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Consejos para no acabar como un chipriota
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Víctor Alvargonzález

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Consejos para no acabar como un chipriota

Dije la semana pasada que la situación de Chipre no es extrapolable a España. Y lo mantengo. Pero también dije que los políticos europeos son especialistas

Dije la semana pasada que la situación de Chipre no es extrapolable a España. Y lo mantengo. Pero también dije que los políticos europeos son especialistas en convertir un pequeño problema en una crisis sistémica. Le ha faltado tiempo al señor Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, para confirmarlo. Sus declaraciones de que el remedio de Chipre es aplicable a otros países, son un ejemplo más de la capacidad de nuestros excelsos líderes para convertir un agujero en un socavón.

A nadie debe extrañar la primera parte de las medidas allí tomadas. Tendrían que pagar los platos rotos los políticos, que durante más de diez años han actuado como un policía que permite el libre albedrio y deja campar a sus anchas a los delicuentes. Pero como los políticos nunca pagan nada, los siguientes en la cola son los accionistas de los bancos y los acreedores (bonistas, tenedores de pagarés, etc.). 

Caerán pequeños accionistas y pequeños acreedores que no tenían culpa de nada –aunque si compras un bono que da un 10% y el Euribor está al 0,6% es como para pensárselo dos veces- , pero más injusto sería que pagaran los contribuyentes, especialmente si son de un país que ha hecho las cosas bien. Pero tampoco es bueno que paguen los grandes depositantes, aunque sean oligarcas rusos. Es injusto en el caso de los pequeños ahorradores, sí, pero tampoco es bueno que se aplique al resto, por un motivo muy sencillo: crea inseguridad jurídica.

Como dije al principio, sigo pensando que un rescate a España no pasaría por una quita a los depósitos. Primero, porque el sistema financiero español ya ha sido objeto de rescate, en este caso vía línea de crédito de 100.000 euros que pagaremos nosotros y nuestros hijos. España ya ha sido rescatada, solo que por la puerta de atrás (ver “El discreto encanto del rescate español”). Y no ha sido gratis. Hemos pagado más que los depositantes rusos y chipriotas (sí, rusos, que por importe y quita sufrirán más que los autóctonos, que son más bien pocos). Lo que ocurre es que a nosotros el rescate nos lo han colado a trocitos. Pero sume usted subida del IVA, subida de IRPF, incremento de la tributación de las plusvalías, copagos y otras “minucias” y ya verá lo caro que le ha salido estar en la “champions league” de Zapatero.

Pero aún así, es lógico que mucha gente tenga miedo a que se le quede cara de chipriota. Y es totalmente lógico que no se fíen ni de la UE, donde los depósitos eran sagrados, ni del gobierno español, que no iba a subir los impuestos. Es más: yo tampoco me fío. Pero no porque esto sea como Chipre, sino porque el gobierno ha decidido que la mejor forma de cuadrar las cuentas es apretarles el gaznate a los ciudadanos, en lugar de poner a régimen a la administración central, autonómica, municipal, etc. Y no hablo de despedir funcionarios, ni de bajarles el sueldo. Hablo de mandar al paro a la mitad de los políticos, a todos los senadores, la venta de empresas públicas y la venta/alquiler de patrimonio inmobiliario estatal (y si es barato pues mejor vender barato un edificio público que mandar a nadie al paro) como dije en su día en “¿Rajoy de Loksley o Sheriff de Sherwood?”. 

Porque la amenaza para el ahorrador español está en esa política de aplicar el régimen de adelgazamiento a las clases medias y medias altas (las muy altas tienen medios de sobra para evitarlo), es decir, al tejido productivo del país, en lugar de a la grasa (la administración). Y eso si que puede provocar que un día al señor Montoro y al señor De Guindos no les cuadren las cuentas. Y ya sabemos dos cosas: una, que no va a ser del ahorro de las administraciones de donde salga el dinero para cuadrarlas. Dos: que, según el señor Comisario del Eurogrupo, los depósitos de más de 100.000 euros podrían ser objeto de quita en caso de crisis bancaria.

Bueno, pues aclarado que por el momento veo difícil que aquí ocurra algo ni parecido a lo de Chipre (por las razones expuestas al inicio), la misión del asesor financiero es asesorar a su cliente en función de su perfil de inversión y, si yo tengo un cliente que no se fía, y como además creo en el derecho a la legítima defensa ante los abusos de los políticos, le daría los siguientes consejos:

Diversifique en fondos de inversión

La medida que se ha aplicado en Chipre no habría afectado aquí al dinero invertido en fondos de inversión. Su patrimonio es, por Ley, totalmente ajeno al activo/pasivo de un banco e inmune a su posible quiebra. Está “fuera de balance”, como se dice en banca. Claro que los fondos podrían acabar pagando el pato de las meteduras de pata de los gobiernos. El Poder puede con todo. Pero resultaría más complicado que con los depósitos. 

Los depósitos son la presa fácil, y hasta ahora ya hemos visto que el gobierno va a por la presa fácil: subir el IVA, subir el IRPF, aumentar la tributación de las plusvalías del patrimonio “A”, etc... No van a por el fraude, a por el dinero “B” o hacia el adelgazamiento de las estructuras administrativas del Estado, empezando por los “compañeros” políticos. Los partícipes en fondos de inversión  son una presa menos fácil que los depositantes y, además, son inferiores en número y patrimonio invertido. Para gravarlos habría que aumentar el impuesto sobre plusvalías – cosa que ya han hecho hace poco -, pero si uno puede esperar – y el ahorro sabe esperar - , con no realizarlas es suficiente.

