Macron vs Le Pen: las claves de un futuro incierto para Francia

El presidente francés Emmanuel Macron se enfrenta a la reelección más dura desde hace cinco años. Su oponente, la ultraderechista Marine Le Pen, ha aprendido de sus errores en 2017, cuando los dos candidatos se enfrentaron por primera vez para el cargo presidencial. Tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado domingo, donde Macron obtuvo el 27,6% de los votos, superando las expectativas, y Le Pen consiguió el 23,4%, ambos candidatos están ya preparados para la segunda vuelta el 24 de abril. Por primera vez, es matemáticamente posible que la diputada Le Pen gane. Las últimas estimaciones sugieren que podría obtener hasta el 49% de los votos de la segunda vuelta.

Ningún presidente francés desde Jacques Chirac en 2002 ha ganado la reelección. Y ningún presidente desde Charles de Gaulle en 1965 ha ganado un segundo mandato y ha mantenido la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Macron perdió su mayoría absoluta en mayo de 2020, después de que una serie de deserciones crearan nuevos partidos disidentes. Su partido, ‘La République en Marche!’, tiene actualmente 268 escaños de los 577 que hay en la Asamblea, sin contar con el apoyo de 79 escaños más de otros dos grupos.

El partido de Le Pen, por su parte, sólo tiene seis diputados en la Asamblea y ningún representante entre los 348 senadores de la Cámara Alta. En caso de ganar la presidencia, le costaría encontrar el apoyo suficiente para aprobar cualquier legislación.

La ventaja fugaz de Macron

Hace apenas un mes, el presidente disfrutaba de una ventaja aparentemente inexpugnable. Macron vio aumentar su popularidad gracias a sus esfuerzos diplomáticos para evitar la guerra en Ucrania mediante una serie de conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin. Sin embargo, la guerra desencadenó una serie de choques en los precios de productos básicos como la energía y los alimentos, lo que ha contribuido a un aumento del coste de vida.

No obstante, la tasa de inflación anual de marzo en Francia, del 4,5%, fue inferior a la de sus vecinos cercanos, como España (9,8%), Alemania (7,3%) e Italia (6,7%). Esta diferencia se debe en parte a una serie de descuentos gubernamentales sobre el precio de los carburantes y subvenciones energéticas por valor de 7.000 millones de euros, que incluyen la limitación del precio de la electricidad y el gas en los hogares.

Después de Estados Unidos, la economía francesa se ha recuperado más rápidamente de la pandemia que cualquier otra economía occidental. A medida que el impacto económico de la pandemia fue disminuyendo, el producto interior bruto (PIB) francés creció un 7% en 2021, su mayor crecimiento en más de medio siglo. Se prevé que la economía francesa crezca un 3,6% en 2022, según la Comisión Europea.

Las propuestas de Macron y Le Pen

Macron promete aumentar el umbral del impuesto sobre sucesiones, realizar medidas para monetizar las horas extras, renovar las viviendas y crear un programa de vehículos eléctricos más asequibles. Las promesas de campaña incluyen una pensión estatal mínima de 1.100 euros al mes, reformas educativas continuas para enfatizar las habilidades en matemáticas y francés, y más personal sanitario y policía. Además, quiere aumentar la edad promedio de jubilación de 62 a 65 años en el plazo de diez años y eliminar un conjunto de exenciones específicas de la industria.

Las propuestas de Marine Le Pen, tal y como se describen en su folleto de campaña, sitúan el aumento del coste de la vida en el centro de su promesa de aumentar el poder adquisitivo de los consumidores. Propone reducir “masivamente” los impuestos sobre los carburantes, el gas y la electricidad, llevando el impuesto sobre el valor añadido de la energía del 20% al 5,5%. Al mismo tiempo, propone detener la construcción de turbinas eólicas y desmantelar las ya construidas. En contraste con el de Macron, propone reducir la edad de jubilación a los 60 años para aquellos que hayan estado trabajando desde los 20 años.

Además, reduciría los peajes de las autopistas y los costes de sucesión, y daría prioridad a los ciudadanos franceses en el empleo, alojamiento y asistencia social, entre otros.

El efecto en los mercados

Una de las principales preocupaciones de los mercados es que un gobierno nacionalista conduzca a una política económica y presupuestaria europea menos coordinada. Después de los resultados de la primera ronda, los mercados parecen ligeramente menos preocupados por una posible victoria de Le Pen en la segunda ronda, y con el índice CAC 40 superando a los índices de renta variable europeos.

En los mercados de renta fija, el hecho de que el presidente Macron obtuviera un resultado mejor de lo esperado en la primera vuelta también se tradujo en un ligero endurecimiento de los diferenciales de la OAT con respecto a los bunds alemanes.

Es probable que los mercados de divisas sigan siendo la mejor vía para posicionarse ante el riesgo de una eventual victoria de Le Pen. Así, el euro se ha debilitado frente al dólar estadounidense, lo que refleja una mayor probabilidad de que Le Pen se convierta en presidenta. Aun así, la posibilidad de que Macron sea reelegido sigue siendo alta y esperamos que los mercados vuelvan a centrarse en los fundamentos después de la votación de la segunda ronda.

* Stéphane Monier es CIO de Lombard Odier Private Bank