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Deseando volver a recomendar la gestión activa
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Víctor Alvargonzález

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Deseando volver a recomendar la gestión activa

Un asesor financiero independiente tiene dos vías para justificar su sueldo. La más importante es la distribución de activos. La segunda es la selección de fondos.

Foto: Ibex 35. (EFE)
Ibex 35. (EFE)

Un asesor financiero independiente tiene dos vías para justificar su sueldo. La más importante es la distribución de activos. La segunda es la selección de fondos.

El asesor independiente vive de lo que le pagan sus clientes, no de lo que paguen gestoras de fondos, bancos, “brokers”, etc. (lo que se conoce como retrocesiones). MIFID II ha dejado claro que quienes se dicen independientes y cobran retrocesiones se están saltando la ley (aunque, curiosamente, por el momento parece que nadie les llama la atención)

Para justificar sus tarifas, el asesor independiente tiene que alcanzar un alto grado de acierto en la distribución de activos. Tiene que acertar en buena medida en sus recomendaciones sobre cuando invertir en renta variable o en renta fija, que países o que sectores de la economía, etc. Esto es sin duda lo que aporta más valor al inversor. La segunda fuente de valor, menos importante pero no desdeñable, proviene de la selección de productos, normalmente de fondos de inversión. Se trata de localizar fondos que lo hagan mejor que sus índices de referencia.

Foto: Álvaro Guzmán de Lázaro (azValor) Opinión

Obviamente, al asesor financiero le interesa, y mucho, que los gestores se ganen el sueldo. Y que sean muchos los que consigan batir a los índices de referencia, porque así no será tan difícil localizarlos. A día de hoy es casi imposible. Ahí están las cifras. Pero ¿será siempre así? ¿Se acabó el “alpha” en la selección de fondos? Se plantean dos cuestiones que le interesan a Ud. como cliente y a mi como asesor. La primera es cómo y cuando puede cambiar esta situación. La segunda es si queda algún resquicio de obtención de valor por la vía de la selección de fondos.

No quiero confundir mis deseos con la realidad. Esta sequía de resultados de la gestión activa no se va a solucionar en breve. En mi opinión, el problema es que “el problema” no son los gestores. Si fueran los gestores se produciría una criba natural y tarde o temprano solo quedarían los que saben ganarse la comisión de gestión. El problema es la industria. Y eso tiene difícil arreglo.

Se lo explicaré con un ejemplo real. Un día fui a ver, hace mucho tiempo, al responsable de una gran gestora de fondos nacional. De esas que en España son como los bares, que hay uno en cada esquina. Tenían oficinas y representantes en toda la geografía española, incluidos, como me decía con orgullo, los pueblos más recónditos. Y doy fe de que era cierto.

Los resultados de sus fondos eran, en el mejor de los casos, los mismos que los de los índices de referencia. En la gran mayoría eran mucho peores. Pero cobraban comisiones que hoy estarían literalmente prohibidas, por excesivas. Cuando les pregunté cómo eran capaces de vender esos fondos con esas comisiones me dijeron que, con esa red de distribución, podían vender cualquier cosa.

Value vs Growth

El problema es, en mi opinión, que esa mentalidad se ha trasladado a la industria a nivel mundial. Los mercados de bonos y de acciones han funcionado muy bien en los últimos años y, en paralelo, los tipos de interés obligan al dinero a salir de las madrigueras de las cuentas corrientes y los depósitos. En España, el dinero que sale de los depósitos va, sobre todo, al ladrillo, pero en muchos países del mundo va a fondos de inversión. Un mercado “hunky dory” para las gestoras, como me dijo un gestor británico. Así, muchas han alcanzado tal tamaño que son grandes multinacionales globales y, por algún motivo - que desconozco -, en cuanto una empresa se convierte en una gran multinacional acaba siendo dirigida por alguien que mira mucho más su paquete salarial de salida que el espíritu y la filosofía del negocio.

Los especialistas en cambiar cada cinco años de multinacional no quieren problemas. No quieren versos sueltos entre los gestores, no quieren riesgos, no quieren novedades, no quieren sustos, no quieren innovación. Razonan que si los mercados van bien, pegarse al índice no es un problema. Cuando los fondos van bien nadie se fija en las comisiones. Y cuando van mal, nada como poder echarle la culpa al mercado. Es la forma de retirarse en cinco años sin que nada lo estropee por el camino. Pueden imaginarse ustedes cómo se valora en ese entorno al gestor de verdad, que es alguien que, por definición, tiene que saber ir contra el consenso si quiere encontrar oportunidades. Y que tiene que separarse al menos un poco de la composición del índice si quiere batirlo, porque ¿cómo va a batirlo si le imponen que la composición de su cartera sea igual que la del índice?

La primera conclusión es que, de momento, lo único que va a conseguir un inversor tratando de obtener valor por la vía de la selección de fondos es pagar más comisiones. Esto no son los noventa y mi consejo es que centre la selección de fondos en la selección de activos, países o sectores. O si prefiere que lo haga otro, que sea alguien que no le venda capacidad de selección. Mejor trabajar con fondos índice y un asesor/gestor realista.

Hay una opción que, sin ser exactamente de selección de gestores, tampoco es selección de activos, pero aporta valor. Se trata de la selección de estilos de gestión. Según un reciente estudio de Morningstar Direct, en los últimos doce meses ha habido una diferencia del 23% entre lo obtenido por los fondos “small value” – donde están muchos de los famosos “fondos de autor” – frente a los que invierten en pequeñas empresas, pero de crecimiento. Un -6,5% en los “value” frente al + 16,4% de los "growth". Un veintitrés por ciento de “alpha” por aconsejar un estilo (crecimiento) frente a otro (valor). Y no crean que esto solo ha valido para las pequeñas empresas. En las medianas – medianas en bolsa son grandes a nivel economía real – ha pasado lo mismo. “Value + 3,3%, “Growth” + 21%.

Otro segmento serían los fondos que sustituyen a la renta fija. Eso que dijo un analista de que “queda juego en la renta fija” justo antes de que se desplomara el precio de los bonos USA mejor olvídenlo. Hay que buscar fondos que sustituyan a los fondos de bonos. Y no valen los de países emergentes ni los corporativos. Cuando truenan los tipos de interés en EE.UU. llueve en todo el mercado (de bonos)

Entre los sustitutos de los fondos de renta fija están los fondos mixtos conservadores, los de retorno absoluto y otros parecidos. Para elegir el producto adecuado hay que ser un buen analista de fondos y de gestores. Es uno de los huecos donde se aporta valor seleccionando fondos. Y no es pequeño. Pensemos la enorme cantidad de dinero que hay en fondos de renta fija que debería cambiar de sitio.

A futuro, esperemos que alguien de un paso adelante en el sector de las multinacionales y ponga al mando de la entidad a personas que faciliten una vuelta a los orígenes. Y que los gestores independientes abran la mente y sean más gestores y menos contables. Que no presuman de no haber invertido en Google o en Amazon porque no era un “value play” y se queden tan anchos. En definitiva, que vuelvan los noventa a la gestión y ganemos todos. Los gestores porque ganen a los índices, los asesores porque generen “alpha” y los clientes porque paguen comisiones a cambio de valor.

Un asesor financiero independiente tiene dos vías para justificar su sueldo. La más importante es la distribución de activos. La segunda es la selección de fondos.

Renta variable
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