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Annus horribilis: ¿Qué le ha pasado a Harvard y Yale?
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Ignacio Sarría

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Annus horribilis: ¿Qué le ha pasado a Harvard y Yale?

No corren buenos tiempos entre los ejecutivos que gestionan el fondo de la Universidad de Harvard, conocido como “endowment”, a través del cual se financian muchas

No corren buenos tiempos entre los ejecutivos que gestionan el fondo de la Universidad de Harvard, conocido como “endowment”, a través del cual se financian muchas becas, programas de investigación y ampliaciones del prestigioso campus americano.

 Hace unos días se hizo público el informe anual de Harvard Management Company que gestiona el mayor fondo institucional del mundo relacionado con una institución académica, y que por primera vez en su historia sufre una hecatombe en sus resultados. En doces meses el fondo ha perdido un 28% de su patrimonio, que se sitúa entorno a 26.000 millones de dólares.  

Tampoco están muy contentos los vecinos de la Universidad de Yale, que han visto evaporarse un 25% de su “endowment” como consecuencia de las turbulencias ocurridas en los mercados financieros a lo largo de los últimos doce meses.

La excelente evolución de los patrimonios de las fundaciones de Harvard y Yale a lo largo de los últimos años les ha consolidado como una referencia indiscutible de gestión de cartera para muchos fondos de pensiones y compañías de seguros del todo el mundo. De hecho, muy pocos inversores institucionales pueden presumir de haber obtenido una rentabilidad anual superior al 10% a lo largo de las últimas dos décadas.

Los gestores de ambos fondos fueron innovadores en implementar estrategias de diversificación de activos (“asset allocation”) a largo plazo y otorgando un peso considerable cercano al 40-50% a inversiones alternativas como private equity, activos inmobiliarios y hedge funds.

Los activos tradicionales como renta variable y renta fija representan menos del 50% de la cartera y la asignación de Harvard y Yale a private equity en sus carteras es del 13 y 20% respectivamente, lo que les ha permitido obtener unas rentabilidades anuales cercanas al 20% a lo largo de las últimas dos décadas sólo en este tipo de activo.  

A pesar de los desastrosos resultados de los últimos doce meses, especialmente en lo que a inversiones alternativas se refiere, ni Harvard ni Yale han modificado sustancialmente sus estrategias de distribución de activos a largo plazo. En ambos casos se ha revisado el modelo de composición de la cartera para reducir el apalancamiento y reforzar la liquidez, pero el “asset allocation” no ha sufrido grandes modificaciones a lo largo de los últimos diez años.

Es obvio que el excesivo peso de las inversiones alternativas de Harvard y Yale ha provocado un drástico deterioro (25-30%) en el último año respecto a una cartera tradicional (60% renta variable y 40% renta fija) que ha perdido un 14% en el mismo periodo. Ahora bien, si echamos un vistazo a lo largo de la última década el resultado es muy diferente, proporcionando un 10% de retorno anual para las universidades respecto a un modesto 2% a la gestión tradicional. 

En cualquier caso, lo que hace singular la gestión de estos fondos no es su carácter innovador en lo que se refiere a construir carteras diversificadas y con una baja correlación con los mercados, sino su consistencia en la estrategia a largo plazo. En el caso de Harvard, la asignación a inversiones a Private Equity en 1995 era del 12% y para 2010 se mantiene en 13%, mientras en el caso de Yale es del 20%.

Como reconoce Jane Mendillo, CEO de Harvard Management Company “aunque tardaremos tiempo en recuperar las importantes perdidas de patrimonio durante los últimos doce meses, no modificaremos la estrategia de inversión a largo plazo que nos ha permitido obtener una rentabilidad anual superior al 10% a lo largo de las últimas dos décadas”.      

No corren buenos tiempos entre los ejecutivos que gestionan el fondo de la Universidad de Harvard, conocido como “endowment”, a través del cual se financian muchas becas, programas de investigación y ampliaciones del prestigioso campus americano.