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Un Modi más débil podría traer menos reformas pero quizás una oportunidad para la Unión Europea
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Alicia García Herrero

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Un Modi más débil podría traer menos reformas pero quizás una oportunidad para la Unión Europea

Las elecciones generales de la India para nada han acabado con una victoria aplastante del primer ministro Narendra Modi y su Partido Bharatiya Janata (BJP) que muchos habían predicho

Foto: Narendra Modi. (Europa Press)
Narendra Modi. (Europa Press)

Las elecciones generales de la India para nada han acabado con una victoria aplastante del primer ministro Narendra Modi y su Partido Bharatiya Janata (BJP) que muchos habían predicho. De hecho, el BJP ha perdido su mayoría en el Parlamento, por lo que Modi ahora tendrá que depender de dos partidos más pequeños que se unieron a su coalición, la llamada Alianza Democrática Nacional (ADN) solo unos meses antes de las elecciones. Más allá de lo joven que es esta alianza, los líderes de los partidos pequeños son conocidos por cambiar de bando según sople el viento.

Un gobierno de coalición no es para nada lo que los mercados esperaban, de ahí la caída de la bolsa nada más conocerse el resultado de las elecciones. Una coalición, dada la historia política de la India no debería ser problema, pero el BJP de Modi nunca ha gobernado en coalición, con lo que la adaptación a esa nueva realidad no será fácil.

Al revisar los logros y las deficiencias del mandato de diez años de Modi, se destacan dos aspectos. En primer lugar, la India ha conseguido reducir sus desequilibrios externo y fiscal. En el frente externo, la India tiene ahora un déficit por cuenta corriente, que es un tercio del que era cuando la salida abrupta de la Reserva Federal de su política expansiva (el famoso tapering) llevó a la India a una situación complicada para la financiación de su déficit por cuenta corriente. Es importante notar, sin embargo, que la resiliencia de la India en el frente exterior no se debe a exportaciones más sólidas, sino a importaciones menores, a pesar de la creciente demanda interna. La sustitución de importaciones que está llevando a cabo la India explica este fenómeno con productos nacionales protegidos de la competencia extranjera gracias a los altos aranceles con una creciente política industrial. Esto suena más a América Latina en la década de 1970 que a China después de su entrada en la OMC en 2001, cuando se redujeron los aranceles a las importaciones para facilitar la entrada de fabricantes extranjeros, lo que facilitó la transferencia tecnológica, prácticas comerciales más modernas y un auge económico histórico. La reticente liberalización del comercio de Modi es una de las razones clave por las que la inversión extranjera directa (IED) en la India, especialmente en el sector manufacturero, sigue siendo desalentadora.

Con la formación de un gobierno de coalición más débil, es difícil imaginar un impulso más fuerte a favor de la liberalización del comercio, particularmente porque los industriales locales y los sindicatos que favorecen las barreras proteccionistas tienen más cartas políticas que jugar. En este contexto, y a pesar de los vientos de cola geopolíticos de un mundo que busca "reducir el riesgo" de China, la India podría no convertirse en el imán de la IED que muchos analistas predecían para el tercer mandato de Modi.

En segundo lugar, en el frente fiscal, Modi ha mejorado la recaudación gracias a la introducción de un impuesto a las ventas, pero el déficit fiscal sigue siendo muy elevado al haber aumentado el gasto en infraestructura. Sin embargo, con un gobierno de coalición más débil, Modi podría no tener más remedio que reasignar recursos fiscales lejos de la inversión pública hacia más programas de bienestar en medio de crecientes llamamientos para abordar la desigualdad de la renta. Sin embargo, dada la enorme cantidad de inversión que la India necesitará para reducir su brecha de infraestructura y volverse más atractiva para la inversión extranjera, incluida la capacidad manufacturera que busca salir de China, esto podría convertirse en un problema a futuro.

La realidad es que es crucial crear suficientes empleos manufactureros en la poblada India y que probablemente en esa esté el principal motivo por el que Modi no ha llegado a una mayoría absoluta. Hasta la fecha, el país ha conseguido atraer inversión en los sectores tecnológicos, pero esos empleos son para los trabajadores más calificados. Para crear la cantidad de empleos necesarios para duplicar el ingreso promedio de la India en los próximos 20 años es necesario aumentar el peso de las manufacturas para lo que la inversión directa extranjera es clave. Es cuestionable si un gobierno más débil de Modi podrá impulsar las reformas internas necesarias para atraer más IED en manufacturas si no lo logró durante sus dos primeros mandatos.

Foto: El primer ministro indio, Narendra Modi. (Reuters/Adnan Abidi)

Con todas estas consideraciones, parece seguro esperar una agenda de reformas más lenta durante el tercer mandato de Modi. Sin duda, dado el interés de los inversionistas extranjeros en la India como el único país lo suficientemente grande como para absorber sus cadenas de suministro diversificadas de China, todavía hay espacio y esperanza para una narrativa económica positiva.

En particular, la UE necesita una economía india fuerte y abierta no solo para sus exportaciones, sino también como alternativa a China para su IED en la producción manufacturera. En ese sentido, la situación actual de relativa debilidad de Modi, al pasar a un modus operandi de coalición, podría resolver algunos de los cuellos de botella que se han creado en las negociaciones para un acuerdo comercial y de inversión entre la UE y la India. La UE puede traer la inversión manufacturera que la India necesita y la India puede ofrecer un mercado de gran talla y creciente a las empresas europeas.

*Alicia García Herrero, economista jefe para Asia Pacífico en Natixis e investigador principal en Bruegel

Las elecciones generales de la India para nada han acabado con una victoria aplastante del primer ministro Narendra Modi y su Partido Bharatiya Janata (BJP) que muchos habían predicho. De hecho, el BJP ha perdido su mayoría en el Parlamento, por lo que Modi ahora tendrá que depender de dos partidos más pequeños que se unieron a su coalición, la llamada Alianza Democrática Nacional (ADN) solo unos meses antes de las elecciones. Más allá de lo joven que es esta alianza, los líderes de los partidos pequeños son conocidos por cambiar de bando según sople el viento.

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