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Cómo le afecta a usted eso de la “nueva normalidad”
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Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

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Cómo le afecta a usted eso de la “nueva normalidad”

Es posible que el “New Normal” no sea para siempre. Pero si para unos cuantos años. Especialmente en Europa. Así que ya saben: menos quejarse y más adaptarse

Foto: Un billete de cinco euros resquebrajado por el uso. (Reuters)
Un billete de cinco euros resquebrajado por el uso. (Reuters)

Eramos pocos y parió la abuela. Si el mundo ha estado siempre un poco loco económicamente hablando, ahora está como una cabra.

Los precios bajan, cuando lo que han hecho toda la vida es subir. Antes se hablaba en los telediarios de la inflación. Ahora el IPC es negativo y se llama deflación. A dónde vamos a llegar.

¿Y qué me dicen del crecimiento económico? En Europa ya casi se nos ha olvidado lo que es. Y en España llaman crecimiento a salir tímidamente del agujero. Si le dices al español medio que la economía crece te mirará alucinado. Desde luego su salario no crece. Y, si hablamos con un empresario, en el mejor de los casos te dice que sus ventas se han recuperado “algo”.

“New Normal”: se llama así porque se considera que este sinsentido no es un episodio aislado, sino que, a partir de ahora, va a ser lo normal

Y no estamos solos. Esta situación –bajo crecimiento y baja inflación- se da en mayor o menor medida en todo el mundo y, como era de prever, los americanos ya le han puesto nombre: “New Normal”. Sí, lo han adivinado: se llama así porque consideran que este sinsentido no es un episodio aislado, sino que, a partir de ahora, va a ser lo normal.

Yo tengo mis dudas de que vaya a ser así para siempre –si algo es la economía es cíclica–, pero no les voy a aburrir con mi opinión al respecto. Lo importante es que “esto” va para largo y hay que adaptarse. Ya lo dije hace cinco años en un artículo titulado 'La japonetización de la economía global' y encima ahora se desvanece la posibilidad que apuntaba entonces de que los países emergentes podrían equilibrar la balanza. Si no fuera por EEUU, el mundo estaría sentenciado de forma definitiva e inapelable a la 'japonización'(*) , que es como el “nuevo normal”, pero a lo bestia.

Vamos a ver, por lo tanto, como podemos adaptarnos siguiendo esa máxima que me encanta de “Los buenos se quejan. Los mejores se adaptan”

“Fije rentas”

Como es normal nadie me hizo caso cuando hace años los depósitos daban pan para hoy y hambre para mañana mientras que los bonos daban pan para muchos años (ver 'Que error, que inmenso error') Lo entiendo perfectamente: en los mercados a veces hay que ir a la contra, pero es mucho pedir no ir de cabeza al depósito al 4% en un banco de -teóricamente- primer nivel. Era una tentación demasiado fuerte.

Ya no tiene solución. Los bonos del Estado o los corporativos de primera calidad que hay en el mercado ya no dan aquel 5% anual. Pero nos quedan algunas opciones.

Los depósitos van a dar cero por ciento durante años

Aprovechar la incompetencia de los políticos es una de ellas. Concretamente para “fijar” un cupón, sino del 5%, al menos de un 1,90% anual, que es donde se encarama el bono español a 10 años cuando los políticos la lían, sean nacionales o extranjeros. O cuando tiembla el mercado de bonos porque le da una pájara. Los depósitos van a dar cero por ciento durante años, así que no es un cupón tan bajo. Con un bono del estado tenemos liquidez en segundos y un estupendo tratamiento fiscal si lo hacemos a través de un fondo de inversión.

Los bonos corporativos también tendrán sus días malos. Y ahí podemos hablar de más de un 2% o más en bonos de buena calidad crediticia en caso de corrección. Que la habrá. Así que sean pacientes –pueden pasar meses- , mantengan la escopeta cargada (en fondos tranquilos que den algo más que un depósito) y esperen su oportunidad.

El Ladrillo

Otro consejo que daba al inversor conservador en mi libro '¿Y yo, que hago con mis ahorros?' – era que compraran inmobiliario “de calidad”. Me refería a ese tipo de inmueble que a lo mejor no ha bajado mucho, pero es raro que salga a la venta.

El motivo era doble: no entrar en la orbita de la SAREB -cuya macro oferta impedirá que suban los precios de activos similares a los que ellos venden- y asegurarse que el inmueble sea fácil de alquilar. Porque subir, lo que se dice subir, puede llevar tiempo. Recuerde: este es el “nuevo normal” y pasan cosas raras (como que el ladrillo no “suba siempre”, que es lo que hecho “toda la vida”).

Cuidado con hacerse trampas en el solitario con el tema del alquiler: la rentabilidad real debe ser neta de gastos, comisiones, impuestos e incluso se debe contar con la posibilidad de revisiones a la baja en el precio del alquiler, porque en la nueva normalidad el IPC anual puede ser negativo. Aún así, descontado todo lo anterior, actualmente se puede llegar a “fijar” una renta del 3% -real insisto, no la que se le cuenta a los amigos–, pero sin olvidar que, si bien da más que un bono, la liquidez es infinitamente menor y la fiscalidad mucho peor si se compara con la de un fondo de inversión (y hay opciones inmobiliarias liquidas e interesantes en el mundo de los fondos)

“Sea abuela”

Era otro consejo de “mi libro” y mantiene toda su vigencia. La rentabilidad media por dividendo del Indice Eurostoxx 600 es actualmente del 4%. En otras palabras: seleccionando valores –cuidado con los valores bancarios, que podrían bajar el dividendo– o utilizando un fondo de inversión cuyo gestor esté especializado en seleccionar acciones con dividendo estable, te puedes sentar a cobrar un cupón del 4% o más. Como hacían nuestras abuelas, que no miraban la cotización sino el dividendo. Además, ese tipo de valores aguantan mucho mejor las caídas bursátiles. También se puede “cubrir” (asegurar) parcialmente el valor de la cartera utilizando futuros sobre el propio Eurostoxx. Para dormir más tranquilo.

Como hacían nuestras abuelas, que no miraban la cotización sino el dividendo

Este – el del dividendo - es el mejor consejo de todos. Es más: a lo mejor hasta hay un momento en el que podemos “quitar el seguro” para hacer algunas plusvalías cuando las bolsas retomen la tendencia alcista.

Es posible que el “New Normal” no sea para siempre. Pero si para unos cuantos años. Especialmente en Europa. Así que ya saben: menos quejarse y más adaptarse.

Que pasen una buena semana

(*) “Japonización”: proceso por el que la economía entra en un largo periodo de bajo crecimiento y baja o negativa inflación, como el que vive Japón desde hace más de veinte años

Eramos pocos y parió la abuela. Si el mundo ha estado siempre un poco loco económicamente hablando, ahora está como una cabra.

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