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Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

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Por el momento, mejor acreedor que socio

La rentabilidad de la liquidez está en su potencial, no en su rendimiento inmediato. Es munición para poder comprar barato en el futuro

Foto: Vista de la escultura del signo del Euro ubicada frente al Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (EFE)
Vista de la escultura del signo del Euro ubicada frente al Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (EFE)

En mi primer artículo del año les dije que redujeran posiciones en activos de riesgo hasta que escampe. Al contrario que las tormentas de verano, que suelen se cortas e intensas, las de invierno pueden ser largas. En verano los inversores se asustaron con China, pero la alarma no había destruido la confianza. Ahora los mercados han perdido totalmente la confianza en las autoridades chinas y en la información que transmiten. No será fácil restaurarla.

No volverá la confianza hasta que no revelen el auténtico estado de su economía, sus intenciones en materia de tipo de cambio -hasta dónde pretenden devaluar su divisa-, o si van a tomar medidas drásticas para reducir su exceso de capacidad productiva. Tienen que cambiar una mentalidad de politburó y oscurantismo por una más acorde con la economía de mercado y el mundo mediático en el que vivimos. Total nada.

Quien siga este blog hace mucho tiempo que no tendrá posiciones ni en China ni en emergentes. Pero tendrá una parte de su cartera en bolsa europea.

Yo no voy a vender esa posición porque soy un inversor de largo plazo y miro a, como mínimo, tres años vista. Me ha ido muy bien desde que aumenté posiciones en la eurozona (ver La hora de Europa II, septiembre de 2013) y creo que la tendencia alcista de largo plazo que se inició en 2009 no ha finalizado. Y lo creo porque siguen en vigor los factores que la generaron (bajada de tipos, estímulo monetario, lenta recuperación económica, caída del precio de la energía, excelente rentabilidad por dividendo, etc.). Pero entiendo que el perfil de inversión de la mayoría de los españoles no es tan largo placista. Y aquí se trata de invertir, no de sufrir.

Quien haya seguido mi consejo se preguntará dónde coloca el dinero procedente de esa venta hasta que los chinos decidan coger el toro por los cuernos, lo cual puede tardar semanas, meses o años.

A mí me gusta mucho la de la deuda corporativa europea de buena/media calidad crediticia

No veo inconveniente alguno en que una parte se quede en liquidez, es decir, en fondos de inversión de baja volatilidad, poco rentables pero muy estables. La rentabilidad de la liquidez está en su potencial, no en su rendimiento inmediato. Es munición para poder comprar barato en el futuro.

Pero hay otras opciones. A mí me gusta mucho la de la deuda corporativa europea de buena/media calidad crediticia. Ciertamente sufre la volatilidad del mercado, pero en mucha menor medida. Es más: en esta ocasión -desde el 1 de enero del año en curso- el índice de referencia Bloomberg Investment Grade European Corporate Bond Index ha subido –sí, subido– un 0,13%, frente a una caída de más del 7% en el Eurostoxx 600.

Lo bueno de este activo es el tipo de correlación que tiene con la renta variable. Es, en mi opinión, el adecuado para un escenario como el actual.

Al tratarse de bonos emitidos por empresas se ven lógicamente afectados por lo que ocurra en el mundo empresarial, es decir, en las bolsas. Pero también para bien. En otras palabras: con bonos corporativos “estamos en el mercado” -cogemos parte de las subida- pero no sufrimos en la misma medida en las bajadas. Y estamos hablando de empresas de grado de inversión ('Investment Grade') y de hacerlo a través de fondos de inversión, es decir, tenemos liquidez. No hablamos de 'chicharros' ni de bonos de alto rendimiento. Si finalmente los chinos se espabilan, podemos volver a las acciones –fondos de renta variable– en tres días.

El índice al que me refiero incluye desde empresas que son consideradas un mejor refugio que muchos estados europeos a bonos de empresas que sufren en las caídas de las bolsas. En otras palabras: estamos diversificando.

