:format(png)/f.elconfidencial.com%2Fjournalist%2F843%2Ffc4%2F613%2F843fc4613efeca63ae8b422482d51d32.png)
Telón de Fondo
Por
Del “Trump on / off” al Trump del palo y la zanahoria
Trump sigue siendo el mismo, pero sus prioridades han cambiado. También su forma de negociar
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F898%2F140%2F174%2F8981401745b4f54e5762917ad8004787.jpg)
En “nuevo” Trump es más predecible. Y es una buena noticia para los inversores. Si hay algo que le sienta mal a los mercados es la incertidumbre. Trump sigue siendo el mismo, pero sus prioridades han cambiado. También su forma de negociar.
En la anterior presidencia de Trump recomendábamos una táctica que llamábamos “interruptor Trump on - Trump off”. Lo pueden comprobar leyendo mis artículos de aquella época. Se trataba de aprovechar para comprar barato los momentos en los que Trump creaba caos y confusión como forma de iniciar sus “negociaciones” y realizar beneficios cuando llegaba a acuerdos y acumular liquidez para el siguiente cambio del interruptor.
Ahora hace lo mismo, pero parece que, al menos temporalmente, lo que han cambiado son las prioridades y, en cierto modo, la forma de actuar. Lo entendimos el día en el que, viendo que podía ganar - también lo dijimos en este medio -, nos “comimos” las casi tres horas de entrevista que tuvo con Joe Rogan. Teníamos que saber cómo era el Trump que podía volver a la presidencia y una entrevista de tres horas es perfecta, porque cualquiera baja un poco sus defensas y da la información realmente interesante. Concretamente, hubo un momento en el que le preguntaron cómo pensaba conseguir algo especialmente complicado, no recuerdo si Rogan se refería a la guerra de Ucrania, al problema de la inmigración o a la crisis del fentanilo, pero lo importante es que Trump respondió: “al final, siempre es lo mismo: el palo y la zanahoria“.
“Gotcha”, qué dirían los norteamericanos. Esa es la forma de trabajar de Trump. Y es la que está aplicando ahora. Y es importante tenerlo claro, porque dependiendo de cuál sea el objetivo entenderemos cuál es el palo y cuál es la zanahoria. Y, desde el punto de vista de la inversión, entenderlo va a determinar el acierto en la selección de activos, al menos en lo referente al papel de Trump en los mercados. Voy a tratar de explicarlo con un par de ejemplos.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F636%2F3da%2F472%2F6363da4725891d1fc1165856684b038b.jpg)
Caso México. El objetivo en esta ocasión no era económico. No eran tanto los aranceles, sino detener el flujo migratorio y el tráfico de fentanilo hacia los EEUU. El objetivo es que la presidenta de México se comprometa al 100% con ese objetivo. Y es importante, porque si el objetivo fuera sacarle dinero a México en forma de aranceles, tendría una importancia financiera mucho mayor, tanto por el daño que esto puede suponer para México como por las posibles implicaciones inflacionistas para EE.UU.
Pero si el objetivo principal es político, el impacto financiero es menor. En este caso los aranceles son el palo, la zanahoria es reducirlos o no aplicarlos (si se cumple la condición política). Siendo político y no económico o financiero el objetivo, el impacto bursátil ha sido mucho menor y no ha merecido la pena vender. Por eso se equivocaron quienes pensaron que en esta ocasión el inicio de hostilidades significaba que había que vender. No vieron que los aranceles eran solo el palo y la zanahoria.
Por supuesto, esto puede cambiar en el futuro. Trump necesita dinero para poder bajar los impuestos y podría acabar buscándolo en los aranceles, pero, ahora mismo, la prioridad es la inmigración y el tráfico de drogas, porque eso es lo que dicen las encuestas. A los norteamericanos les preocupa la competencia desleal desde otros países, o lo que ellos consideran desleal, pero a corto plazo les preocupa mucho más la inmigración ilegal y el fentanilo.
Otro ejemplo del palo y la zanahoria lo tenemos con Europa. En nuestra opinión, lo que Trump quiere es reducir el gasto militar, por eso puede ayudarle a frenar el aumento de la deuda pública, que está a niveles estratosféricos. Lo que puede hacer es pasarle el “marrón” a otro y Europa tiene todas las papeletas. Es muy fácil vender internamente que por qué van a pagar los norteamericanos el 70% de la defensa europea, cuando lo que se defiende es a Europa. Por supuesto que es un razonamiento muy simplista y que a Norteamérica tampoco le vendría bien que Rusia dominara Europa, pero esa es otra cuestión.
El inversor o el asesor que no entiendan quien es en cada momento el objetivo, el palo o la zanahoria, estarán descolocados
El palo son, de nuevo, los aranceles, la zanahoria es no aplicarlos y el objetivo es que Europa “apoquine”. Y por eso, y aquí viene lo importante para los inversores, no ha habido ningún colapso en la bolsa europea: porque la UE ha metido rápidamente el rabo entre las piernas y ha dicho que pedirán un crédito para aumentar el gasto militar. Más deuda para Europa - como si hubiera poca- pero esa ya es otra cuestión, que trataremos en su momento.
De cara a la inversión, que es nuestro negociado, todo esto es muy importante. El inversor o el asesor que no entiendan quien es en cada momento el objetivo, el palo o la zanahoria, estarán descolocados. Como lo han estado durante días - y todavía están - muchos medios de comunicación españoles.
Los medios - y muchos asesores y gestores - estaban confundiendo el palo y la zanahoria con el objetivo real. En el caso de los medios sólo distorsiona las noticias, pero en el caso de los profesionales del sector esa confusión distorsiona la adecuada selección de activos. Y eso puede costar dinero, porque, dependiendo de donde esté el objetivo, el palo y la zanahoria, se perjudica o beneficia a un tipo de activos, sectores o países. Ya se ha visto y se va a seguir viendo durante cuatro años.
En “nuevo” Trump es más predecible. Y es una buena noticia para los inversores. Si hay algo que le sienta mal a los mercados es la incertidumbre. Trump sigue siendo el mismo, pero sus prioridades han cambiado. También su forma de negociar.