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Caza, pesca, “surf” e inversiones
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Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

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Caza, pesca, “surf” e inversiones

Siempre me ha llamado la atención que personas que pueden pasarse tranquilamente horas esperando a que pique un pez o aparezca la pieza en una montería,

Siempre me ha llamado la atención que personas que pueden pasarse tranquilamente horas esperando a que pique un pez o aparezca la pieza en una montería, a la hora de invertir siempre quieran estar posicionados, cuando en muchas ocasiones lo mejor es estar fuera y lo importante es mantener tu capital intacto para cuando haya que estar dentro.

Yo no soy cazador, pero por lo que oigo a los cazadores la mayoría no dispara hasta que no ve que algo se mueve delante de su puesto o que levanta el vuelo mientras camina. Es más, aunque un cazador puede llevar munición en grandes cantidades, no suele desperdiciarla. Primero porque es cara. Segundo, porque quiere tenerla disponible para cuando entren los venados, los cochinos o para cuando levante el vuelo un bando de perdices.

Pero en muchas ocasiones, el mismo cazador, a la hora de invertir, pretende cobrar pieza como sea. En lugar de asumir que hay ocasiones en las que los mercados no tienen una tendencia clara, o que es francamente inestable, los inversores tendemos a querer ganar dinero sí o sí, cuando de donde no hay no se puede sacar. Y fíjense que hablo de situaciones con tendencias poco claras o inestables, no que sean bajistas. Una tendencia bajista clara y consistente también puede ser una buena fuente de ingresos hoy en día para el inversor medio, ya que, si está bien asesorado, puede aprovecharla con fondos de inversión contrarios, fondos que gestionan la volatilidad o simplemente en fondos correlacionados negativamente con el activo que baja. Por ejemplo, desde hace cierto tiempo, cada vez que caen las bolsas y los bonos de baja calidad crediticia, suben el oro y los bonos de alta calidad. Es una correlación negativa relativamente habitual y predecible, aunque en esta ocasión no nos vale, porque le falta una condición fundamental: la consistencia.

Para invertir con cierta garantía de éxito tiene que haber en el mercado tendencias que se mantengan durante cierto tiempo. Este año hemos visto pasar unos meses con los mercados moviéndose en una dirección  para al cabo de poco tiempo tomar otra. En mi opinión hacen falta tendencias que duren más de seis meses para plantearse una inversión, salvo que seas un operador de corto plazo. Necesitas un mes y pico para identificar la tendencia (yo soy de los que prefiere perder el primer euro pero entrar sobre una tendencia técnicamente bien definida y bien apoyada por fundamentales) y al menos unos meses para ganar dinero. La salida la marcará un cambio en las condiciones que motivaron la entrada o que se alcance el stop de consolidación de beneficios que nos hayamos establecido. Es más, lo ideal son las tendencias de largo plazo, que es donde de verdad se gana dinero con relativamente poco esfuerzo porque basta con coger la ola y mantenerte en ella.

Pero a falta de tendencias que tengan aspecto de ser claras y consistentes, la mejor actitud es la del surfero: se tumba pacientemente en la playa o en la tabla a esperar a que las olas alcancen el tamaño necesario para que merezcan la pena ser surfeadas. Como vemos, cazadores, pescadores y surferos saben esperar. Y en el caso de los dos primeros valoran la importancia de no gastarse innecesariamente la munición o el cebo. Es casi una actitud natural en el ser humano cuando desarrolla su instinto depredador, pero, en cambio, no lo hace cuando invierte su dinero. Y, además, deja de valorar la importancia de preservar el capital íntegro y, sobre todo, disponible. Muchos inversores se hartan de que no “pique” nada y lo que hacen es meter el dinero en un depósito, con lo que se queda inmovilizado -o tiene un coste movilizarlo-y cuando llega la ola son el surfero que se la pierde.

Todo lo anterior viene a cuento no sólo porque creo honestamente que es un buen consejo -después de más de treinta años trabajando en los mercados creo que alguno bueno puedo dar- sino porque es un planteamiento de plena actualidad. Actualmente, el mercado está enloquecido. Las economías de muchos países crecen, aunque en algunos casos sea de forma muy moderada (España no crece nada, pero desgraciadamente es la excepción, no la regla). Muchas empresas de esos países van francamente bien. ¿Se han fijado Uds. que en EE.UU., tanto este trimestre como el anterior, los resultados empresariales han superado por goleada las previsiones de los analistas? El escenario macro no es malo y el empresarial es bastante bueno. Pero los árboles de la política no dejan ver el bosque de los resultados empresariales. ¿Y saben Uds. por qué? Porque en estos momentos el mercado está en manos de políticos, tanto en Europa como en EE.UU., y esto tiene al mercado totalmente de los nervios. Si ya es difícil realizar predicciones en base al análisis fundamental y técnico -que es lo normal-, hacer predicciones tratando de adivinar lo que les pasa a los políticos por la cabeza es directamente suicida, entre otras cosas porque muchas veces no lo saben ni ellos.

Así que mi consejo para este verano es que se vayan de vacaciones con una cartera cuyo objetivo fundamental sea preservar el capital y, sobre todo, que sea líquida, para estar en condiciones de poder modificarla en unos días si finalmente se establece tendencia, porque al final se establecerá. Por eso insisto en utilizar fondos de inversión, por su liquidez. Y también quiero insistir en que no hay que obsesionarse con “batir a los depósitos”. Porque no estoy diciendo que no tengamos ninguna posición en renta variable, y sé que tenerla puede suponer un coste. Hay que tener poca, sí, pero hay que tenerla, porque  en cualquier momento los políticos dejan de tocarnos las narices -o hacen sus deberes- y entonces en el mercado se hablará más de los resultados de Apple, Amazon o Boeing que de Obama, Merkel o Zapatero, y ahí es cuando mejorarán las cosas. Es más, nosotros llevamos todo el año insistiendo en tener en cartera renta variable norteamericana y algo de alemana -ahí están los “post” para probarlo- y a día de hoy ambas están en positivo, así que ni siquiera ha supuesto un coste de oportunidad.

Váyanse de vacaciones, los que puedan; no se vayan con posiciones muy agresivas (salvo que ese sea claramente su perfil), tampoco a cero de renta variable, por si acaso; mantengan el rifle o la caña a mano (no en un depósito, salvo que sea un depósito combinado con una cartera de fondos), y, sobre todo, no desperdicien la munición, que si no, luego, cuando entre el “bisho” se van a tirar de los pelos si se han quedado sin balas.

Que pasen unas muy felices vacaciones. Nos vemos en septiembre.

Siempre me ha llamado la atención que personas que pueden pasarse tranquilamente horas esperando a que pique un pez o aparezca la pieza en una montería, a la hora de invertir siempre quieran estar posicionados, cuando en muchas ocasiones lo mejor es estar fuera y lo importante es mantener tu capital intacto para cuando haya que estar dentro.