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El paraíso del 'trader', tercera parte
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Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

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El paraíso del 'trader', tercera parte

El nuevo 'aliado' de los 'traders' es el coronavirus, o más bien sus consecuencias. A un 'trader' lo que le interesa no es que el mercado suba o baje en vertical

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Pocas veces han funcionado los mercados de la forma que se supone que tienen que hacerlo como lo han hecho en los últimos meses. A partir de ahora no solo van a hacer las delicias de los inversores que respetan las reglas de los mercados, sino también las de quienes se dedican al “trading”.

Desde que se inició la crisis del coronavirus, la evolución de los mercados ha sido de libro. Primero se desplomaron, descontando, como es lógico, el peor de los escenarios posibles. Luego hicieron suelo cuando los bancos centrales y los gobiernos anunciaron la inyección de enormes cantidades de dinero para mantener la economía al “ralentí”. Finalmente consolidaron su recuperación anticipándose a la llegada de la “nueva” normalidad. Lo hemos ido anticipando y comentando en distintos artículos a lo largo de esta crisis.

Cuando Donald Trump ganó las elecciones a la presidencia norteamericana, escribí un artículo que se llamaba “El paraíso del trader”. Era de prever que la personalidad del candidato se trasladara a la presidencia. Pero es que encima se aficionó a Twitter. Cada tuit de Trump generaba una oportunidad de compra o de venta. El paroxismo llegó con la negociación con China. ¿Exabrupto amenazador? Caída del mercado, oportunidad de compra. ¿Qué decía que el presidente chino era un tipo estupendo? Subida y oportunidad de venta. Y así durante años. Un paraíso para el operador de corto plazo.

El nuevo “aliado” de los “traders” es el coronavirus, o más bien sus consecuencias. Lo que interesa no es que el mercado suba o baje en vertical

El nuevo “aliado” de los “traders” es el coronavirus, o más bien sus consecuencias. A un “trader” lo que le interesa no es que el mercado suba o baje en vertical. Lo que le interesa es el movimiento lateral bajista o lateral alcista en forma de dientes de sierra (en ambos casos). Y cuanto más amplios, mejor.

Ahora tendremos caídas cada vez que haya un rebrote del virus y recuperaciones cuando haya novedades positivas, como que se anuncien avances en una vacuna o tratamiento. Y los movimientos serán amplios porque los inversores están lógicamente de los nervios después de todo lo que ha pasado.

Además, el “trader” va a contar con otra fuente de volatilidad: los datos macroeconómicos. Nunca se ha hecho una “machada” cómo cerrar la economía a cal y canto durante meses. El nivel de sorpresas una vez reabierta puede ser mayúsculo, tanto para bien como para mal. Puede resultar un desastre o podría resultar en una auténtica catarsis económica. La gente podría quedarse en casa asustada ahorrando por lo que pudiera venir o salir a consumir como si no hubiera un mañana. Es cierto que habrá mucha gente en paro, pero también hay mucha otra gente, la mayoría, que tiene trabajo y muchas ganas de gastar lo ahorrado durante estos meses de confinamiento.

La mejor forma de hacerlo es diseñar una cartera de ETF que incluya los sectores y países más “populares” y luego “moverla”

El operador de corto plazo tiene que elegir bien los activos y productos que utiliza. Tienen que estar “de moda” – para que se “muevan” - y tienen que ser muy líquidos, para poder entrar y salir con rapidez.

Para mi la mejor forma de hacerlo es diseñar una cartera de ETF que incluya los sectores y países más “populares” y luego “moverla” en el corto plazo en función de las circunstancias. Y elegir sectores y países que den juego, que sean capaces de generar movimientos amplios al alza o a la baja, que es lo que da margen de entrada y salida al “trader”.

Habrán visto que hablo de ETF y no de acciones. Evidentemente el motivo principal es porque hablo de lo que conozco y Nextep asesora en la creación de carteras de fondos de inversión y ETF, no de acciones. Pero es que, además de dar tanto juego como las acciones a la hora de hacer trading, permiten diversificar el riesgo, porque están compuestos por todos los valores de un índice o, como mínimo, por una cesta de valores de un sector o actividad.

Pocas veces han funcionado los mercados de la forma que se supone que tienen que hacerlo como lo han hecho en los últimos meses. A partir de ahora no solo van a hacer las delicias de los inversores que respetan las reglas de los mercados, sino también las de quienes se dedican al “trading”.

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