Infraestructuras 2.0: una industria que precisa cimientos sólidos

El sector de las infraestructuras está en el epicentro de algunos de los desafíos más importantes de nuestra sociedad a nivel global. El desarrollo de nuevos proyectos, la conservación de los ya existentes o la generación de infraestructuras de nueva generación -tecnológicas o en el entorno de la sostenibilidad- presentan un sinfín de oportunidades. Al mismo tiempo, la necesidad de adaptarse a nuevas fuerzas transformadoras, entre ellas, la adopción de la IA, precisa también abordar nuevos retos, nuevos impactos y nuevas barreras, en un escenario cada vez más global.

Siguiendo esta inercia, el Consejo de Ministros aprobó el pasado año la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024, un ambicioso plan para consolidar y expandir el uso de la IA, cuyo despliegue se extenderá durante este 2025, y contará con recursos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. A través de él se reforzará la supercomputación, se establecerán Centros de Procesamiento de Datos (CPD) ambientalmente sostenibles, se impulsará el talento especializado, y se completará con la futura Ley de Ciberseguridad.

La relevancia de este Plan para el sector no es menor, en un escenario en el que la IA viene a transformar la forma en la que estamos diseñando, construyendo y gestionando las infraestructuras. Su potencial es inmenso a la hora de mejorar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad, permitiendo optimizar la planificación, el diseño, la construcción y la gestión de activos o la toma de decisiones de forma inteligente. Abrazar esta tecnología permitirá a la industria de la construcción e ingeniería impulsar sobremanera la productividad y la innovación. También obligará a afrontar grandes desafíos, como recoge el informe How artificial intelligence can unlook a new future for infrastructure de EY y FIDIC (International Federation of Consulting Engineers), entre ellos, el cambio climático, el crecimiento de las ciudades -donde se necesita una inversión significativa en infraestructura para apoyar la expansión urbana-, la incertidumbre económica, la modernización de la cadena de suministro o la escasez de mano de obra cualificada.

Incidiendo en este último aspecto, solo en Europa se estima que se necesitarán más de dos millones de trabajadores adicionales en el sector de la construcción hasta 2030. Un campo en el que la IA puede apoyar el desarrollo y despliegue de recursos, por ejemplo, identificando brechas de habilidades o realizando predicciones sobre las necesidades futuras de talento. En un contexto de escasez global de ingenieros, también puede ofrecer soluciones significativas, a la hora, entre otros, de entregar proyectos de forma más rápida, con más valor añadido y hacerlo de forma sostenible.

Y qué decir del inmenso poder de procesamiento y capacidades avanzadas en el análisis masivo de datos de la IA para la identificación de relaciones y predicción de resultados, capaz de lidiar con procesos hasta ahora extraordinariamente complejos de gestionar. Esta tecnología ya es capaz de analizar enormes cantidades de datos para identificar patrones ocultos o inusuales, predecir potenciales problemas futuros y utilizar los recursos disponibles de la forma más eficiente en cada una de las fases de un proyecto.

Sin olvidar que satisfacer las necesidades de los usuarios finales debe ser el enfoque principal en todo el proceso de planificación y en la toma de decisiones de cualquier proyecto de construcción. En ello la IA, de nuevo mediante el análisis de enormes cantidades de datos, puede ayudar a comprender las necesidades de la sociedad y predecir demandas futuras, asegurando que los activos empleados cumplan el fin de beneficiar a la sociedad, con la resiliencia y la capacidad de respuesta como prioridades clave.

Esta tecnología ya es capaz de analizar enormes cantidades de datos para identificar patrones ocultos o inusuales

Al mismo tiempo, a medida que hacemos la transición hacia una economía circular y de cero emisiones netas —se estima que se necesitan 139 billones de dólares en inversión en infraestructura sostenible para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050—, será cada vez más necesario que arquitectos, contratistas y operadores trabajen de forma colaborativa.

Incidiendo en lo anterior, no podemos olvidar que para que la IA aproveche todo su potencial y pueda transformar verdaderamente el sector de las infraestructuras debe tener un enfoque colaborativo. En ello es clave tener un compromiso colectivo de todos los actores principales, incluidos los propietarios de activos, los operadores, los consultores, los contratistas, los gobiernos, las instituciones académicas, los proveedores de tecnología o los inversores de capital.

La adopción de la IA en el sector de las infraestructuras y la construcción no es una opción, sino una necesidad para enfrentar los desafíos globales actuales y futuros de nuestra sociedad, y sus cimientos han de ser sólidos. Por ello, es momento de construir un futuro más eficiente y sostenible entre todos y para todos.

*Verónica Flores, socia de auditoría de EY en el sector Infraestructuras