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Inversión en bolsa: ¿zambullirse del tirón o entrar poco a poco?
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Clarisa Sekulits

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Inversión en bolsa: ¿zambullirse del tirón o entrar poco a poco?

Dosificar tu inversión en varias aportaciones es una estrategia defensiva, apta para periodos cortos y de fuertes altibajos. No obstante, en mercados con tendencia alcista supone sacrificar rentabilidad

Foto: Pantallas con información bursátil. (EFE/Altea Tejido)
Pantallas con información bursátil. (EFE/Altea Tejido)

Cada vez que me acerco a una piscina me entra siempre la misma duda: bajar por la escalerilla o tirarme de cabeza. Al final, siempre opto por lo primero, que tiene mucho menos glamour. Pero es que la perspectiva de sumergirme de repente en agua fría me echa siempre para atrás. Por no hablar de la posibilidad (nada desdeñable) de darme un planchazo.

A muchos inversores les pasa como a mí. En sentido figurado, claro está. Quieren entrar en las aguas procelosas de la bolsa y les asusta con lo que pueden encontrarse. La bolsa es un mercado volátil, sobre todo en el corto plazo, y no les apetece entrar en ella cuando está a punto de caer. Y como no es nada fácil saber si el momento en el que están entrando es bueno o malo, prefieren hacerlo de manera gradual.

Esta estrategia, denominada DCA (Dollar Cost Averaging), tiene todo el sentido del mundo. Si en lugar de invertir todo tu dinero del tirón, lo dosificas en diversas aportaciones periódicas, estarás entrando a diferentes precios, lo que ayuda a diversificar el riesgo. A veces comprarás caro. Otras, barato. Pero al menos, no te lo jugarás todo a una sola carta.

Ahora bien, ¿es esta la estrategia más eficiente? A largo plazo, parece que no. O no es al menos la más rentable. Pongamos un ejemplo. Imagina que inviertes 1.000 dólares en el S&P 500, que es el principal índice de la bolsa americana. Y que dosificas tu inversión en diez aportaciones anuales. En los últimos diez años (2015-2024) habrías ganado 960 euros. Casi habrías duplicado tu capital, lo cual no está nada mal. No obstante, si hubieras invertido todo el dinero de golpe desde el principio, tus ganancias serían de 2.100 dólares. Vamos, que tu dinero se habría triplicado.

Foto: Pablo Gil, economista y experto en bolsa con casi 40 años de experiencia en los mercados. (Instagram)

No te quiero seguir aburriendo con cálculos y con periodos temporales, pero en términos generales cuando inviertes a largo plazo, lo más rentable es poner toda la carne en el asador desde el minuto uno. En primer lugar, porque si el activo en el que inviertes tiene una tendencia de fondo alcista (como ocurre con la bolsa), cuanto antes te subas al carro, mucho mejor. El dinero invertido antes, tiene más tiempo para crecer.

Y, en segundo lugar, porque cuanto antes empieces a generar rentabilidad con tu dinero, antes podrá esa rentabilidad ponerse también a trabajar para ti. Rentabilidad generando más rentabilidad. El interés compuesto obrando su magia.

Foto: Foto: Getty/Spencer Platt)

¿Sucede lo mismo en periodos cortos, como unos meses o un año? Pues ahí ya depende. Si en ese tramo temporal el mercado es bajista o muy volátil, invertir de manera paulatina es más defensivo. En cambio, si la tendencia es alcista, optar por esta estrategia habrá supuesto sacrificar rentabilidad. Eso sí, con el paso de los años haberlo hecho de un modo u otro será casi irrelevante. Y es que a diez o veinte años vista, ganar un poco más o un poco menos el primer año no tiene una gran importancia, siempre y cuando mantengas tu inversión.

En definitiva, si tienes una cierta cantidad de dinero disponible y lo quieres invertir en bolsa, lanzarte a la piscina del tirón no es una mala idea. Sobre todo, si tus miras son a largo plazo. Que es lo suyo, si tenemos en cuenta que la bolsa da sus mejores frutos en periodos largos.

Sin embargo, hay un último elemento que no hemos tenido en cuenta en estos cálculos: el factor psicológico. Imagina que hubieras decidido invertir tu dinero en enero de este año. ¿Qué habría sucedido en abril, cuando Trump hizo de las suyas con los aranceles? ¿Te habría entrado el pánico y habrías vendido (spoiler: habría sido un error)? Si fuera así, no te avergüences: muchos lo hicieron. Por eso, es importante que seas consciente de que invertir todo el capital de una vez implica asumir toda la volatilidad que se produzca en el mercado durante el tiempo que dure tu inversión.

Foto: Interior del Palacio de la Bolsa en Madrid. (EFE/Altea Tejido) Opinión

En cambio, la estrategia DCA te ofrece más confort. Porque si llegan correcciones, sabes al menos que todavía no lo has invertido todo. Te quedan aún algunas balas en la recámara.

Por tanto, si tu tolerancia al riesgo no es tan elevada, puede que lo de entrar poco a poco sea la mejor opción para ti. Otra alternativa muy interesante es la que plantea mi amigo Ignasi (director de Inversiones de MyInvestor). Si vas a invertir una cantidad de dinero relativamente modesta, tírate de cabeza. Pero si la cuantía es importante, o para ti al menos es significativa, dosifica tu entrada en varias aportaciones mensuales. Que no es lo mismo tirarse a la piscina y darse un planchazo cuando llevas invertidos 1.000 euros, que cuando has invertido 50.000. Ahí se le puede cortar la digestión a cualquiera.

Cada vez que me acerco a una piscina me entra siempre la misma duda: bajar por la escalerilla o tirarme de cabeza. Al final, siempre opto por lo primero, que tiene mucho menos glamour. Pero es que la perspectiva de sumergirme de repente en agua fría me echa siempre para atrás. Por no hablar de la posibilidad (nada desdeñable) de darme un planchazo.

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