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Las estructuras piramidales no funcionan en private equity
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Ignacio Sarría

Secretos del Private Equity

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Las estructuras piramidales no funcionan en private equity

Pocos podían dar crédito en Manhattan de lo que leían en las pantallas de Reuters el pasado viernes 12 de diciembre cuando, Bernard Madoff, ex presidente

Pocos podían dar crédito en Manhattan de lo que leían en las pantallas de Reuters el pasado viernes 12 de diciembre cuando, Bernard Madoff, ex presidente del Nasdaq, era arrestado por el FBI. Una estructura piramidal de 50.000 millones de dólares en el corazón de Wall Street, con la SEC como regulador y burlando a un club selecto de inversores y distribuidores financieros de primerísimo nivel, salía a la luz.

El fraude de Madoff era lo que faltaba para deteriorar aun más, si cabe, la poca confianza de los inversores en los mercados financieros en general y en productos de inversión alternativa en particular. Como prueba de ello, no hay más que echarle un vistazo a la redacción de la querella criminal contra Madoff registrada en la SEC , “nadie conocía las inversiones realizadas ni los estados financieros que se mantenían bajo llave y el propio Madoff era críptico respecto a sus actividades”.

Desgraciadamente la naturaleza humana no es perfecta y me temo que no será la última 'estructura Ponzi' que veamos, pero lo que parece muy difícil es que este tipo de fraude se refugie en fondos de private equity.

Los fondos de capital riesgo son por su propia naturaleza fondos cerrados, es decir, que todos los inversores entran con los mismos derechos y con la misma valoración durante el periodo de colocación que no suele durar más de doce meses.

Una vez el fondo ha sido captado ya no puede entrar ningún inversor nuevo, por lo que no hay ningún incentivo por parte del gestor para maquillar los estados financieros para así atraer a nuevos inversores. Asimismo, la imposibilidad de captar recursos de nuevos inversores a lo largo de la vida del fondo -que suele ser de diez años- hace imposible camuflar rentabilidades con aportaciones de nuevos inversores.

Por otro lado, las estrategias de inversión de los fondos de private equity son muy claras y se limitan a adquirir participaciones que suelen ser de control en compañías no cotizadas o que serán excluidas de cotización en un futro próximo.

Un fondo de private equity suele invertir en una docena de compañías de las cuales se da puntual información a los inversores. Cada trimestre se actualiza las valoraciones de las empresas en cartera en función del comportamiento de cada una de ellas.

Para hacer la cosa aun más complicada para los que quieran emular a Madoff, los fondos de private equity no reinvierten las plusvalías generadas, sino que son devueltas directamente a los inversores. Es decir, que cada vez que se vende una de las empresas invertidas las plusvalías van directamente a los inversores.

Consecuentemente, los fondos de capital riesgo se autoliquidan conforme las aportaciones son devueltas a los inversores a medida que se venden las inversiones en cartera en un plazo máximo de diez años. De esta manera, los gestores están obligados a volver a acudir a los inversores para captar nuevos fondos y sólo los que lo han hecho bien serán capaces de hacerlo.  

En los agitados tiempos que vivimos llenos de “cisnes negros” (eventos demoledores, inesperados y sin precedentes) parece que todo es posible, pero afortunadamente todo hace indicar que no nos equivocaremos asumiendo que los fondos de private equity no permiten fraudes piramidales.   

Aprovecho las últimas letras de la última tribuna del año para desear una Feliz Navidad a todos los lectores y confío que el 2009 nos traiga luz y confianza. Los próximos doce meses van a ser muy intensos y desde esta tribuna seremos testigos de excepción de lo que probablemente será el ejercicio más difícil de la historia del private equity.

*Ignacio Sarría es socio-director general de Arcano Capital

Pocos podían dar crédito en Manhattan de lo que leían en las pantallas de Reuters el pasado viernes 12 de diciembre cuando, Bernard Madoff, ex presidente del Nasdaq, era arrestado por el FBI. Una estructura piramidal de 50.000 millones de dólares en el corazón de Wall Street, con la SEC como regulador y burlando a un club selecto de inversores y distribuidores financieros de primerísimo nivel, salía a la luz.

Bernard Madoff