Es noticia
¿Trabaja en arquitectura abierta o va a seguir perdiendo oportunidades?
  1. Mercados
  2. Telón de Fondo
Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

Por

¿Trabaja en arquitectura abierta o va a seguir perdiendo oportunidades?

Se define como arquitectura abierta (en fondos de inversión) que tu asesor o gestor te pueda ofrecer cualquier fondo del mercado.

Foto: Foto: EFE/Justin Lane.
Foto: EFE/Justin Lane.

Si hay algo incomprensible es como todavía hay inversores que pueden estar trabajando con asesores - o gestores de carteras - que no trabajan en arquitectura abierta. O, mejor dicho: que haya tantos asesores y gestores que no la ofrezcan. Y peor todavía: los motivos por los que esto ocurre.

Se define como arquitectura abierta (en fondos de inversión) que tu asesor o gestor te pueda ofrecer cualquier fondo del mercado. Y que pueda elegir para tu cartera el que mejor lo puede hacer para cada activo, sector o país.

Arquitectura cerrada sería cuando el asesor (o gestor) solo te ofrece fondos “de la casa”, es decir de la entidad financiera para la que trabaja. Arquitectura “guiada” sería cuando el asesor o gestor ofrece fondos de la casa y algunos de terceros, pero solo de aquellas gestoras con los que ha obtenido acuerdos ventajosos en el cobro de comisiones por colocar dichos fondos.

Si habláramos de un consumidor en general, arquitectura cerrada sería que solo puede comprar en la tienda del barrio (que además sería más bien pequeña). A mi me encantan las tiendas de barrio, pero siempre que pueda ir a varias. Y que no me esté prohibido comprar también en Amazon o Mercadona.

Arquitectura “guiada” sería que el consumidor sólo puede comprar en un único “súper” y relativamente pequeño. Y, finalmente, la arquitectura abierta, es decir, poder comprar en cualquier supermercado, gran almacén, centro comercial y en los distribuidores online que uno quiera.

Foto: Foto: Istock.

La arquitectura abierta es lo normal en cualquier producto. Excepto en los productos financieros y concretamente en los fondos de inversión, donde lo habitual es la arquitectura cerrada o la arquitectura “guiada”. Y como ocurriría con cualquier otro producto, esta limitación decimonónica tiene un coste para el consumidor, en este caso el inversor.

Tenemos ejemplos todos los años. En 2022 solo había en el mercado un fondo de inversión que se aprovechara de la subida de los tipos de interés de los bonos. Nosotros, al ser asesores totalmente independientes, pudimos recomendarlo, porque podemos recomendar cualquier fondo del mercado. Pero la mayoría de los inversores se perdió esta magnífica oportunidad de rentabilizar la ruptura de la burbuja de la renta fija. Y ese mismo año lo que mejor funcionó fueron los fondos que invertían en energía, en materias primas o los llamados fondos “de valor”. Todos ellos solo se encuentran en plataformas que ofrecen arquitectura abierta. Y la lista de lo que se perdieron los clientes de asesores que trabajan en arquitectura cerrada o guiada fue muy larga.

En 2022 solo había en el mercado un fondo de inversión que se aprovechara de la subida de los tipos de interés de los bonos

Este año hay más ejemplos, como que muchos inversores se están perdiendo la subida del NASDAQ, el índice tecnológico norteamericano (+ 18 % en lo que va de año). Se sorprenderían ustedes de ver lo difícil que es encontrar en entidades financieras españolas un fondo indexado o simplemente referenciado a dicho índice. Y que decir de la renta fija norteamericana - beneficiaria del fin de la subida de tipos en Norteamérica – que además tengan la divisa cubierta (para no perder cuando cae el dólar). Solo se encuentra en muy pocas entidades, incluso aunque sean de banca privada.

¿Y por qué los inversores españoles son como consumidores condenados a comprar siempre en el colmado del barrio o en un pequeño “súper” de pueblo? Obviamente no es porque no quieran: es porque es lo que les conviene a sus asesores y gestores.

Foto: Foto: Efe

El asesor o gestor lo primero que quiere colocar son fondos “de la casa”, porque es donde se puede llevar el 100 % de la comisión que le dan por colocar un fondo (que no la ve, pero la paga el cliente dentro de la comisión de gestión). Si le “coloca” al cliente un fondo de otra gestora sólo se lleva el 50%. En algunos casos y ante la presión de los clientes, firma acuerdos con unas cuantas gestoras, normalmente las que más le paguen. En cualquier caso el cliente pasará de la tienda de barrio al “súper” del pueblo, no a Amazon, Mercadona o a un mega centro comercial. Seguirá perdiendo oportunidades. Para acceder a todas las oportunidades hay que trabajar en arquitectura abierta 100%.

Lo más triste es que hay muchas plataformas, es decir, entidades financieras serias y muy conocidas, que ofrecen arquitectura abierta. Vamos, que comprar en Amazon o en el mega centro comercial es tan fácil para el inversor cómo hacerlo en la tienda de la esquina. Pero claro, si no lo sabe es como la persona que no ha salido jamás de su pueblo ni tiene un ordenador o un móvil. Y es así como las entidades financieras mantienen a sus clientes en el desconocimiento de que podrían comprar en Amazon o en Mercadona.

Las entidades financieras mantienen a sus clientes en el desconocimiento de que podrían comprar en Amazon o en Mercadona

Lo más triste es que trabajar en arquitectura abierta supone, además, ahorrar mucho dinero en comisiones. Al poder elegir y comparar se puede acceder a los mejores productos a los precios más baratos. El que solo puede comprar en un sitio tiene que aceptar las condiciones de ese sitio sin rechistar, mientras que el que puede comprar cualquier producto del mercado puede comparar y comprar la mejor relación calidad precio. Pero esto, que es la norma en cualquier mercado, es la excepción en el mercado financiero. Salvo para el inversor bien asesorado que “rompa las cadenas”, lo cual es tan fácil como cambiar de intermediario financiero (banco, agente, sociedad de valores, asesor, etc.)

Si hay algo incomprensible es como todavía hay inversores que pueden estar trabajando con asesores - o gestores de carteras - que no trabajan en arquitectura abierta. O, mejor dicho: que haya tantos asesores y gestores que no la ofrezcan. Y peor todavía: los motivos por los que esto ocurre.

Inversores
El redactor recomienda