La inversión, ese brócoli que nadie se atreve a servir
Reino Unido prepara una campaña pública para fomentar la inversión entre los ciudadanos. En cambio, en España seguimos siendo reticentes a la hora de promoverla
Llevar una dieta saludable es claramente positivo, invertir de forma razonada y responsable, también. (Pexels)
Invertir es bueno. Para el bienestar de las personas y también para el crecimiento de la economía. Así lo entiende el gobierno de Reino Unido, que perfila una campaña a gran escala para concienciar a la población sobre las ventajas de la inversión. Esta iniciativa, que se pondrá en marcha en abril de 2026, cuenta con el apoyo del Tesoro británico, la FCA (el equivalente de nuestra CNMV) y diecinueve firmas financieras.
La cuestión es: ¿veremos en España algo parecido? A mí me da que no. Aunque me encantaría equivocarme.
No es que seamos reacios a la formación en esta materia. En nuestro país existe un Plan de Educación Financiera impulsado por la CNMV y el Banco de España que tiene como objetivo dotar a la ciudadanía de herramientas y conocimientos financieros básicos. Sin embargo, el enfoque se centra sobre todo en la alfabetización financiera y en la gestión de riesgos. No en la promoción de la inversión como herramienta para el crecimiento.
Lo de promover la inversión es un tema peliagudo. ¿Cuestión de ideología? No debería. De hecho, el partido laborista, que es el que actualmente está al mando del Ejecutivo británico, es de orientación centro-izquierda.
Desde mi punto de vista, el problema es más bien cultural. En Reino Unido invertir forma parte de la cultura financiera nacional, se considera una pieza indispensable para el desarrollo económico. No en vano Londres es uno de los principales centros financieros del mundo.
En cambio, en España, la inversión se sigue percibiendo como algo "para ricos". También como una actividad de alto riesgo en la que se puede perder mucho dinero. Una concepción a la que tampoco han ayudado escándalos financieros como el de las participaciones preferentes o la salida a bolsa de Bankia.
En definitiva, cualquier gobierno que promoviese activamente la inversión podría incurrir en un riesgo reputacional. Por no hablar de las críticas que recibiría si la campaña fuese al alimón con el sector financiero. "Una campaña para los bancos, pagada por los bancos", diría más de uno. Sin embargo, fomentar la inversión no es algo que beneficie sólo a los bancos. Debería ser una preocupación de todos y, por ende, también del sector público.
Ahorrar es imprescindible si queremos afrontar imprevistos y garantizar metas tan importantes como la educación de nuestros hijos o la tranquilidad en la jubilación. Ahora bien, ahorrar no es suficiente. Si ahorramos y no invertimos, sufriremos el desgaste constante (y acumulativo) de la inflación. Por no hablar del coste de oportunidad que supone tener el dinero "parado", sin ofrecer rentabilidad alguna. Por tanto, hay que poner ese dinero a trabajar. Batir, como mínimo, al IPC. Qué menos.
Para que este mensaje tan razonable cale en la ciudadanía es imprescindible que todos nos pongamos manos a la obra. No sólo el sector financiero. También el gobierno, sea del corte que sea. Los organismos institucionales. El entorno regulatorio. La sociedad en su conjunto.
Educar a los ciudadanos es bueno y necesario, pero en mi opinión también hay que llamar directamente a la acción. Lo contrario sería como explicar a los ciudadanos las propiedades nutricionales de las frutas y las verduras, pero evitar decirle "come sano". Y es que incitar a alguien a llevar una dieta saludable es claramente positivo, podemos hacerlo sin temor. Animarle a la inversión razonada y responsable, también.
Todavía nos queda mucho trabajo por hacer. Hay que desmitificar la inversión en ladrillo, donde todavía se concentra gran parte del ahorro de los españoles. Y reivindicar, al mismo tiempo, las ventajas de la inversión en bolsa, que algunos siguen percibiendo como una apuesta de alto riesgo, sólo apta para especuladores de puro y chistera.
Confío en que a medida que nuestra educación financiera vaya mejorando, iremos siendo cada vez más conscientes de la importancia de gestionar correctamente nuestro dinero. Un hábito perfectamente saludable que vale la pena promover. Y mucho más atractivo que comer brócoli.
Invertir es bueno. Para el bienestar de las personas y también para el crecimiento de la economía. Así lo entiende el gobierno de Reino Unido, que perfila una campaña a gran escala para concienciar a la población sobre las ventajas de la inversión. Esta iniciativa, que se pondrá en marcha en abril de 2026, cuenta con el apoyo del Tesoro británico, la FCA (el equivalente de nuestra CNMV) y diecinueve firmas financieras.