Si se diera el caso de que el Gobierno no recaudara lo suficiente apretándoles el cinturón a los ciudadanos  -e incluso que bajara la recaudación, a ver si alguien emplea un par de tardes en explicarles la curva de Laffer- podría tirar también por el camino del impuesto sobre el patrimonio, pero eso afectaría sobre todo a los grandes patrimonios. Y sería un “movidón”, porque afectaría a todo el patrimonio del contribuyente. Hacer un impuesto de patrimonio específico para los fondos de inversión sería de dudosa legalidad. Como digo, los depositantes son victimas mucho más fáciles. Y numerosas.

Una aclaración importante: no hablo de cualquier fondo de inversión, sino de productos conservadores, productos que nunca han sufrido pérdidas en su valoración en plazos superiores a tres o cuatro meses y que jamás han perdido en un año. Consulte esto con su asesor financiero o al menos revise el historial del fondo, especialmente el apartado de “mayor pérdida mensual/trimestral/anual del historial del fondo.

Hay otros activos

Las malas lenguas dirán que estoy tirando para casa, porque somos especialistas en el análisis y selección de fondos de inversión. No les crean. Es verdad que somos especialistas en analizar y seleccionar fondos, claro que sí, pero donde trabajo hay también una estupenda mesa de renta fija con sus “traders” y sus analistas. Y se gestiona desde siempre renta variable. De hecho, ahora vamos a hablar precisamente de otro activo en el que puede diversificar el ahorro que tiene actualmente en depósitos y reducir así su riesgo a políticos incompetentes y/o incumplidores de promesas: los bonos corporativos

No espere una remuneración muy superior a la de un depósito en bonos de empresas sólidas, no bancarias y bien diversificadas internacionalmente en la obtención de sus ingresos. Pero si será mayor que la de un depósito y, como veremos, es otra forma de ahorrar vacunada del síndrome de Chipre. En este caso concreto descarto los bancos por si les quisieran hacer pagar a los buenos por los errores de los malos, aunque eso sí que lo veo difícil. Menudo poder tienen los grandes bancos como para hacerles algo así. Pero en cualquier caso quien tuviera su dinero en bonos de empresas privadas tampoco se habría visto afectado por las quitas que hemos visto hasta la fecha. Hemos visto quita a la deuda pública (griega) y palo al depositante (Chipre), pero no se bajo que excusa el Sr. Dijsselbloem iba a realizar una quita sobre un bono de Telefónica, Iberdrola o Repsol, por poner algún ejemplo.

Y, finalmente, el viejo truco: de cien en cien y tiro porque me toca

Los españoles hemos pasado del “mantra” del ladrillo al del depósito. Como la banca necesitaba dinero y lo pagaba bien (aunque se ha ganado más tanto en bonos como en fondos conservadores, y si no lean mi post “Que error, que inmenso error”), pues hala: todos a depósitos. Y ya pueden bajar la remuneración, o lo que sea, que la mayoría de los ahorradores en lugar de comparar fondos o ver las rentabilidades de los bonos compara depósitos y a ver dónde saca un “pipo” extra (un pipo es un 0,1% más). 

Bueno, yo creo que se equivocan, pero vuelvo a lo del perfil de inversión: si el ahorrador solo quiere depósitos, y una vez dada mi opinión, pues depósitos. Pero ahí va mi consejo: mire la solvencia de las entidades, elija solvencia frente a rentabilidad y, a ser posible, deposite de cien en cien. Y una maldad: los cien mil están asegurados, pero los intereses, si los reinvierte cuando se paguen, su depósito pasa de cien mil a ciento dos mil, por ejemplo, y ya no es un deposito de de menos de cien. No estaría dentro de la pantalla protectora que por el momento han respetado los políticos.

Hay más antídotos contra el Síndrome de Chipre, como los productos de ahorro de las empresas de seguros, algunas de ellas francamente sólidas, pero no me queda espacio. Lo importante es que sepan Uds. que frente al “atraco al depósito” hay muchas opciones, y encima algunas de ellas son más liquidas y rentables que el propio depósito.

Pero no quiero aportar inquietud a sus vacaciones. Es lo último que querría hacer. No va a haber una solución a la chipriota en España – ya ha habido una a la española, más cara y para todos los españoles, o al menos para los que pagan impuestos – y, de haber algo, será que el Gobierno decida apretarnos un poco más el cinturón, y eso ni va a ser a corto plazo ni seguramente “a la chipriota”. Pero diversificar la forma en que tiene sus ahorros nunca va a ser un error (ya sabe, no poner todos los huevos en la misma cesta) y encima con los intereses que dan ahora los depósitos es fácil que salga ganando en rentabilidad. Y en el caso de los fondos, en liquidez (y también en muchos bonos). Así que no se alarme: diversificar es bueno, rentable y encima ayuda a dormir tranquilo.

Dije la semana pasada que la situación de Chipre no es extrapolable a España. Y lo mantengo. Pero también dije que los políticos europeos son especialistas en convertir un pequeño problema en una crisis sistémica. Le ha faltado tiempo al señor Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, para confirmarlo. Sus declaraciones de que el remedio de Chipre es aplicable a otros países, son un ejemplo más de la capacidad de nuestros excelsos líderes para convertir un agujero en un socavón.