelo de negocio excelente: Nvidia posee ventajas competitivas más fuertes y sostenibles de lo que pensaba previamente.
- Valoración razonable: Cotiza a un precio justificado por su capacidad de generar beneficios futuros. El precio no sería razonable para quien espere, como esperaba yo antes, una entrada de competencia capaz de minarle sus márgenes o arrebatarle su posición competitiva dominante en el medio plazo.
El éxito de Nvidia no es un boom temporal sino que responde a una posición competitiva excepcional
Por estas razones Nvidia ha sido recientemente incluida en las carteras de Avantage Fund, Avantage Pure Equity y Avantage Fund Plan de Pensiones.
Finalizo con algunas reflexiones sobre los monopolios. Tradicionalmente, se define un monopolio como la situación en la que existe un único proveedor de un producto o servicio sin competencia. Mi definición es menos estricta: considero un monopolio o cuasimonopolio a aquel proveedor que resulta muy difícil de evitar para la mayoría de sus clientes. Por ejemplo, hace cinco años era posible no utilizar Google, pero no era sencillo. De manera similar, hoy es complicado no ser cliente o usuario de Meta, Netflix, Microsoft o Amazon si te interesan sus categorías de productos y servicios. Si bien existen opciones, las alternativas son limitadas o menos convenientes.
Estos monopolios no se encuentran solo en la tecnología. Por ejemplo, en España quienes se dedican a la restauración pueden elegir que marca o marcas de cerveza venden a sus clientes, pero ¿cómo de fácil es decidir no vender Coca Cola? Ciertamente se puede, pero no es sencillo. Esta situación monopolística es también la realidad de Nvidia: para quienes dependen de su tecnología, evitarla no es una opción viable. Nvidia se ha convertido en una elección indispensable. Y esa necesidad es lo que respalda el valor de la compañía a largo plazo.
En plena carrera para desarrollar los mejores modelos de Inteligencia Artificial generativa, Nvidia se ha convertido en un proveedor clave de tarjetas gráficas o GPU (Graphics Processing Units) para las grandes tecnológicas y la inmensa mayoría de desarrolladores de software a nivel global.