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Sin perdón ¡…Y sin dividendo!
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Víctor Alvargonzález

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Sin perdón ¡…Y sin dividendo!

El otro día hice un “post” titulado “Sin perdón”. Pues hoy habría que añadir –aunque el tema en esta ocasión es distinto– que además “sin postre”,

El otro día hice un “post” titulado “Sin perdón”. Pues hoy habría que añadir –aunque el tema en esta ocasión es distinto– que además “sin postre”, es decir, sin dividendo. Telefónica ha anunciado la suspensión del dividendo y que el del año que viene será un 50% menor. Y yo añadiría que con suerte. Esta noticia tiene profundas implicaciones para los inversores. Y no todas negativas.

Tengámoslo claro: la mayoría de las compañías españolas, exceptuando aquellas cuyos negocios no van excesivamente ligados a los ciclos económicos, van a dejar de dar dividendo o lo van a reducir. Y esa medida puede durar todo lo que dure la incompetencia y falta de valentía política que nos ha llevado a la situación actual. Aclaro que por incompetencia me refiero a quienes han gobernado España en los últimos años, no en los últimos meses –un desastre así no se crea en meses–, y a la incompetencia de los políticos europeos desde que se inició la crisis del euro. Por falta de liderazgo y valentía política me refiero, de nuevo, a estos últimos, pero también al gobierno español actual. Los motivos por los que hago esta afirmación los expongo, entre otros, en los post “Rajoy de Locksley o Sheriff de Sherwood” o en “España centro de negocios”.

Yo he recomendado que quien tenga una estrategia a largo plazo debe aprovechar la caída de las bolsas europeas –española incluida– para comprar valores sólidos y con capacidad de seguir dando dividendos, porque esos dividendos, al caer tanto los precios de las acciones, representan una altísima rentabilidad. Pero como consta en las hemerotecas y videotecas, puse varias condiciones para hacer esta inversión. 

Una, cubrir la cartera, es decir, acompañarla de productos que suban cuando bajen los índices europeos, para que hagan de contrapeso a la caída que esperábamos y seguimos esperando para las bolsas europeas. Esos contrapesos se eliminarán cuando “escampe”. Segundo, que sean compañías sólidas y, sobre todo, no demasiado dependientes del ciclo económico. Tres, que de haber bancos, sólo sean los que puedan capear razonablemente la situación, es decir, muy pocos. Y, ultima, pero no menos importante, es una recomendación dirigida en exclusiva a inversores a largo plazo.

Antes de continuar reconoceré un error: Telefónica entraba dentro de este grupo de empresas, aunque en la parte de más riesgo, todo hay que decirlo. Contábamos con una reducción del dividendo –un 50% de reducción habría dejado aún así una estupenda rentabilidad–, no con una eliminación del mismo. El resto de compañías “tipo” no han anunciado medidas de este tipo, aún así, lección número uno de esta noticia: visto lo visto, mantenemos la idea de aprovechar la crisis para hacer cartera –con cobertura, insisto– pero hay que ser todavía más exigente de lo que lo hemos sido: sólo con la “creme de la creme” y desde luego insistir que mejor empresas de países europeos con la mejor situación económica dentro de la gravedad generalizada. 

Y europeas para nosotros incluye británicas, que no estamos hablando sólo de la eurozona, sino de toda Europa (por ejemplo, empresas tabaqueras inglesas estaban y están en nuestra recomendación). Mantenemos la idea porque seguimos pensando que las crisis dan enormes oportunidades para el inversor a largo plazo y las coberturas nos permiten que no nos afecte la caída del mercado, pues no sabemos dónde está el fondo. Mientras tanto cobramos buenos dividendos y no sufrimos la caída de los valores que los generan. Incluso si alguna de las compañías a las que nos referimos deja de dar dividendo –como ha sido el caso de Telefónica–, la rentabilidad por dividendo del resto compensa ese menor ingreso (que no pérdida, recordemos que estamos cubiertos). Y hablamos a largo plazo: Telefónica volverá a dar dividendo.

