Es noticia
Cuando el miedo cambia de puerta
  1. Mercados
  2. Telón de Fondo
Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

Por

Cuando el miedo cambia de puerta

Algunos medios de comunicación, los analistas y muchos asesores quitan importancia a la primera vacuna contra el coronavirus que supera la fase tres (con resultados realmente prometedores)

Foto: (iStock)
(iStock)

Un conocido mío me dijo una vez que en una confrontación es muy importante “que el miedo cambie de puerta”. Creo que la idea viene de un proverbio árabe, que habla de lo importante que es el cambio de actitud mental para dar la vuelta a situaciones adversas.

Algunos medios de comunicación, los analistas y muchos asesores quitan importancia a la primera vacuna contra el coronavirus que supera la fase tres (con resultados realmente prometedores, por cierto). Llama la atención las llamadas a la cautela, a verificar datos y a ser – lógicamente – prudentes por parte de los mismos que, cuando se trata de malas noticias, se tiran directamente a la piscina sin pensárselo dos veces. Y que lo hacen porque saben que las malas noticias son las que venden, las que generan seguidores y las que, en el sector financiero, sirven para captar clientes aprovechando que están atemorizados.

Pero un asesor financiero lo que tiene que ser es objetivo. Y con frialdad y objetividad hay que decir que el anuncio de Pfizer y BioNtech es lo que los norteamericanos llaman un “game changer” (algo que cambia el rumbo del partido). Y añadiría que es un cambio que, aunque nosotros ya anunciamos hace tiempo que se produciría, - solo tienen que leer mis artículos de los últimos meses -, tiene muchas derivadas. En los mercados cuando cambia una variable importante afecta a toda la ecuación, es decir a casi todos los activos financieros.

Foto: (EPA/ZIPI)

En el número de noviembre de nuestra newsletter “Los Cuadernos Del Mercado” incluíamos un capítulo de “finanzas ficción” que llamamos “El día de la vacuna “, en el que tratábamos de imaginar qué pasaría en los mercados el día en el que se anunciara la primera vacuna con visos de credibilidad. Y realizamos una simulación pormenorizada de lo que supondría esa noticia por activos, sectores y países.

No me voy a detener en qué dijimos qué ocurriría porque ha sido exactamente lo que ha ocurrido. Me voy a detener en algunos aspectos que no se ven el primer día. Porque el miedo solo ha empezado a cambiar de puerta.

A partir de ahora, junto con datos de fallecimientos llegarán noticias de nuevas vacunas y tratamientos. Con la vacunación de la población de riesgo se reducirá la presión sobre los hospitales y, en consecuencia, las medidas de confinamiento. Por supuesto que el partido no va a darse la vuelta de un día para otro, el virus todavía meterá goles. La diferencia es que ahora tendremos delanteros de primer nivel – vacunas - y buenos defensas (tratamientos). Y una carrera para conseguir mejores vacunas y mejores tratamientos porque hay muchísimo dinero en juego.

A partir de ahora, junto con datos de fallecimientos llegarán noticias de nuevas vacunas y tratamientos

A continuación, y aunque para eso probablemente falte cierto tiempo, veremos como el miedo pasa de la puerta de la renta variable a la puerta de la renta fija. Pese a lo que le digan en redes y tertulias, los bancos centrales están deseando dejar de comprar todos los bonos del mercado. Saben que, a más compren, más difícil será normalizar sus balances. Del miedo al colapso financiero por la pandemia pasarán al miedo a las consecuencias que puede tener haber impreso una cantidad histórica de papel moneda, para comprar unas bonos que, si no fuera porque los compran ellos, se considerarían de discutible calidad crediticia. Y son conscientes de que si hay algún problema, los políticos se pondrán de perfil y les echarán la culpa. Y eso, a funcionarios de alto nivel que quieren seguir siéndolo, les dará miedo.

En consecuencia, tan pronto empiece a normalizarse la situación económica empezarán a soltar globos sonda sobre la conveniencia de detener el proceso de estímulo monetario. Eso, en un mundo en el que como consecuencia de sus compras la mayoría de los bonos de los países avanzados ofrecen rentabilidad negativa - es decir, que han subido muchísimo de precio - representa un riesgo enorme. Los inversores empezarán a temer por sus fondos con bonos de largo plazo. Y la cuestión no es si ocurrirá, sino cuando.

También anunciamos desde estas páginas en su día y describimos con detalle en “Los Cuadernos” el proceso de rotación sectorial que se va a producir en las bolsas. El inversor inteligente hará bien en tomar nota de los movimientos que se produjeron el pasado lunes. Luego tendrá que saber discernir, porque no significa que todos vayan a tener continuidad. En la euforia se compra de todo, pero el proceso de rotación será, en nuestra opinión, gradual, e irá por barrios.

Porque el virus será injusto hasta el final. Se ha cebado en los países pobres, en las economías de baja digitalización que no pueden evitar el contacto físico y en las pequeñas y medianas empresas que no tienen recursos para mantenerse a flote, mientras ven como las grandes se llevan a sus clientes. Y ahora será injusto en la vacunación. Los países pobres no tienen la infraestructura sanitaria que tienen los ricos para vacunar rápidamente a sus ciudadanos. Además ,al menos esta vacuna en concreto hay que mantenerla a una temperatura inferior a 70° bajo cero. Así que, para acabar, insistiremos de nuevo en lo que llamamos el “indicador de salud y dinero” en el que clasificamos la capacidad de recuperación económica de los países en función de su capacidad de vacunación y sus recursos. Porque la vacunación quita el miedo y cuando el miedo sale por la puerta entra alegría de vivir y, en una sociedad capitalista, la alegría suele traducirse en consumo.

Un conocido mío me dijo una vez que en una confrontación es muy importante “que el miedo cambie de puerta”. Creo que la idea viene de un proverbio árabe, que habla de lo importante que es el cambio de actitud mental para dar la vuelta a situaciones adversas.

Sector Financiero Miedo