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Caso Ferrovial: por qué se seguirán yendo

El acuerdo de fusión aduce entre las razones para llevar a cabo la citada reorganización el que los Países Bajos "constituyen una plataforma óptima para cotizar en los Estados Unidos"

Foto: Foto: Reuters/Susana Vera.
Foto: Reuters/Susana Vera.

Softbank, la multinacional de inversiones japonesa, adquirió en 2016 la empresa británica de microprocesadores para chips Arm Ltd., por la que pagó 32.000 millones de dólares. Siete años después, y a pesar de la presión ejercida por hasta tres primeros ministros británicos y tener su sede corporativa en Cambridge, Softbank ha anunciado, para estupor de la City, que sacará Arm Ltd. a bolsa en Nueva York. Pero aquí no acaban los disgustos. La también británica CRH (capitalización de 36.000 millones de euros), líder mundial en la producción de materiales de construcción, hizo público el pasado jueves su intención de dejar de cotizar en la Bolsa de Londres para hacerlo exclusivamente en la de Nueva York.

CRH y Arm Ltd. siguen así el ejemplo de Fergusson (capitalización de 28.000 millones de dólares), importante empresa industrial constituida en Reino Unido que trasladó su cotización al NYSE el pasado año, y se adelantan a la empresa de juego británica Flutter (capitalización de 28.000 millones de euros), que ha hecho pública su decisión de cotizar también en Nueva York en un futuro próximo. Y todo esto mientras políticos y reguladores británicos cruzan los dedos para que su mayor empresa, Shell (capitalización de 216.000 millones de dólares), su buque insignia, no recupere su proyecto de trasladar el domicilio social y su cotización del Reino Unido a Estados Unidos.

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En nuestro país Ferrovial (capitalización de 19.500 millones de euros) anunció la semana pasada su intención de someter a su junta la aprobación de una reorganización corporativa que supondría el traslado de su domicilio social a los Países Bajos y que sus acciones cotizasen inicialmente en España y Países Bajos, y tan pronto como fuese posible también en Estados Unidos. Así, el acuerdo de fusión aduce entre las razones para llevar a cabo la citada reorganización el que los Países Bajos “constituyen una plataforma óptima para cotizar en los Estados Unidos”.

Foto: El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura. (Europa Press/David Zorrakino)

¿Qué es lo que motiva esta repentina fascinación de destacadas empresas europeas (alemanas, españolas o británicas), asiáticas o latinoamericanas por el mercado norteamericano y la Bolsa de Nueva York (bien sea NYSE o Nasdaq)? Las razones son múltiples y poderosas:

Las compañías cotizadas en Estados Unidos se benefician de valoraciones más elevadas que sus homólogas cotizadas en otros mercados. De acuerdo con un estudio realizado por Goldman Sachs Investment Research, mientras las empresas europeas han cotizado durante los últimos 30 años a un múltiplo medio de 13 veces su ratio precio-beneficio, las cotizadas en EE.UU lo han hecho a un múltiplo de 18 veces. Lo que preocupa al consejo de administración de Shell es saber que sus rivales ExxonMobil y Chevron, cotizadas en EE.UU, se valoran a seis veces su flujo de caja, mientras que a Shell, cotizada en Londres, se le aplica un múltiplo de tres veces el flujo de caja que genera.

Las empresas que cotizan en EE.UU disfrutan de una mayor liquidez. Los mercados de capitales estadounidenses son más profundos y dinámicos. Muchas de las empresas que optan por cotizar en EE.UU persiguen que sus valores se integren en alguno de los muchos índices que existen y que atraen ingentes inversiones de inversores institucionales norteamericanos. Adicionalmente estos inversores tienen frecuentemente limitaciones internas –o presupuestos muy reducidos— para invertir en otros mercados o en otras monedas que no sean dólares americanos.

Los mercados de capitales estadounidenses son más profundos y dinámicos

• Los inversores institucionales y sus representantes en los consejos de administración son cada vez más vocales a la hora de reclamar la adopción de medidas que generen valor para los accionistas. En el caso de las compañías cotizadas europeas (al menos las 600 mayores empresas cotizadas en la UE) el 57% de su capital social está en manos de inversores estadounidenses que, presumiblemente, conocen bien y comparten estas reflexiones y que en ciertos casos reclamarán el traslado del domicilio social y de la bolsa de cotización en aras del interés social.

• Finalmente, la inversión de 1.750.000 millones de dólares (¡superior al PIB español!) en infraestructura y energía comprometida por el Gobierno norteamericano durante los próximos 10 años ha convertido a EE.UU en Eldorado para las empresas del sector. Y a ninguna de ellas se le escapa que la competencia por capturar esos fondos o créditos fiscales será feroz y que alcanzar una mayor notoriedad en el mercado americano (cotizando en Nueva York o fijando el domicilio social allí) puede ser un factor determinante.

Foto: Óscar Fanjul, vicepresidente de Ferrovial. (EFE)

En un artículo en el Wall Street Journal publicado en 2006 por su entonces alcalde, Michael Bloomberg, se lamentaba de la pérdida de protagonismo de la ciudad de Nueva York toda vez que de las 24 mayores salidas a bolsa que se habían registrado el año anterior en todo el mundo sólo una se había producido en la Bolsa de Nueva York. Con sus recientes decisiones y dotaciones presupuestarias los dirigentes norteamericanos han activado lo que se ha dado en llamar el “super ciclo” de inversiones en energía e infraestructuras que a su vez atraerá inversión exterior y talento y dinamizará su economía. Está en manos de nuestros dirigentes nacionales y europeos activar ciclos virtuosos similares que creen las condiciones necesarias para que las empresas europeas permanezcan en sus países de origen.

*Juan Manuel de Remedios es socio de White&Case.

Softbank, la multinacional de inversiones japonesa, adquirió en 2016 la empresa británica de microprocesadores para chips Arm Ltd., por la que pagó 32.000 millones de dólares. Siete años después, y a pesar de la presión ejercida por hasta tres primeros ministros británicos y tener su sede corporativa en Cambridge, Softbank ha anunciado, para estupor de la City, que sacará Arm Ltd. a bolsa en Nueva York. Pero aquí no acaban los disgustos. La también británica CRH (capitalización de 36.000 millones de euros), líder mundial en la producción de materiales de construcción, hizo público el pasado jueves su intención de dejar de cotizar en la Bolsa de Londres para hacerlo exclusivamente en la de Nueva York.

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