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El 'cuento chino' del private equity
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Ignacio Sarría

Secretos del Private Equity

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El 'cuento chino' del private equity

A lo largo de los últimos cinco años se han captado aproximadamente 200.000 millones de dólares en nuevos fondos de private equity para invertir, a través

A lo largo de los últimos cinco años se han captado aproximadamente 200.000 millones de dólares en nuevos fondos de private equity para invertir, a través de compañías chinas en busca de financiación no bancaria, en la segunda economía más importante del mundo.

Se estima que diez mil compañías chinas han recibido financiación -quince millones de dólares de inversión media- de los cerca de un millar de nuevos fondos de private equity captados en China en el último lustro, que tienen como objetivo multiplicar por dos o tres veces el capital invertido.

A pesar de las atractivas expectativas de crecimiento del mercado chino, las inversiones en private equity no han experimentado los resultados esperados. El principal inconveniente en este mercado sigue siendo la escasez de oportunidades de liquidez para realizar las inversiones.

Los mercados de renta variable han sido históricamente la fuente principal de liquidez para dichos fondos, superando en algunos años más de doscientas salidas a bolsa con múltiplos de valoración entre ochenta y cien veces los beneficios esperados, consolidándose como la vía preferida de muchos gestores y empresarios chinos.

La corrección en los mercados de renta variable en China -un 10% de pérdida en lo que va de año, mientras el Dow Jones sube un 20% en el mismo periodo- ha paralizado la actividad de nuevos emisores, lo que ha supuesto un preocupante 'cuello de botella' para los gestores de fondos. En la actualidad hay más de siete mil compañías chinas participadas por fondos de private equity que ven con preocupación la "iliquidez" de sus inversiones.

A pesar de ser una de las escasas economías que pueden presumir de niveles de crecimiento superiores al 7%, las expectativas de muchos inversores institucionales y gestores que se decantaron por este mercado no se han cumplido. Un reconocido gestor americano apuntaba recientemente que "el capital captado para invertir en compañías chinas ha superado ampliamente el volumen de operaciones de private equity en este mercado, así como la capacidad para poder realizar las inversiones vía salidas a bolsa o ventas a un tercero".

En una década el mercado chino ha pasado de representar menos de un 1% del volumen del total de fondos captados de private equity a nivel global hasta un 15% en la actualidad. En lo que se refiere al volumen de inversiones, el mercado chino sigue siendo poco relevante y, a pesar de ser la segunda mayor economía, representa menos del 10% a nivel global.

La idiosincrasia del mapa corporativo chino dificulta que se lleven a cabo grandes operaciones apalancadas de control y se limita a operaciones minoritarias de capital desarrollo, lo que limita los volúmenes de inversión de los fondos respecto al mercado americano y europeo.

Hay mucho interés, tanto de empresarios como de las principales autoridades, para potenciar la inversión de private equity en China y consolidarse como fuente de financiación para la empresa privada. De hecho, el sector ha facilitado la constitución de fondos en moneda local y en la actualidad más del 70% de los nuevos fondos están denominados en renminbis, algo inusual en otros mercados emergentes donde el dólar sigue siendo la divisa de referencia para inversores y gestores.

La escasez de alternativas de liquidez de inversiones minoritarias en empresas chinas con atractivos niveles de crecimiento y la excesiva dependencia a los mercados de renta variable son lastres que tienen que ser corregidos para atraer a los grandes inversores institucionales a invertir en la que será, en unos años, la mayor economía del planeta.

A lo largo de los últimos cinco años se han captado aproximadamente 200.000 millones de dólares en nuevos fondos de private equity para invertir, a través de compañías chinas en busca de financiación no bancaria, en la segunda economía más importante del mundo.