Otra conclusión importante es que este tipo de noticias refuerza la idea de que hay que aprovechar la crisis para comprar bonos –deuda– de ese mismo tipo de empresas. Y aquí ni siquiera es necesaria la cobertura. Si Telefónica suspende el dividendo es, entre otras cosas, para asegurarse de que no dejará de pagar los intereses de sus deudas ni de devolver el principal. Una cosa es suspender el pago de dividendo –algo relativamente normal en los mercados– y otra no pagar las deudas. Eso te deja fuera del mercado de capitales para siempre, y las empresas –y más el tipo de empresas a las que hacemos referencia, como son las eléctricas o las gasísticas– no pueden quedarse sin financiación. Eso es el fin de la empresa. O casi.

El movimiento de Telefónica refleja, por lo tanto, otro aspecto importante: cualquier cosa antes que dejar de pagar las deudas. Y casi todas las empresas españolas que entran en nuestra recomendación de compra de bonos tienen activos importantes que podrían vender en caso de necesidad. Los bancos –pocos– a que nos referimos pueden vender lucrativos negocios en mercados emergentes, o incluso en EEUU o el Reino Unido. Las telecos –como Telefónica– también. Y entre las europeas, tres cuartas de lo mismo. 

Así que, en nuestra opinión, la gran oportunidad que supone adquirir bonos con rentabilidad entre el 5% y el 6% en las mejores empresas de Europa sigue en pie, porque todas ellas tienen medios de sobra para evitar el impago de sus obligaciones crediticias. Creo que veremos a muchas de estas empresas dejar de pagar temporalmente dividendos o reducirlos, pero no creo que una mañana nos desayunemos con que no pagan sus deudas. Y cobrar un 5% a 6% anual de compañías de primera fila y con liquidez diaria –sólo recomendamos grandes emisiones, que negocian diariamente en el mercado entre diez y veinte millones de euros– sigue pareciéndonos una buena idea. Mucho mejor que tener un depósito al 3% o 4% en un “bancocaja” toxico que tarde o temprano tendrá que explicarles a los “hombres de negro” cómo paga eso si está en quiebra. Y a los contribuyentes alemanes por qué tienen que mantenerla viva con sus impuestos.

PD. Un elemento de reflexión: según publicó la agencia de noticias Bloomberg el pasado día 25 –y lo pongo textual y en inglés para que no dar pie a comentarios mal intencionados– “European Union taxpayers have provided 4.5 trillion euros in capital injections, guarantees and other forms of support to their lenders since the 2008 collapse of Lehman Brothers Holding Inc., contributing to the weakening of public finances”, lo que resumido en castellano significa que los contribuyentes europeos hemos inyectado 4,5 billones de euros (el trillón anglosajón es el billón latino) en los bancos de la eurozona. Y yo añadiría que especialmente los españoles. 

Si en lugar de meterles esa “pasta” a los bancos –especialmente a cajas y otros engendros similares– se hubieran cerrado poco a poco y ordenadamente (la mitad de ese dinero habría bastado para financiar el proceso) ahora tendríamos 2,25 billones –con B de burros– para fomentar el crecimiento en la eurozona, sea bajando impuestos en lugar de subirlos, ayudando a empresas competitivas a serlo más, ayudando de verdad a los emprendedores o fomentando la obra pública, entre otras medidas. Es como para pensárselo, ¿no? Buen fin de semana.

El otro día hice un “post” titulado “Sin perdón”. Pues hoy habría que añadir –aunque el tema en esta ocasión es distinto– que además “sin postre”, es decir, sin dividendo. Telefónica ha anunciado la suspensión del dividendo y que el del año que viene será un 50% menor. Y yo añadiría que con suerte. Esta noticia tiene profundas implicaciones para los inversores. Y no todas negativas.