Telón de Fondo
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No cometa el error de invertir en fondos monetarios sin asesorarse antes
El mes de noviembre lanzamos una idea que no pensamos llegara a tener la repercusión que ha tenido: que era mucho más rentable una letra del tesoro que un depósito bancario
El pasado mes de noviembre lanzamos una idea que no pensamos llegara a tener la repercusión que ha tenido: que era mucho más rentable una letra del tesoro que un depósito bancario (en una entidad de primera fila, la única que podría compararse en seguridad con el Tesoro público). Y lo publicamos en medios y redes sociales.
Visto el impacto y el interés generado, escribí otro artículo, advirtiendo que, siendo esa la idea base, era mucho más práctico, fiscalmente atractivo e incluso más rentable utilizar fondos monetarios, siempre y cuando se seleccione el producto adecuado. He visto que la idea - de los monetarios - también está calando, pero que los análisis que se publican ignoran la parte más importante de la cuestión, es decir, cuál es el factor más importante de rentabilidad en un fondo monetario.
Los análisis que se publican ignoran la parte más importante de la cuestión, es decir, cuál es el factor más importante de rentabilidad en un fondo monetario
Se hace referencia a las comisiones, cierto, y sin duda es una cuestión importante. De hecho, si va a invertir en activos de corto plazo utilizando un fondo monetario, probablemente el 80 % dejan de ser interesantes por las abusivas comisiones que se cobran cobrarse en el mercado español, en fondos monetarios o en cualquier otro producto de inversión colectiva. Pero no es el factor más importante.
Lo más importante a la hora de elegir un fondo monetario es analizar los activos en los que invierte el fondo, es decir, las “tripas” del fondo. Y la pericia del gestor. Sí, como lo oyen: en un fondo monetario la gestión importa, e importa mucho. Que el 70 % de los fondos monetarios españoles no gestionen nada – aunque cobren comisión de “gestión”- no significa que no se puedan gestionar. Vaya si se puede. Y se debe.
Empecemos por el principio. Si el fondo solo invierte en letras del tesoro español, la rentabilidad será mejor que la de un depósito bancario, pero ahí acaba la cosa. Y si la comisión es demasiado alta y encima no hay gestión real del fondo, lo hará peor que las letras a un año. Pero si hay una buena gestión podría incluso justificarse una comisión un poco mayor. En el mundo de los activos de corto plazo hay diferencias muy importantes en lo referente a la rentabilidad, tanto por cupón (tipo de interés) como potencial de obtención de plusvalías. Que serán pequeñas por definición, pero importantes para mejorar la rentabilidad total de la inversión.
Todo el mundo puede comprobar en cualquier medio de comunicación que el Estado español paga más interés que el alemán en activos de corto plazo. La letra del tesoro español se mueve en el entorno del 2,90 %, su equivalente alemán lo hace en el entorno del 2,60 %. Esto ocurre porque no es igual la solvencia - y la seriedad presupuestaria - de Alemania que la de España. Pero, en la práctica, actualmente esa diferencia a un año vista es puramente teórica. Por motivos que ahora no vienen al caso, Alemania ya no se queja de que gobierno español se endeude y gaste dinero público como si se lo regalaran. Y, como ya no se quejan, el mercado interpreta, acertadamente, que, además del BCE, nos avala Alemania. Que está encantada de que gastemos. Así que podemos obtener más rentabilidad en un activo, la letra del tesoro español, con la misma seguridad que si fuera alemán por qué tenemos indirectamente el aval alemán.
Pues por las mismas podemos “jugar” con la renta fija corporativa. Cualquiera de nosotros puede citar varias empresas españolas (y europeas) que, en la práctica, nos dan tanta seguridad como el Estado español, pero que pagan más. En los mercados la mayor calidad crediticia corresponde al Estado y a partir de ahí a las empresas (en función de su solidez financiera). El campo que tiene un gestor de un fondo monetario jugando con activos corporativos de corto plazo es enorme. Y podemos estar hablando de un punto porcentual adicional de rentabilidad como consecuencia de aprovechar ese campo.
En los mercados la mayor calidad crediticia corresponde al Estado y a partir de ahí a las empresas
Otra cosa que puede hacer un buen gestor es jugar con las duraciones. La duración hace referencia al vencimiento de los activos en cartera y es otro factor que puede llegar a ser incluso más importante que la comisión de gestión, que ya es decir. Un buen gestor puede “arañar” un 0, 50 % adicional gestionando la duración. Y si no, que se lo pregunten a los “brokers” de las mesas de contratación de los bancos, que lo hacen todos los días para sus entidades.
Si pensamos que la subida de tipos de interés del BCE durará poco, nos interesan los activos que tengan el plazo vencimiento más largo (12 meses). Nos interesa fijar tipos actuales ya que serán mucho mejores que los que habrá dentro de seis meses o un año. Por poner un ejemplo, nos interesan más las letras a tres meses que las letras a un año, que serán interesantes cuando los tipos de interés estén alcanzando su nivel más alto.
Por el contrario, si pensamos que el BCE se va a tirar varios meses subiendo tipos, nos interesan activos monetarios con vencimiento a muy corto plazo, para que así nuestras letras u otros activos financieros de corto plazo se vayan renovando a tipos superiores. Para que se entienda, sería como “subirse al Euríbor”: a más aumenta la expectativa de subida de tipos oficiales, más va subiendo el Euríbor. Pues ocurre lo mismo con los activos monetarios de corto plazo: al subir la expectativa de nivel de tipos va aumentando la remuneración de dichos activos.
Finalmente, asumiendo solo un poquito más de riesgo, un gestor puede invertir una pequeña parte del fondo monetario en letras otros activos de corto plazo de otros países, en los que se pagan tipos de interés superiores. Del Tesoro norteamericano, sin ir más lejos, que ya ofrecen más del 4 %.
El asesoramiento es fundamental a la hora de elegir fondos monetarios. Las diferencias de rentabilidad pueden ser pequeñas, pero los importes que invierte la gente pueden ser muy grandes. Hay ahorradores que invierten todos sus ahorros de forma muy conservadora, donde una diferencia del 1 % de rentabilidad es mucho dinero. Y la forma de tener el monetario que se sitúa al cabo de un año en la parte alta de la clasificación depende de la calidad del asesoramiento que se reciba antes de comprarlo.
Avisamos en Noviembre de que eran más interesantes las letras que los depósitos. Avisamos luego de que hacer la inversión vía fondos monetarios tiene grandes ventajas. Ahora avisamos de que no todos los fondos monetarios son iguales y conviene elegirlos bien. El que avisa no es traidor.
El pasado mes de noviembre lanzamos una idea que no pensamos llegara a tener la repercusión que ha tenido: que era mucho más rentable una letra del tesoro que un depósito bancario (en una entidad de primera fila, la única que podría compararse en seguridad con el Tesoro público). Y lo publicamos en medios y redes sociales.
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