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Europa ha perdido el norte… y va camino de perder el sur
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Víctor Alvargonzález

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Europa ha perdido el norte… y va camino de perder el sur

Europa es un barco a la deriva. Pero inversores y ahorradores no tienen por qué seguir su desnortado rumbo. No es fácil que el Ministerio de

Europa es un barco a la deriva. Pero inversores y ahorradores no tienen por qué seguir su desnortado rumbo. No es fácil que el Ministerio de Hacienda nos permita cambiar de domicilio fiscal y así dejar de financiar esta locura, que es lo que a uno le pide el cuerpo cada vez que lee una noticia sobre un nuevo caso de corrupción o ve cómo el Gobierno sigue sin tomar medidas contundentes. Pero lo que sí podemos hacer es proteger nuestros ahorros. Es el tema que vamos a tratar en la conferencia que daremos el próximo martes sobre estrategia de inversión para el segundo semestre del año y sobre la que avanzo algunas ideas en este artículo.

En primer lugar, los hechos: desde que cayó Lehman Brothers y hasta hoy, la media de fondos de renta variable norteamericana ha subido un +16,77%. El Ibex ha caído en el mismo periodo un -42,75%. Obviamente teníamos razón cuando decíamos “Go west” en el artículo publicado en Finanzas.com el 26 de marzo de 2010, o en este mismo blog el 2 de octubre del mismo año (“Y Bernanke cogió su fusil”). Y si tuviéramos en cuenta el efecto divisa –es decir, haber hecho la inversión en dólares– la subida de los fondos USA sería del 31%, aunque no nos vamos a poner esa medalla porque la toma de exposición a la divisa no ha sido una recomendación constante por nuestra parte, sino sólo ocasional.

En segundo lugar: la media de fondos de renta fija privada europea, nuestra otra gran apuesta, ha subido un +17,50% en dicho periodo. Y la norteamericana un 27,28%. Compárese esta rentabilidad con la de los depósitos españoles –incluidas las alocadas remuneraciones que ahora vamos a pagar todos– o con la de la deuda pública española, cuyo precio está por los suelos.

Y, aunque en 2011 no recomendamos la renta variable emergente –que, por cierto, ese año bajó–, si lo hemos hecho en los demás años del periodo considerado. En dicho periodo, los fondos de renta variable asiática excluido Japón –nuestros preferidos, ver artículos– han subido de media un +22,27%. Un + 37% si la inversión se hizo en divisa local.

Suscribir participaciones en fondos de inversión que inviertan en cualquiera de estos activos o países es exactamente igual de fácil que comprarlas en un fondo que invierta en el Ibex. Pero ahí no acaba la cosa: existen multitud de activos y fondos que se benefician del río revuelto, como comentaba en mi artículo anterior. Y desde luego que se están beneficiando. Y también hay puertos seguros para inversores muy conservadores (los bonos de empresas SSD con que tanto les he dado “la brasa”). El abanico de opciones que tenemos a nuestra disposición para que nuestros ahorros no dependan de Ángela Merkel, ni del desastre dejado por Zapatero, ni del liderazgo “light” de Rajoy o de los impredecibles griegos, es enorme.

Y no acaba ahí la cosa. Mucha gente tiene miedo a la intervención, al control de capitales (“corralito”) e incluso a la devaluación. Pues miren ustedes, lo entiendo perfectamente. Es más, la intervención ya la dábamos como muy probable el 7 de abril desde estas mismas páginas. Y lo demás, pues que quieren que les diga: ¿dónde puede acabar un barco a la deriva si no es remolcado a tiempo? Pero los inversores bien asesorados no deben preocuparse: los políticos, igual que se olvidaron de poner puerta de salida en la casa del euro, también descartaron la posibilidad de que pasaran estas cosas, así que a día de hoy, en este campo no existen puertas. Usted puede estar protegido de “corralitos” e incluso de devaluaciones sin tener que hacer nada ilegal ni vaciar económicamente el país. Ciertamente hay distintos grados de protección, pero “haberla, hayla”. Y no implica tener que salir corriendo con maletines llenos de dinero como en las películas del maestro Berlanga. Las cosas han cambiado y ya no es necesario ni cometer ilegalidades, ni cargar con maletines. Ni siquiera moverse de España.

Europa es un barco a la deriva pilotado por varios capitanes a la vez. En el mejor de los casos la consecuencia de este desaguisado será una larga recesión. No quiero describir el peor. Pero usted, inversor, usted ahorrador, no tiene por qué pagar las consecuencias. Mejor dicho: no tienen por qué pagarlas sus ahorros, porque usted y yo sí que las vamos a pagar como personas físicas. Y más concretamente vía impuesto sobre la personas físicas (y el IVA, y las pensiones, etc.), pero eso no podemos evitarlo. Así que al menos hagamos lo posible porque no lo paguen nuestros ahorros de toda la vida. Aunque parezca mentira, a día de hoy –insisto, a día de hoy– es muy fácil. Les invito a que hablemos sobre ello el próximo martes a las seis de la tarde en el auditorio de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el lugar, por cierto, donde todavía se fabrican nuestros euros.

Europa es un barco a la deriva. Pero inversores y ahorradores no tienen por qué seguir su desnortado rumbo. No es fácil que el Ministerio de Hacienda nos permita cambiar de domicilio fiscal y así dejar de financiar esta locura, que es lo que a uno le pide el cuerpo cada vez que lee una noticia sobre un nuevo caso de corrupción o ve cómo el Gobierno sigue sin tomar medidas contundentes. Pero lo que sí podemos hacer es proteger nuestros ahorros. Es el tema que vamos a tratar en la conferencia que daremos el próximo martes sobre estrategia de inversión para el segundo semestre del año y sobre la que avanzo algunas ideas en este artículo.