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Asia a un lado, al otro criptos, y allá a su frente Estambul
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Clarisa Sekulits

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Asia a un lado, al otro criptos, y allá a su frente Estambul

La bolsa turca ha dado grandes alegrías a los inversores. El índice BIST100 se anota nada menos que un 37% en el año

Foto: Foto: Reuters/José Cabezas.
Foto: Reuters/José Cabezas.

El sueño dorado de todo inversor es acertar con el mercado que más va a subir en los próximos meses. Bien, pues ahora que cerramos el primer semestre desvelamos la lista de ganadores. Y la respuesta correcta era… Estambul. En realidad, la respuesta correcta era Zimbabue, pero ya vamos a eso más adelante.

La bolsa turca ha dado grandes alegrías a los inversores. El índice BIST100 se anota nada menos que un 37% en el año. En este contexto, el Equity Turquía de BNP Paribas, un fondo enfocado en este mercado, brilla como el más rentable entre todos los comercializados en España, con una revalorización del 47%.

Sin embargo, la alegría de los inversores es un reflejo de la desazón de los turcos, que se han visto obligados a comprar acciones de forma masiva para refugiarse de la inflación. El IPC local acumula una subida meteórica del 75% en términos interanuales. Y ante este drama, digno de telenovela, los ciudadanos han tenido que buscar inversiones en las que depositar sus ahorros para no perder poder adquisitivo.

Lo mismo ocurre con otras de las plazas más alcistas en lo que va de año, como Buenos Aires o Harare (Zimbabue), en las que las bolsas han subido al compás de la hiperinflación.

Más allá de la perspectiva geográfica nos encontramos con otro sector triunfador en bolsa: las criptomonedas. O, para ser exactos, las compañías tecnológicas que están vinculadas al tirón de las cripto y el blockchain. Y es que este segmento sigue viviendo un momento dulce. No sabemos cuánto durará, pero parece que de momento la música sigue sonando.

Si algo tienen de atractivo las monedas virtuales es su cualidad como valor refugio en contextos de inflación. Sobre todo de inflación galopante, en los que la divisa local se convierte en una brújula desmagnetizada, de esas que han perdido el norte. No es casualidad que en Venezuela el 10% de los ciudadanos posea criptos, el doble que en Reino Unido. O que el gobierno de Maduro lanzara el petro, la primera criptomoneda estatal. Si bien el petro acabó fracasando por un problema de corrupción. Lo cual tampoco es casualidad.

Si algo tienen de atractivo las monedas virtuales es su cualidad como valor refugio en contextos de inflación

Ojo porque esto no quiere decir que las criptomonedas supongan una cobertura idónea para la subida de los precios. De hecho, el Bitcoin experimenta su propia inflación, que las estimaciones sitúan en el 1,8% anualizado entre 2020 y 2024. Y los expertos indican que todavía le queda camino por recorrer antes de convertirse en un activo refugio relativamente fiable (y eso, sin tener en cuenta la fuerte volatilidad que le caracteriza).

Para los valientes que hayan llegado hasta este punto del artículo, aclaro que mi intención no es analizar lo que sucede en las bolsas o identificar oportunidades de inversión. Eso ya lo hacen fenomenal mis compañeros de la sección de Mercados de El Confidencial.

Lo que sí me gustaría es hacer una reflexión sobre aquello que tienen en común las grandes tendencias ganadoras que hemos visto hasta ahora. Y es que si hay un punto en el que coinciden Estambul y las criptos, Zimbabue y el blockchain es… ¿Lo adivináis? Efectivamente.

Ojo porque esto no quiere decir que las criptomonedas supongan una cobertura idónea para la subida de los precios

No existe mayor plaga bíblica para tu dinero, para el dinero de cualquiera, que la inflación. La subida de los precios implica simple y llanamente que tus ahorros valen cada vez menos. Que te permiten comprar cada vez menos cosas. Como si tuvieras un ratón debajo del colchón que estuviera royendo los billetes.

Ante este panorama hay dos opciones. La primera, muy al estilo de la Alemania de los años 20, es el carpe diem: gastar el dinero y hacerlo cuanto antes. Mañana es tarde. El problema es que esta opción, por divertida que sea, no deja mucho margen para preparar la jubilación. O ahorrar para la entrada de una casa. O sencillamente para contar con un colchón anti imprevistos. Así que las personas con un mínimo de vocación de ahorro se ven obligadas a la segunda opción: buscar activos en los que invertir. Alguno que a ser posible no pierda valor y si se puede revalorizar, mejor que mejor.

Se trata de un problema verdaderamente acuciante para muchos países del tercer mundo y, en general, economías sobrecalentadas, que son aquellas en las que la inflación se dispara.

Se trata de un problema verdaderamente acuciante para muchos países del tercer mundo y, en general, economías sobrecalentadas

Pero no os llaméis a engaño. La inflación también es vuestro problema. Puede que el IPC español no vaya a subir un 20% este año. Ni probablemente ningún otro, ya que el BCE tiene como objetivo mantener el aumento de los precios por debajo del 2% anual. Pero que no suba un 20% en un año no quiere decir que no pueda hacerlo en periodos más largos. De hecho, eso es justo lo que ha aumentado en los últimos cuatro años, según datos del INE. Y seamos sinceros… en ese periodo, ¿qué hiciste? ¿Buscaste refugio en algún tipo de activo? ¿Evitaste que tu dinero valga hoy menos?

Lo de la bolsa turca, o argentina o zimbabuense, o el boom de las criptos nos debería hacer pensar. Hay veces que la inflación llega así de sopetón y toca buscar estrategias desesperadas. Otras veces actúa de forma solapada, como un "ladrón invisible", en palabras de Margaret Thatcher. Pero siempre es el enemigo número uno para todos nosotros.

En nuestro caso contamos con más tiempo para plantarle cara, lo cual es una gran ventaja, ya que no estamos obligados a adoptar estrategias tan arriesgadas y podemos tomarnos la cosa con calma y diversificación. Ahora bien, es mejor no dormirse en los laureles. Nada de cuentas corrientes no remuneradas. Nada de guardar el dinero debajo del colchón. Emprendamos el rumbo de la inversión sin temor. Como diría Espronceda, "que ni enemigo navío / ni tormenta, ni bonanza / tu rumbo a torcer alcanza / ni a sujetar tu valor". Y perdonadme la polisemia de la palabra valor. Licencia poética.

El sueño dorado de todo inversor es acertar con el mercado que más va a subir en los próximos meses. Bien, pues ahora que cerramos el primer semestre desvelamos la lista de ganadores. Y la respuesta correcta era… Estambul. En realidad, la respuesta correcta era Zimbabue, pero ya vamos a eso más adelante.

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