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¿Bardella será como Meloni o como Margaret Thatcher?
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Víctor Alvargonzález

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¿Bardella será como Meloni o como Margaret Thatcher?

Bardella querrá parecerse a Giorgia Meloni o preferirá el modelo de Margaret Thatcher, en sus relaciones con la UE

Foto: Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional. (Europa Press)
Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional. (Europa Press)

De momento no nos arrepentimos de haber recomendado a nuestros clientes que redujeran posiciones en Europa. Que es lo que hicimos cuando Macron decidió dispararse en el pie. Pudiendo invertir en países con tendencias alcistas claras, no se perdía mucho reduciendo exposición al avispero en el que podía convertirse la UE. Una pena, porque el Eurostoxx sí que iba como un cohete.

No sólo nos preocupaba el resultado final de las elecciones. También el daño que podía producir la campaña electoral en los mercados. Para nosotros estaba claro que parte de la estrategia de Macron consistiría en marcarse "un Sánchez", aunque en el caso francés sería generando miedo económico, no ideológico. El miedo a la ultraderecha pierde mucho efecto cuando es el partido más votado con diferencia. En cambio, lo del bolsillo siempre funciona.

Y ha funcionado: la prima de riesgo con Alemania se ha disparado y los franceses han visto cómo perdían valor sus vehículos de inversión preferidos, las "assurance vie", que son unos seguros tipo Unit Linked con importantes ventajas fiscales, que invierten su patrimonio en bonos y acciones. Sobre todo en acciones y bonos franceses.

El miedo – que no pánico - que se ha desatado entre los inversores - nacionales e internacionales - es a que Francia decida no cumplir los objetivos de déficit y deuda restablecidos en marzo por la Unión Europea (también conocidos como "reglas fiscales").

Francia ya está incumpliendo claramente dichos objetivos y viendo los programas de la izquierda, es un miedo lógico

Teniendo en cuenta que Francia ya está incumpliendo claramente dichos objetivos y viendo los programas de la izquierda y de la Agrupación Nacional, es un miedo lógico.

Ahora que se ha cumplido lo que nos temíamos que ocurriera - y primer motivo por el que recomendamos a nuestros clientes tomar precauciones -, ha llegado el momento ver si se materializa lo que temen los mercados. Y en qué medida. Porque el resultado final, tanto para bien como para mal, no está todavía descontado en las bolsas, simple y llanamente porque no está nada claro. Ni siquiera no estará totalmente después de la segunda vuelta electoral.

Sin entrar en consideraciones ideológicas o políticas, a corto plazo el peor escenario para los mercados es una victoria clara de la agrupación nacional. A mayor sea esa victoria - mayoría absoluta -, peor para las cotizaciones de los bonos y las acciones europeas. Y no les quiero decir si al final fuera la extrema izquierda la que ganara. Pero eso tiene pocas probabilidades de ocurrir.

La clave va a estar en por cuanto gane la agrupación nacional y las alianzas que tenga que realizar en caso de no alcanzar la mayoría absoluta (que tiene aspecto de ser el escenario más probable).

El mejor escenario para los mercados sería que la Agrupación Nacional no tuviera votos suficientes para gobernar en cohabitación. El segundo mejor - o menos malo - sería que gobernara en un parlamento con capacidad de limitar su enfrentamiento con la Unión Europea. Y nos referimos en todo momento a escenarios y cuestiones económicas, no entramos para nada en cuestiones políticas o ideológicas, que no son nuestro negociado.

Otra forma de entender la situación es preguntarnos si, llegando a ser primer ministro, Bardella querrá parecerse a Giorgia Meloni o preferirá el modelo de Margaret Thatcher, en sus relaciones con la UE.

Bardella querrá parecerse a Giorgia Meloni o preferirá el modelo de Margaret Thatcher, en sus relaciones con la UE

Meloni ha sabido encontrar un equilibrio inteligente, compaginando su visión política con el realismo que requiere ejercer el poder. Su victoria no supuso ningún problema para las bolsas ni para los bonos, porque su radicalismo se centró en lo ideológico. Es radical contra el "wokismo" o la inmigración ilegal, pero es moderada y respetuosa con las directrices europeas en lo económico.

Si Bardella hace lo mismo u ofrece compaginar su programa económico con formas de equilibrar el presupuesto, el "problema francés" se habrá acabado. La política que siga en relación con la inmigración o con la comunidad islámica no tienen efectos económicos.

Pero si decide ser radical en lo económico, manteniendo o incluso incrementando el déficit y la deuda, entonces Europa tendrá un problema. Y esto último es un riesgo a considerar, porque da la sensación de que la agrupación nacional tiene una actitud más radical y nacionalista que la de Giorgia Meloni.

Foto: Pillada a una candidata de Marine Le Pen en las elecciones de Francia: se retira por esta foto con una gorra nazi (REUTERS/Yves Herman)

En su estrategia, Macron también ha utilizado el miedo a Putin. Acusa a la Agrupación Nacional de ser "pro Putin" (como también se acusaba a Meloni). Pero desde el punto de vista estrictamente bursátil, todo lo que ayude a que se produzca un alto al fuego y una negociación de paz en Ucrania, es positivo. En los mercados la paz y la certidumbre cotizan al alza. Lo que cotiza a la baja son las guerras y la incertidumbre. Es así desde la época de Napoleón, cuando el Barón de Rothchild decía aquello de "hay que comprar cuando suenan los cañones y vender cuando suenan los violines".

Ojo, lo anterior no es una recomendación de compra. Todavía no sabemos hasta donde llegará el sonido de los cañones (políticos y económicos) en este asunto. Ni siquiera lo sabremos cuando se conozca el resultado de la segunda vuelta, porque, hasta que pase cierto tiempo, no sabremos si Bardella quiere parecerse a Giorgia Meloni o a Margaret Thatcher.

De momento no nos arrepentimos de haber recomendado a nuestros clientes que redujeran posiciones en Europa. Que es lo que hicimos cuando Macron decidió dispararse en el pie. Pudiendo invertir en países con tendencias alcistas claras, no se perdía mucho reduciendo exposición al avispero en el que podía convertirse la UE. Una pena, porque el Eurostoxx sí que iba como un cohete.

Giorgia Meloni Margaret Thatcher
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