¿Por qué el ‘big tech’ quiere arreglar el mercado inmobiliario de España?
Expertos en tecnología global buscan transformar la compraventa de viviendas en España, agilizando procesos y reforzando la seguridad, en un sector tradicionalmente marcado por la lentitud y la fragmentación
El proceso de compra de una vivienda en España sigue siendo lento. (Foto: iStock)
Al mercado inmobiliario en España nunca le ha faltado demanda. Durante décadas, los compradores internacionales han acudido a nuestro país en busca de un estilo de vida excepcional, oportunidades de inversión y un clima como ningún otro.
Sin embargo, sí que ha faltado eficiencia. El proceso de compra de una vivienda en España sigue siendo lento, dependiente de papeleo (físico) y vulnerable al fraude. Las operaciones pueden tardar meses en cerrarse, la documentación está fragmentada y la ciberdelincuencia se ha vuelto tan frecuente que el Ministerio del Interior registra un nuevo caso cada 82 segundos.
Pero quienes poseen una mentalidad propia de Silicon Valley tienden a ver la ineficiencia como una oportunidad (rentable). El mercado inmobiliario español será lento y fragmentado, pero está impulsado por miles de millones en demanda anual, con lo que está maduro para el tipo de innovación que convirtió pedir un taxi en algo tan simple como tocar un botón en un smartphone.
De esta manera, las personas que han desarrollado apps que usan millones —o incluso miles de millones— de personas cada día están centrando su atención en el mercado inmobiliario español.
Por poner un ejemplo, el equipo directivo de Redpin incluye antiguos miembros de empresas como Uber, Bumble, SAP y Zillow. Aunque a primera vista estas compañías son muy distintas, comparten la convicción de que incluso los mercados más tradicionales pueden beneficiarse de un diseño cuidado y de la digitalización.
Sin lugar a duda, ya era cuestión de tiempo que este cambio llegara al sector inmobiliario en España. A medida que apps B2C alcanzaban su punto de saturación, los operadores experimentados empezaron a fijarse en industrias donde la ineficiencia sigue dominando. Sectores tradicionales que dependen de la interacción presencial y de procesos físicos que muchos creían imposibles de modernizar —como la vivienda, la educación o la sanidad— encajan perfectamente en esta categoría.
Se trata de sectores amplios, de gran importancia social y lastrados por infraestructuras obsoletas. Pero en ellos el tiempo, la seguridad y la experiencia de usuario (por usar un término de Silicon Valley) son tan relevantes como en el sector del entretenimiento o del comercio minorista.
De ahí que haya un interés renovado por el mercado inmobiliario español, que combina una inmensa demanda internacional con cuellos de botella sistémicos. Los compradores extranjeros representan más del 15 % de las transacciones nacionales —y mucho más en las provincias costeras—, aunque el proceso sigue fragmentado entre abogados, notarios, agentes y bancos, cada uno con sus métodos particulares de trabajo. En un mercado donde las viviendas más atractivas pueden venderse en pocos días, esperar semanas a que se liquiden los pagos o que los documentos encajen no solo resulta frustrante, sino que cuesta dinero y tiempo valioso a las empresas.
El talento tecnológico global no solo aporta capital, sino una mentalidad que busca eliminar pasos innecesarios, diseñar pensando en la facilidad de uso y construir sistemas seguros desde el inicio. Aplicada al sector inmobiliario, esta filosofía puede reducir transacciones fallidas, proteger a compradores y vendedores del fraude y permitir que los profesionales dediquen más tiempo al asesoramiento y menos a tareas administrativas.
El mercado inmobiliario español no es el único en presentar disfunciones. Existen fricciones similares en Portugal, Italia e incluso en elReino Unido. Pero España está en la encrucijada de una alta demanda, la notable exposición internacional y la vulnerabilidad digital. Esto la convierte en un lugar idóneo para experimentar con nuevas ideas. Si el talento tecnológico global consigue que comprar una vivienda en España sea tan fluido y seguro como reservar un vuelo o transferir dinero por internet, se sentará un precedente para el resto de Europa.
La llegada del talento tecnológico al sector inmobiliario es parte de una historia más amplia sobre dónde se producirá la próxima ola de cambios. Las victorias fáciles en el mercado de consumo ya se han conseguido. La próxima década estará marcada por el reto de aplicar las herramientas de Silicon Valley —diseño, escalabilidad y digitalización integral— a los sistemas que sostienen la vida cotidiana.
El mercado inmobiliario español, durante mucho tiempo imán para los compradores internacionales, puede convertirse en un caso de éxito para esa transición creciente.
*Vula Karademitrou, General Manager de Redpin Payments España.
Al mercado inmobiliario en España nunca le ha faltado demanda. Durante décadas, los compradores internacionales han acudido a nuestro país en busca de un estilo de vida excepcional, oportunidades de inversión y un clima como ningún otro.