Valor Añadido
Por
Increíble pero cierto: el lujo está de moda. Conozca el porqué
Los resultados al tercer trimestre publicados ayer por Louis Voutton batieron estimados, con un crecimiento interanual de las ventas comparables del 14% frente al 11% que
Los resultados al tercer trimestre publicados ayer por Louis Voutton batieron estimados, con un crecimiento interanual de las ventas comparables del 14% frente al 11% que esperaba el mercado. Los ingresos totales, incluidas aperturas, muestran una subida del 18,9% respecto a 2009, que fue el peor ejercicio en dos décadas de la industria de bienes de lujo. Todas las divisiones reportaron un incremento de facturación por encima de lo previsto, desde vinos y licores (+21,9%) pasando por relojes y joyería (+28,9%), moda y complementos (+20,4%) y perfumería-cosmética que se quedó en un 13,9%. La reacción bursátil a la noticia fue más modesta de lo que cabía esperar (buy the rumour, sell the fact) lo que no impidió que su cotización alcanzara nuevos máximos históricos. Para aquellos de ustedes que me han preguntado, a través del mail, twitter o facebook, acerca de lo que estaba pasando en el sector, aquí tienen una primera explicación: la consistencia en resultados.
Sin embargo, las buenas cifras no dejan de ser consecuencia y no causa de lo que está pasando. ¿Cuáles son las razones últimas que justifican tan buen comportamiento sectorial? Yendo de lo más genérico a lo específico, podemos encontrar las siguientes.
Por el lado de la Demanda.
- La incorporación a su manera de China e India al mundo capitalista ha provocado un aumento sustancial tanto del número de nuevos ricos como de ciudadanos que pasan a formar parte de una emergente y aún limitada clase media, adquirentes recurrentes los primeros y ocasionales los segundos de los productos de LVMH. Un fenómeno que asegura un interés comprador en los años venideros.
- Se trata de un fenómeno que, en mayor o menor medida, se repite en los otros países BRIC, Rusia y Brasil, y en las naciones productoras de materias primas que se benefician del impulso reciente al alza del precio de sus exportaciones. Estamos hablando de Australia, Canadá u Oriente Medio, entre otros. En función de la visión que se tenga sobre las commodities podrá creerse que es un hecho más o menos puntual. Para un servidor las recientes subidas han venido para quedarse.
- El sector se beneficia además de la famosa guerra de divisas de la que ya escribiéramos aquí antes de que se abriera la Caja de Pandora. Una moneda fuerte supone capacidad de compra y, por ende, menor precio relativo del bien a adquirir, sobre todo si, como ocurre en muchos mercados locales, aquél está referenciado en dólares, patito feo cambiario. Un efecto, por cierto, que también tiene su impacto positivo en resultados fruto de convertir ventas en moneda fuerte a euros.
- Del mismo modo la recuperación de los mercados financieros ha llevado aparejada una recuperación, aún modesta, tanto de los dispendios corporativos como de las remuneraciones extraordinarias, como recordábamos en Valor Añadido tan tarde como ayer, siendo no obstante un factor de compra este último residual y volátil.
Por el lado de la Oferta.
- Construir una marca es un proceso que lleva tiempo lo que provoca que se puedan contar con los dedos de la mano las compañías con una percepción global de calidad y exclusividad suficiente como para atraer compradores a nivel mundial.
- Precisamente las características intrínsecas de este tipo de bienes les hacen tener una menor elasticidad de la demanda a precio. De hecho se da, en ocasiones, el fenómeno contrario: la potencial adquisición de un determinado producto está ligada a una exageración en el valor de venta al público que es lo que determina su excepcionalidad.
- La oferta se adecúa a dicha exigencia a través de oscilaciones brutales en el precio en función del país de venta. Según una reciente encuesta de Berstein Research (available upon request), un mismo bolso de LVMH cuesta un 50% más en Japón o en los BRIC que en Francia. Una discriminación que lleva aparejada el riesgo de importaciones paralelas y falsificaciones.
- La conservación en manos de las compañías del pricing power, unido a la capacidad de deslocalizar y movilizar geográficamente producción a aquellos lugares en los que los costes se minimizan, provocan una fuerte resistencia de los márgenes a los vaivenes del mercado, recurrentemente por encima del 20% a nivel EBITDA.
- Además, cada vez la fabricación se flexibiliza más con objeto de alinearse con las necesidades de venta lo que provoca un mayor control de inventarios, por una parte, y una reducción sustancial del capital circulante, por otra.
- Es precisamente la ausencia de inversiones de relevancia, salvo adquisiciones de compañías, y la fuerte generación de caja que el modelo de negocio lleva aparejado, los que provocan que los balances se encuentren, con carácter general, extraordinariamente saneado con elevadas posiciones de tesorería, importes residuales de deuda sobre EBITDA y brutales coberturas de intereses. Un positivo importante en el entorno actual.
Una pincelada final sobre valoración. Aunque el sector cotiza en línea con su media histórica de los últimos 20 años, alrededor de 21,5 veces PER, lo hace con una prima máxima del 75% respecto al resto del mercado bursátil, porcentaje que, pese a las bondades que incorpora, parece excesivo en un momento en el que hay tantas alternativas en las que invertir y su comportamiento relativo ya ha sido más que excelente. Múltiplos superiores a 10 veces EV/Ebitda de media implican una actividad corporativa que estará muy limitada a pequeñas adquisiciones nicho. Pero aún así, ya saben, the trend is your friend… Y los analistas, especialistas en ir por detrás del guión que marcan las cotizaciones, no hacen si no subir sus estimados y precios objetivo. Glaps. Que ustedes lo disfruten. Buen fin de semana a todos.
Más en http://twitter.com/albertoartero y en la cuenta de Alberto Artero en Facebook.
Los resultados al tercer trimestre publicados ayer por Louis Voutton batieron estimados, con un crecimiento interanual de las ventas comparables del 14% frente al 11% que esperaba el mercado. Los ingresos totales, incluidas aperturas, muestran una subida del 18,9% respecto a 2009, que fue el peor ejercicio en dos décadas de la industria de bienes de lujo. Todas las divisiones reportaron un incremento de facturación por encima de lo previsto, desde vinos y licores (+21,9%) pasando por relojes y joyería (+28,9%), moda y complementos (+20,4%) y perfumería-cosmética que se quedó en un 13,9%. La reacción bursátil a la noticia fue más modesta de lo que cabía esperar (buy the rumour, sell the fact) lo que no impidió que su cotización alcanzara nuevos máximos históricos. Para aquellos de ustedes que me han preguntado, a través del mail, twitter o facebook, acerca de lo que estaba pasando en el sector, aquí tienen una primera explicación: la consistencia en resultados.