Es noticia
Interpretando a Mobius: siete normas básicas de inversión
  1. Mercados
  2. Valor Añadido
Alberto Artero

Valor Añadido

Por

Interpretando a Mobius: siete normas básicas de inversión

He de reconocer que el artículo de hoy no es más que una excusa para acercarles a una de las páginas más curiosas que en el

He de reconocer que el artículo de hoy no es más que una excusa para acercarles a una de las páginas más curiosas que en el mundo financiero haya. Servidor de vez en cuando se da un garbeo por ella para sorprenderse con su última ocurrencia. Se trata del Suplemento Money Central del Times Online. Al más puro estilo César Vidal en lo que era el arranque de su cuasi extinguida Linterna de la Cope, abundan las enumeraciones, tanto descriptivas como clasificatorias, sobre los temas más diversos, desde los 50 trucos para sortear la recesión, pasando por las diez peores inversiones inmobiliarias del mundo (medalla de plata, un apartamento en la costa española) o los seis lugares más seguros donde colocar los ahorros. La orientación es fundamentalmente británica, lo que podría limitar el interés del lector patrio, pero aún así: en el entorno actual de saturación de crisis y de necesidad de desintoxicación financiera, el site no deja de ser un soplo de aire fresco entre tanto sesudo análisis.

La pieza que hoy les traigo a colación trata de resumir en siete pautas básicas las principales recomendaciones de uno de los inversores con mayor predicamento a nivel internacional: Mark Mobius, responsable desde hace más de 20 años de los fondos emergentes de Templeton. Me ha parecido oportuno traerlas a colación toda vez que su sencillez y sentido común resultan abrumadoras. Y más en el confuso entorno actual. De hecho, el abandono en brazos del pánico o de la avaricia, con sus consecuentes quebrantos, se deriva, en la mayoría de los casos, precisamente de la ausencia de esa disciplina que ha permitido a unos pocos convertirse en referencia para el resto de los agentes financieros. De ahí su utilidad. Entre ellos se encuentra sin duda alguna Mobius, cuya última apuesta es por el mercado ruso al calor de la persistente subida del precio del crudo y que disfruta del hecho de que el peso de los países en desarrollo en las carteras de acciones globales es el mayor de la Historia.

Sin más demora, vayamos con la enumeración a la que daremos una vuelta con objeto de incorporar una serie de elementos personales. El orden es de McCoy.

  1. Conócete a ti mismo. Es el elemento sustancial. No sólo se refiere a los parámetros fundamentales que definen cualquier inversión: plazo, rentabilidad, riesgo, necesidad de rentas, fiscalidad y similares, sino también a la personalidad y la capacidad de reacción ante los eventos del mercado con objeto de evitar actuaciones precipitadas y económicamente dolorosas.
  2. No te fíes de los demás. Nadie conoce tus circunstancias mejor que ti mismo. Los chivatazos para los que los sueltan. Recopila opiniones pero sé tú quien decide en última instancia. Si delegas la gestión de tu capital en un tercero participa con él del ejercicio que se propone en el punto 1. Cuántos “inversores” a largo, sufren con los vaivenes diarios de los mercados. Algo falla.
  3. Desconfía igualmente de la multitud, que normalmente tiende a reaccionar de forma extrema. Mantén la cabeza fría, usa un papel para poner los pros y contras a favor de realizar, mantener o deshacer una inversión y actúa en consecuencia. La bolsa está a tu servicio y no al revés. Aprovecha el pánico para comprar y la avaricia para vender. Los cambios de paradigma sólo se pueden derivar de un cambio tecnológico, no lo olvides. Y las valoraciones tienden a revertir a la media. Más de dos desviaciones típicas hacia un lado o hacia otro deberían hacer saltar las alarmas.
  4. No inviertas en nada que no entiendas o que requiera para su comprensión de complicados ejercicios de análisis contable, operativo o financiero. Las grandes ideas son, en muchos casos, las más sencillas, aquellas cuyo mercado potencial puede llegar a ser ilimitado. Los costes son seguros, los ingresos inciertos. Analiza los planes de negocio de abajo arriba y no al revés. Las proyecciones para los banqueros. Recopila la información disponible y sométela a tu juicio crítico que irá ganando en calidad con la experiencia.
  5. Lo importante es el valor, no el precio. La divergencia entre uno y otro es lo que permite la existencia del mercado. No se gana dinero observando cada movimiento que se produce en las pantallas financieras sino sabiendo dónde comprar y cuándo vender. Sobre la base del análisis fundamental, a ser posible no condicionado por la humanidad de los analistas, se puede intentar fijar el timing con el análisis técnico. Nunca al revés. La asignación de activos es la que determina la mayor parte de la rentabilidad de cualquier cartera, lo que ha hecho multimillonarios a algunos gestores hedge. Posiciónate desde el convencimiento, no desde la especulación.
  6. Sé paciente, espacia en el tiempo tus inversiones y actúa en consecuencia con tu tolerancia máxima a la pérdida. En los mercados mucho más importante que saber comprar es tener la disciplina suficiente como para vender la posición, bien porque se ha alcanzado el umbral de rentabilidad esperado, sin que se haya producido una alteración significativa de los parámetros que se utilizaron en su fijación, bien porque ha saltado el stop-loss correspondiente. No metas dinero bueno sobre dinero malo. Enajena, revisa la oportunidad de la inversión por si hay un cambio del entorno o en la compañía y fija nuevos niveles de entrada al calor de la ruptura a la baja.
  7. Utiliza en tu favor los distintos instrumentos financieros a tu alcance. Los futuros y las opciones pueden ayudarte a conseguir tus objetivos de un modo más fácil y barato que las inversiones plain vanilla o estándar. Aprovéchate de sus posibilidades que ofrecen. Recuerda que es tu patrimonio lo que está en juego. No escatimes esfuerzos ni autolimites tu espectro. Estudia alternativas y aplica lo aprendido en tu propio beneficio. El potencial destructor de los distintos activos financieros depende del uso que se les dé. Ninguno es intrínsecamente malo.

