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Y Bernanke cogió su fusil
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Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

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Y Bernanke cogió su fusil

Bueno, bueno ¿pensaban los políticos europeos que los americanos habían aprendido economía en dos tardes, como ellos? Vale que nuestros excelsos líderes, grandes expertos en economía,

Bueno, bueno ¿pensaban los políticos europeos que los americanos habían aprendido economía en dos tardes, como ellos? Vale que nuestros excelsos líderes, grandes expertos en economía, se dieran golpes en el pecho porque bajara el euro, cuando en realidad era una auténtica bendición para nuestras maltrechas economías. Decían que los ataques de los malvados especuladores eran un ataque a nuestra soberanía nacional, cuando en realidad nos estaban haciendo un favor. Mientras tanto, los que si sabían de economía, los que han  llegado arriba a base de esfuerzo y no de chalaneo, los directivos de las empresas europeas con capacidad de exportación, se frotaban las manos: aumentaban las ventas de BMW, Volkswagen, de los productos de Siemens o los bolsos de Prada. Es tan fácil de entender: si baja el valor del euro, los productos europeos resultan más baratos y somos más competitivos. Y si exportamos crece la economía y se crean puestos de trabajo, ¡qué ataque a la soberanía nacional ni qué gaitas!

 

Así que incluso pese a los políticos –en Europa ahora los avances se hacen pese a sus políticos, no como hace veinte o treinta años, que era gracias a ellos– el euro bajaba y Europa vislumbraba la posibilidad de que le tocara la lotería en forma de devaluación competitiva.

 

Pero hete aquí que al otro lado del charco los americanos se dan cuenta de que a base de planes de estímulo no van a generar un crecimiento sólido, así que hay que pensar en devaluar el dólar. Con los chinos no hay nada que hacer. Son muy chulos y encima son sus principales acreedores, así que de subir la cotización del yuan nada. Pero los europeos.. A esos si que se la podemos colar. ¿No están tristes los políticos y el Sr. Trichet de que el euro esté debilucho? ¡Pues vamos a echarles una mano, que para eso están los amigos! Y ninguno como el Sr. Bernanke, que no está preocupado con la inflación como el Sr. Trichet (El presidente de la Fed sabe que el peligro está en la deflación y la doble recesión).

 

“Quantitative Easing”. Ese es el “regalo” de Bernanke. Les va a encantar. Consiste en inundar el mercado de dólares. La Fed compra bonos en el mercado -como compra la Fed, a lo bestia- y paga con dólares, como es lógico. Muchos dólares. Tantos que -presten atención los políticos que sólo emplearon dos tardes en aprender economía- al llenarse el mercado de dólares, baja su precio (se llama cotización). Se llama también ley de la oferta y la demanda. Y todos contentos: baja el dólar, facilitando las exportaciones norteamericanas. Sube el euro, llenando de orgullo europeista a nuestros políticos y el Sr. Trichet puede olvidarse de la inflación. Probablemente para siempre (un euro fuerte es el mejor antídoto contra la inflación).

 

¿Así que todos contentos? No. No están contentos los empresarios europeos, que ven esfumarse la posibilidad de competir en precio. Tampoco van a estarlo los ciudadanos. En una economía tan débil como la europea, un euro fuerte puede llevarnos a una deflación “a la japonesa”, y ya saben cómo le ha ido a la economía japonesa -y al yen- en los últimos años.

 

Para los inversores no son malas noticias. Depende de si están bien asesorados y saben posicionarse en los fondos adecuados. Un dólar débil es bueno para el oro. Ambos son los valores refugio por excelencia, así que si uno pierde la confianza de los inversores, el otro es el principal beneficiario (pueden visitar mi “post” de la semana pasada, “La penúltima burbuja”, si les interesa saber cómo invertir en oro). También se puede apostar “contra” el dólar utilizando ETFs inversos. Y si Bernanke y Obama consiguen debilitar el dólar la economía USA y los fondos que invierten en Norteamérica recibirían un impulso adicional que ampliaría la diferencia de rentabilidad que ya se da hoy en día. Pero atención: a principios de año recomendábamos  fondos que no “cubrieran” la exposición al dólar. Ahora las cosas han cambiado y hay que evitar que lo que ganemos en la bolsa lo perdamos en la divisa.

 

En fin, al final, como no haya un problema grave en Europa -algo perfectamente posible, es cierto-, Bernanke y Obama se van a salir con la suya y van a dejar nuestra competitividad por los suelos. Hombre, a lo mejor el Sr. Trichet se va una noche de marcha, ve la luz, se olvida de la inflación y se pone manos a la obra a bajar tipos -él todavía puede- y se enrolla un poco con el “Quantitative Easing”. Pero no acabo yo de ver al Sr. Trichet saliendo de marcha…

 

Víctor Alvargonzález, consejero delegado de PROFIM, Asesores Patrimoniales

www.profim.es

Bueno, bueno ¿pensaban los políticos europeos que los americanos habían aprendido economía en dos tardes, como ellos? Vale que nuestros excelsos líderes, grandes expertos en economía, se dieran golpes en el pecho porque bajara el euro, cuando en realidad era una auténtica bendición para nuestras maltrechas economías. Decían que los ataques de los malvados especuladores eran un ataque a nuestra soberanía nacional, cuando en realidad nos estaban haciendo un favor. Mientras tanto, los que si sabían de economía, los que han  llegado arriba a base de esfuerzo y no de chalaneo, los directivos de las empresas europeas con capacidad de exportación, se frotaban las manos: aumentaban las ventas de BMW, Volkswagen, de los productos de Siemens o los bolsos de Prada. Es tan fácil de entender: si baja el valor del euro, los productos europeos resultan más baratos y somos más competitivos. Y si exportamos crece la economía y se crean puestos de trabajo, ¡qué ataque a la soberanía nacional ni qué gaitas!