Telón de Fondo
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Por qué los españoles pagamos más comisiones (y cómo evitarlo)
Tras varias décadas de sana competencia, las comisiones de los fondos de inversión se acercan a coste casi cero… en EEUU
Tras varias décadas de sana competencia, las comisiones de los fondos de inversión se acercan a coste casi cero… en EEUU. Esto último sólo en ETFs (fondos de inversión cotizados) que se limiten a replicar a un índice y, en menor medida, en fondos indexados. Pero también se han reducido drásticamente en los fondos tradicionales.
Y no sólo en EEUU. El proceso de racionalización y adaptación a la realidad y al mercado se nota más en EEUU porque allí se defiende la competencia, pero el proceso lleva tiempo en marcha en todos los países financieramente avanzados.
No es el caso de España. Aquí es como si se hubiera detenido el tiempo. O como si se hubiera decretado el fin de la competencia en el sector.
En España el grueso de la oferta de fondos siguen siendo fondos tradicionales que cobran lo mismo que hace 20 años, pese a que, en la mayoría de los casos, ofrezcan una rentabilidad igual o inferior a su equivalente en fondos indexados. Por ejemplo, en España los fondos tradicionales de renta variable cobran de media alrededor del 1,80% anual de comisión de gestión, que, en muchos casos, no aporta valor añadido alguno respecto al índice de referencia. Mientras tanto, en EEUU, un fondo indexado cobra menos del 0,20% anual de comisión de gestión y un ETF menos del 0,10%.
¿Y por qué nosotros no? Pues porque aquí en lugar de defenderse, la competencia ha sido erradicada. Pensemos en el "chollo" que supone el típico fondo de inversión que se vende en España, sea nacional o de una gestora extranjera, de renta fija o de renta variable: la mayoría cobra más del 1% anual por limitarse a seguir un índice. De hecho, si es de renta variable, esa comisión es superior al 1,50% y su gestión se limita a copiar la composición de un índice de referencia como el Ibex 35 o el Eurostoxx 50. Con un "chollo" así, no es de extrañar que el oligopolio de la distribución haga todo lo posible por mantener el "statu quo".
Es importante aclarar que el "chollo" no es tanto para el gestor, que mejor o peor está gestionando algo: el verdadero "chollo" es para es para el distribuidor, que, una vez realizada la venta, sigue cobrando durante años, pero sin hacer nada. Y encima se lleva mucho más de la comisión “de gestión” que el propio gestor. Es el distribuidor - banco, sociedad/agencia de valores o empresa de asesoramiento NO independiente -, quien se lleva el grueso de la comisión de gestión. Sólo por haberle colocado el fondo a sus clientes.
¿Y cómo permiten las autoridades competentes que ocurra esto? Es lo que se preguntaron las de la UE en Bruselas cuando todos los estudios que realizaron les decían lo mismo: la calidad del asesoramiento se ve seriamente afectada por la falta de independencia de los asesores/distribuidores, cuyo objetivo principal es maximizar su comisión colocando el fondo más caro, aunque no sea el más adecuado para el cliente o la situación del mercado.
Pero cuando han querido actuar, "con la iglesia se han topado", que diría Don Quijote. En este caso el lobby de bancos y sociedades de valores, a los que dicha retrocesión de la comisión de gestión les reporta más de 5.000 millones de euros al año, sin mover un dedo. Lógicamente la comisaría de finanzas de la UE acabó plegándose a las exigencias del lobby.
En el caso de los ETF - la gran estrella de la inversión de los últimos años en el mundo entero - la defensa del territorio parecía más complicada. Frente a un fondo de inversión tradicional, en un ETF todo son ventajas. Pero la suerte también influye en los negocios. Y no vean que "suerte" tuvo el oligopolio español de la distribución, que ha sido el único país del mundo donde los políticos decidieron que los ETF no son fondos de inversión. Pese a ser un instrumento de inversión colectiva que en muchas ocasiones tiene muchos más partícipes que cualquier fondo de inversión tradicional, por grande que sea. Vamos, que es un fondo de inversión como un piano, excepto en España, cerrándole así la puerta al traspaso libre de impuestos y de paso - que casualidad -, al mercado minorista español.
La suerte también influye en los negocios. Y no vean que "suerte" tuvo el oligopolio español de la distribución
Finalmente y para cerrar a cal y canto la puerta de la caverna, si quieres trabajar con fondos indexados en España tienes que abrir un contrato de gestión de cartera en algún "robo advisor" (gestor automatizado), es decir, tienes que delegar la gestión de tu cartera. y pagar una comisión "extra" por ello, por lo que no solo desaparecen las ventajas económicas de los indexados, sino también la posibilidad de que gestiones personalmente tus inversiones.
Pero quejarse aporta poco. En Nextep preferimos buscar soluciones. Y las hemos encontrado. Porque incluso los oligopolios y los cárteles dejan huecos. En este caso, en forma de plataformas que, aunque son muy pocas, ofrecen la posibilidad de adquirir "clases limpias" incluso a inversores con patrimonios medianos o pequeños (aclaración para mal pensados: somos independientes, no cobramos comisión de ninguna plataforma ni fondo de inversión). Y esperamos localizar/convencer a más intermediarios en el futuro. También hay hueco en las entidades financieras. Se puede ahorrar dinero eligiendo adecuadamente dentro de su oferta de fondos, aunque no tanto como utilizando clases limpias.
Pero solo hay una manera de que todos los inversores españoles se incorporen a la "civilización financiera", que es haciendo ruido. Así llegará al mercado español un gran distribuidor o un gran intermediario financiero – o se espabilará alguno de los actuales - con la misma visión que tuvieron Black Rock, Vanguard o Amundi en el campo de la gestión: que, a cambio de reducir margen se puede multiplicar exponencialmente la cuota de mercado y finalmente los beneficios.
Quien ofrezca "clases limpias" – participaciones en fondos sin comisión para el distribuidor – cobrando una comisión de custodia fija o un corretaje, se hará con una enorme cuota de mercado. La compra directa de fondos sigue representando el 40% del mercado de fondos y nadie va a pagar un 1,80% anual a un distribuidor si sabe que en otro puede pagar un 0,70% por el mismo fondo (comisión de custodia incluida).
Tras varias décadas de sana competencia, las comisiones de los fondos de inversión se acercan a coste casi cero… en EEUU. Esto último sólo en ETFs (fondos de inversión cotizados) que se limiten a replicar a un índice y, en menor medida, en fondos indexados. Pero también se han reducido drásticamente en los fondos tradicionales.
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