Los notarios advierten: no hay sistema educativo en España

Recibo bimensualmente por arte de birlibirloque, alguien que me quiere mal, la Revista del Colegio Notarial de Madrid en mi domicilio particular de esa misma ciudad para estupefacción de unos vecinos que me toman por miembro de tan distinguido gremio pese a mi aspecto, ya me gustaría tras opositar dos años a Corredor de Comercio, y hartazgo de mi mujer a la que mi manía de leerlo absolutamente todo, y de dejar los papeles tirados por cualquier rincón de la casa, le trae por la calle de la amargura. Es lo que tiene, mi amor, dedicarse a la esclavitud permanente de la columna diaria: hay que pescar en cualquier caladero posible. Una publicación, ésta de los notarios, interesante en lo académico y sustantiva en lo profesional, más aún cuando es público y notorio el enfrentamiento entre la agrupación regional y la nacional en los últimos años.