La idea es simple: mientras esperamos a que vuelva la calma a las bolsas es muy posible que obtengamos más que teniendo el dinero en cuenta corriente. Y que no nos perdamos totalmente el inicio del cambio de tendencia cuando se produzca.

Si hay una consecuencia clara del empeoramiento de la situación en el mundo emergente es que exporta deflación a Europa

Hay otra cuestión importante. En mi opinión, si hay una consecuencia clara del empeoramiento de la situación en el mundo emergente es que exporta deflación a Europa. Petróleo todavía más barato, precio de materias primas por los suelos, devaluaciones en cadena, etc. Eso es deflacionista y el único que no se ha enterado es el Sr. Weidmann (el presidente del Bundesbank).

El resto del BCE se acabará dando cuenta. Y eso significa que va a tener que emplearse a fondo para que no decaiga la oferta de crédito. Ese es, por ejemplo, el motivo por el cual cobra a los bancos un 0,3% anual por tener su dinero en el banco central. Para que no lo tengan depositado y lo presten. Y se puede prestar de dos maneras: otorgando créditos o comprando bonos. Hacerlo en empresas de grado de inversión da cierta tranquilidad (y liquidez).

Piensen también en las empresas y sus balances. Piensen en una empresa europea que no dependa de la exportación a países emergentes y que su mercado natural sea Europa y EEUU que, además, haya sido razonable en temas de endeudamiento y esté calificada como “Investment Grade”. ¿Sabe Ud. cuántos 'novios' tiene esa empresa para prestarle dinero? Pues todos los que no tienen las que no están en ese club. Técnicamente hablando: todos los chicos están detrás de los tres 'pibones' de la fiesta y 'pasan' del resto de invitadas.

El argumento en contra es que los 'pibones' –y las que no son no tan 'pibones'- dan poco cupón (tipo de interés) Pero esto, que es cierto en términos nominales, no lo es en términos reales (ver “Teoría de la relatividad financiera). Europa va de cabeza a la deflación. Varios países ya lo están –el nuestro entre ellos-, pero el deterioro chino-emergente hará que se amplíe el síntoma. Un cupón medio del 1,20% -el del índice al que hago referencia– no es tan bajo si el IPC es cero o del -1%.

Pero en esta inversión no vamos solo a por el cupón. Aquí vamos a setas, pero también a Rolex (*). Buscamos cupón, pero también plusvalía. La plusvalía que puede generarse por la demanda que hemos mencionado anteriormente.

La selección del fondo es importante. Un ejemplo de lo que hay que procurar que tenga poco peso son de las empresas cuyos ingresos dependan de países emergentes. O las automovilísticas, que cada día les sale un nuevo 'marrón' por el tubo de escape. O considerar el atractivo de empresas altamente endeudadas pero cuyos ingresos dependen de Europa y EEUU. Porque, si las ventas no decaen, a más alto el endeudamiento, más se notan los efectos beneficiosos de la renegociación de la deuda.

¡Buen fin de semana!

(*) Para quien no conozca el chiste y con todo el cariño hacia la que es –literalmente- mi segunda tierra (Guipúzcoa). Van dos vascos por el monte buscando setas, y en eso que uno de ellos ve un Rolex de oro y le dice exultante a su compañero: ¡Patxi, Patxi, que me he encontrado un Rolex! El otro le mira ligeramente enfadado y le dice: “Pero vamos a ver, Aitor, aquí a qué estamos, ¿a Rolex o a setas?

En mi primer artículo del año les dije que redujeran posiciones en activos de riesgo hasta que escampe. Al contrario que las tormentas de verano, que suelen se cortas e intensas, las de invierno pueden ser largas. En verano los inversores se asustaron con China, pero la alarma no había destruido la confianza. Ahora los mercados han perdido totalmente la confianza en las autoridades chinas y en la información que transmiten. No será fácil restaurarla.

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