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Qué podemos aprender sobre el consenso de cara a 2018
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Víctor Alvargonzález

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Qué podemos aprender sobre el consenso de cara a 2018

En los mercados ir contra el consenso no solo no es malo, sino que puede llegar a ser muy bueno

Foto: Ibex. (EFE)
Ibex. (EFE)

Supongo que en la mayoría de las profesiones es mejor seguir al consenso y no salirse mucho del tiesto. A Galileo casi lo ejecutan y Van Gogh no vendió un solo cuadro en su vida.

Por el contrario y salvando las distancias, en los mercados ir contra el consenso no solo no es malo, sino que puede llegar a ser muy bueno. Con la ventaja de que, aunque puedan condenarte temporalmente al ostracismo, si tienes razón es el propio mercado quien te lo reconoce.

La teoría de que el consenso se equivoca más que acierta se confirma todos los años. Y este no ha sido una excepción. El ejemplo más claro lo tenemos en la decisión de si dar más peso a Europa o a EE.UU. Pocas veces ha habido más consenso respecto a que Europa lo haría mejor y, sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario. El SP 500 ha ganado un 20% y el Eurostoxx un 7%.

Cierto, Europa lo tenía todo a favor. Estaba retomado el crecimiento y este era, además, un crecimiento no inflacionista. Un escenario que normalmente les gusta mucho a los mercados, así que ¿qué pudo fallar? Pues fallaron las preferencias de los inversores y el euro. A los inversores les ha parecido mucho más atractivo el programa económico de Trump. El consenso de analistas sólo quiso ver el lado populista del nuevo presidente y no tuvo en cuenta que su idea de convertir Norteamérica en un paraíso fiscal podía tener mucho atractivo. Además, el 90% de los analistas asumió el “mantra” de que “la bolsa Norteamericana está cara” (recítese en tono monocorde) sin entrar a valorar el tema impuestos o las expectativas de crecimiento que pueden tener las grandes empresas tecnológicas.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump. (EFE)

Respecto a Europa, el mercado no sólo no valoró la recuperación, sino que se obsesionó con la idea de que un euro fuerte es un factor muy negativo para las empresas europeas. Aprendamos y tengámoslo muy en cuenta en 2018: cuando el euro se acerca a 1,20 hay peligro y, si lo supera, hay que vender. Diga lo que diga el consenso. Es más: especialmente si dice lo contrario.

El 2017 el segundo gran fracaso del consenso ha sido Japón, aunque aquí comparte “éxito” con los profetas del apocalipsis monetario, esos que ven en cada QE el fin del mundo. Primero iba a ser el QE norteamericano, pero en 2017 no solo seguimos vivos sino que el SP 500 ha subido un 300% desde que empezó el temido proceso de estímulo. Y un 20% este año, coincidiendo con el anuncio del final del mismo (que era cuando el cielo caería definitivamente sobre nuestras cabezas) Pues ahora también se pueden “anotar” otro 20%: el que ha subido la bolsa de Japón en 2017, otro “ogro” del QE.

En el caso de Japón los inversores “pasaron” de las profecías y se fijaron más en que era el primer año que la inflación se mantenía claramente en positivo. También tomaron nota de que un escenario de crecimiento global coordinado es muy bueno para un país netamente exportador. Y la mayoría absoluta de su presidente reformista también ha tenido algo que ver.

El consenso de selectores de fondos también ha confirmado la teoría de que el consenso no es un buen guía

El consenso de selectores de fondos también ha confirmado la teoría de que el consenso no es un buen guía, pues ha elegido masivamente la gestión de “valor” frente al “crecimiento”. Los errores mencionados anteriormente tenían al menos una buena base de partida, pero este no está justificado. El estilo “valor” es el mejor ante mercados que han caído con fuerza y dejan muchas gangas a la vista (que es donde se encuentra “valor” a precio de saldo).

Un mercado que lleva seis años subiendo no puede calificarse de mercado lleno de gangas. Y más cuando reina la tecnología y sólo se habla de crecimiento global. Malos tiempos para el “valor” y, sin embargo, ha estado muy de moda. Yo esa moda no la seguiría hasta que el mercado tenga una buena corrección y surjan oportunidades para ese tipo de gestores.

Finalmente, la bolsa española. Aquí también había consenso, pero hay que reconocer que era imposible imaginar tanto desatino. Eso si: para 2018 no hay excusa. Les digo lo mismo que les dije cuando empezó el proceso secesionista: hay opciones mejores. Aquí si que vale lo del “riesgo asimétrico”. Y lo digo no tanto por las consecuencias económicas del proceso, sino por la política de comunicación del gobierno.

Un mercado que lleva seis años subiendo no puede calificarse de mercado lleno de gangas. Y más cuando reina la tecnología

En cuestión de comunicación internacional, encaja goles constantemente y, lo que es peor: no parece preocuparle en absoluto. La versión de los hechos que se va a seguir escuchando en los grandes centros de decisión financiera no nos beneficia en absoluto.

Supongo que en la mayoría de las profesiones es mejor seguir al consenso y no salirse mucho del tiesto. A Galileo casi lo ejecutan y Van Gogh no vendió un solo cuadro en su vida.

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