Alimento para el Cuerpo. Continuamos la serie iniciada ayer con el Kabuki Wellington.

Merece muy mucho la pena una visita a Viavélez, la taberna ilustrada dirigida por Paco Ron, que asumió el reto de cerrar su estrella Michelín en Asturias para abrir en Madrid en plena crisis a principios del año pasado en la calle General Perón esquina con Comandante Zorita, al lado del Bernabéu. Y no sólo por el espectáculo que supone el sumiller Paco Trujillo, que nos sirve un excelente Pago de Santa Cruz del 2005, sino por la calidad y originalidad dentro de la tradición de las viandas.

Menú degustación a 60 euros compuesto de Gazpacho, Escalibada de Anchoa y Croquetas de Jamón como aperitivos (los dos últimos deliciosos); Mini Ensalada de Bacalao Desmigado con Tomate sobre una base de Ali Oli suave riquísimo; Ensalada de Sardinas Marinadas sobre Asadillo de Pimientos buena; decepcionan un tanto las Patatas a la Importancia, uno de los platos estrellas de la casa que a servidor no le dicen nada; bien el Bogavante Salvaje en Salpicón; insuperable de punto y sabor la Merluza sobre Crema de Guisantes con Patatas al Pil Pil, Cebolla Confitada y Piparras que nunca en mi vida la había tomado tan exquisita; un Cochinillo que tampoco es revelador de nada especialmente diferencial y, de postre, Granizado de Manzana Verde con helado de Crema Inglesa, Nueces Caramelizadas y Caramelo de Regaliz y la Crema de Vainilla con Gelatina de Café, Granizado de Ron y Platano Estofado, ambos de llorar. 

Una experiencia culinaria indispensable en el Madrid de las mediocridades que se enfrenta a un problema no poco relevante: lo ruidoso del comedor, que puede llegar a hacer incómoda la estancia (en nuestro caso coincidimos con una mesa de Rodríguez un tanto escandalosa). Claro que, siempre nos quedará la barra…

He de reconocer que el artículo de hoy no es más que una excusa para acercarles a una de las páginas más curiosas que en el mundo financiero haya. Servidor de vez en cuando se da un garbeo por ella para sorprenderse con su última ocurrencia. Se trata del Suplemento Money Central del Times Online. Al más puro estilo César Vidal en lo que era el arranque de su cuasi extinguida Linterna de la Cope, abundan las enumeraciones, tanto descriptivas como clasificatorias, sobre los temas más diversos, desde los 50 trucos para sortear la recesión, pasando por las diez peores inversiones inmobiliarias del mundo (medalla de plata, un apartamento en la costa española) o los seis lugares más seguros donde colocar los ahorros. La orientación es fundamentalmente británica, lo que podría limitar el interés del lector patrio, pero aún así: en el entorno actual de saturación de crisis y de necesidad de desintoxicación financiera, el site no deja de ser un soplo de aire fresco entre tanto sesudo análisis.