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Donde manda el capitán inflación no manda el marinero de la Fed
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Víctor Alvargonzález

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Donde manda el capitán inflación no manda el marinero de la Fed

¿Quién manda en la Fed? No, no es el presidente. Por encima de Powell está el dato de inflación

Foto: Jerome Powell, presidente de la Fed. (Reuters/Evelyn Hockstein)
Jerome Powell, presidente de la Fed. (Reuters/Evelyn Hockstein)

Siempre hay alguien por encima. El director general depende del consejero delegado, este del consejo de administración y el consejo de los accionistas. Ocurre así con casi todo y la Fed no es una excepción.

¿Y quién manda en la Fed? No, no es el presidente. Por encima de Powell está el dato de inflación. Se pueden hacer muchas declaraciones y muchos "statements", pero si la inflación sube, hay que subir los tipos de interés. Y si baja y se acerca al objetivo que ha establecido la propia Reserva Federal, hay que bajarlos. Sobre todo si no haciéndolo se pone en peligro el segundo mandato de la Fed, que es el pleno empleo. La inflación y el pleno empleo son los jefes del presidente de la Reserva Federal.

Entonces ¿por qué el otro día subieron los tipos de interés - y bajó el precio de los bonos - tras las entrevista de Powell en televisión? Pues por dos motivos muy sencillos. Primero, porque el hecho de que mande la inflación no significa que no haya gente que escuche a Powell buscando dirección. Segundo, porque sus declaraciones coincidieron con dos datos importantes: uno de empleo y otro de actividad en el sector servicios. Y eso es si que es importante y es en lo que tenemos que fijarnos.

En el fondo es muy sencillo: si la inflación se acerca al 2 %, Powell bajará los tipos de interés. Y si no es así, no lo hará. Y como es la inflación la que decide, lo que tenemos que seguir y analizar son los datos que nos puedan ayudar a saber donde puede estar la inflación dentro de unos meses. Porque en los mercados hay que saber adelantarse, ya que, cuando algo es oficial, está descontado en los precios.

La inflación y el pleno empleo son los jefes del presidente de la Reserva Federal

Y aquí es donde la cosa se complica. Tenemos muy claro que a medio plazo Powell y sus colegas no son determinantes y que lo que importa es lo que haga la inflación, pero no está tan claro es lo que va a hacer la inflación. Y qué indicadores adelantados nos pueden dar una idea de por dónde pueden ir los tiros.

Afortunadamente, también tenemos claro cuáles son los indicadores relevantes de cara a la inflación futura. Por ejemplo, si los salarios se moderan y no se dispara la creación de empleo, se evitará la inflación salarial. Pero también puede ser cierto lo contrario, de ahí la importancia del último dato de empleo. Al ser bueno, ha alejado las expectativas de bajada de tipos que tenían los más optimistas.

Lo que ocurra con los precios industriales también es importante, pero mucho menos que lo que ocurra con los precios de los servicios. En una economía avanzada como la norteamericana, el 80% del crecimiento viene del sector servicios, así que los indicadores de actividad que más nos interesa vigilar son los de dicho sector. Por eso le sentó tan mal al mercado de bonos que saliera un ISM bastante mejor que el del mes anterior. La recesión ayuda a que baje la inflación, el crecimiento dificulta el proceso. Si la gente tiene menos dinero gasta menos y las empresas tienen que bajar precios para mantener sus ventas. Y viceversa.

Otro dato a vigilar es el de las cadenas de suministro. Si se mantienen abiertas tampoco tendremos inflación por ese lado. Fue una de las causas principales de la inflación de 2022, cuando se reinició la economía tras los confinamientos y se montó un atasco de tres pares de narices.

Y luego tenemos el principal culpable de la inflación que hemos vivido y que todavía vivimos: el precio de los alquileres. Suponen nada menos que un tercio del IPC subyacente de los EEUU.

Si hay un dato importante a seguir y tratar de adelantar, además del precio de la energía, es el del alquiler. De hecho, más que la energía, porque lo que más mira la Reserva Federal es la evolución de la inflación subyacente, que no incluye la energía.

Foto: La pugna Biden-Trump.

Como vamos viendo, no es ya que el capitán sea la inflación y el marinero la Fed, es que se puede decir que hay varios contramaestres entre el capitán inflación y los marineros de la Fed. Y uno que todavía no hemos mencionado: lo que gasta el gobierno.

Uno de los motivos por el que el 90% de los economistas se equivocó prediciendo una recesión en EEUU en 2023 fue que no valoraron la fiesta de gasto en la que se había metido la administración Biden. Así que otro dato a vigilar: cuánto gasta el gobierno, porque el exceso de gasto público es inflacionista.

Finalmente, los dos datos más importantes a largo plazo, aunque sean los menos importantes a corto: la productividad y la revolución digital.

Los dos datos más importantes a largo plazo, aunque sean los menos importantes a corto: la productividad y la revolución digital

Cuando las empresas son capaces de producir más y mejor con unos costes más bajos – que es la definición de productividad -, se pueden permitir competir en precios. Y cuando además está viva y coleando una revolución industrial como la revolución digital, es más fácil que haya competencia en precios. Solo hay que ver lo que ha ocurrido en los últimos 20 años, donde la digitalización ha ayudado a contener la inflación. Así que muy atentos también a la productividad y a la salud de la digitalización.

Moraleja: donde manda capitán no manda marinero y además aquí no solo hay capitanes, sino también toda una serie de mandos intermedios. Es en ellos, capitán y mandos intermedios, en los que nos tenemos que fijar, no en el marinero. Que, por cierto, fue el mismo que dijo que la inflación era temporal y tardó un año en subir los tipos de interés. Cuando la inflación ya se había descontrolado.

Siempre hay alguien por encima. El director general depende del consejero delegado, este del consejo de administración y el consejo de los accionistas. Ocurre así con casi todo y la Fed no es una excepción.

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